La semana pasada el Departamento Nacional de Estadística (Dane) reveló que en septiembre la inflación se redujo a 5,81 por ciento anual, el dato más bajo desde diciembre de 2021.
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De acuerdo con Mario Ramírez, presidente de la Federación de lonjas de propiedad raíz (Fedelonjas), la disminución de la inflación es una buena noticia y va en línea con la recuperación económica.
"La desaceleración de la inflación estabilizará los precios de los materiales de construcción, lo que mejorará la viabilidad de nuevos proyectos y el poder adquisitivo de los hogares, dinamizando el sector inmobiliario", manifestó.
El líder gremial también reiteró que este comportamiento puede dar espacio para que las tasas de interés sigan bajando, por lo que es un buen momento para adquirir vivienda nueva o usada.
Se podrá seguir viendo una reducción del costo del dinero
En agosto, el Banco de la República redujo 50 puntos básicos su tasa de interés, ubicándola en 10,25 por ciento, después de haber alcanzado un pico de 13,25 por ciento en marzo de 2023.
"Esto indica que, con la caída en la inflación de este mes, se podrá seguir viendo una reducción del costo del dinero, lo cual disminuirá los costos de financiamiento, facilitando el acceso a créditos hipotecarios y comerciales, tanto para compradores como para desarrolladores, lo que incentivará la demanda de vivienda y el inicio de nuevos proyectos", destacó el presidente de Fedelonjas.
En cuanto a los precios del arrendamiento, el Dane reveló que registraron un incremento de 8,03 por ciento en los últimos 12 meses, por debajo del 9,28 por ciento permitido para este año, según lo establece la ley.
"Desde Fedelonjas, resaltamos que esta variación positiva es una buena noticia, ya que sigue estando lejos del techo establecido y, además, favorece a los hogares que reciben ingresos derivados de los cánones de arrendamiento en vivienda que son los estratos 1, 2 y 3", añadió Mario Ramírez.
Además, indicó que este entorno macroeconómico favorable impulsará el consumo privado y la inversión en vivienda, especialmente a partir de 2025, fortaleciendo tanto el segmento residencial como comercial.
El sector inmobiliario aporta el 8,8 por ciento del PIB nacional y se estima que el mercado de los arrendamientos asciende a los 55,4 billones de pesos, por lo que es un tema muy sensible tanto para los 7,26 millones de hogares que habitan en arriendo como para los propietarios que dependen de estos cánones de bienes residenciales y no residenciales.