Lo que hay detrás del asesinato de dos padres en Villavicencio a manos de su hijo: se reveló cronología del crimen

Con un cuchillo de cocina y nada más que sus manos cometió Juan David Perdomo Wehdeking un escabroso crimen que conmocionó a Villavicencio, la capital del Meta: asesinó a sangre fría a sus dos padres y huyó en el vehículo familiar por más de tres horas hasta Bogotá, donde fue capturado. 

Así se relató en la audiencia en la que se legalizó la detención e imputación de cargos del joven de 24 años, quien aceptó la responsabilidad del doble homicidio de sus padres, de 45 y 46 años, dentro de la vivienda en la que habían residido en los últimos ocho meses. 

Fuentes de la Policía de Villavicencio le confirmaron a EL TIEMPO que la familia había llegado desde Santander, su departamento de origen, para acompañar y apoyar económicamente a Juan David en sus estudios universitarios, los cuales, según relató la tía y hermana de una de las víctimas, estaba por acabar. 

Este medio conoció que un juez de control de garantías le impuso al señalado una medida de aseguramiento en centro carcelario mientras se avanza con las investigación y se determinan las circunstancias de los hechos por los que se le imputó el delito de homicidio agravado. 

La cronología del asesinato: la "sevicia" en sus actos

Las primeras llamadas a la Policía se hicieron alrededor de las 5 de la mañana del pasado sábado, 22 de marzo. Vecinos de un edificio ubicado en el barrio Kirpas de Villavicencio, más exactamente en la carrera 24 #15A-106, le indicaron a las autoridades que gritos desgarradores y golpes de varios enseres se escuchaban dentro de una vivienda en el piso número dos del complejo. 

Los preocupantes ruidos venían del apartamento de José Luis Perdomo Hernández y Sonia Wehdeking Baños, pareja de esposos, quienes vivían en compañía de su hijo. 

La Fiscalía General de la Nación detalló, en la diligencia llevada a cabo este martes 25 de marzo, que el aviso se dio sobre las 5:45 a. m. cuando el joven "Perdomo Wehdeking agrede con arma cortopunzante a sus progenitores, a quienes les generó múltiples lesiones". 

Al llegar al lugar, los uniformados encontraron una escena desgarradora: los cuerpos sin vida del matrimonio y lo que sería el arma homicida, un cuchillo de cocina, el cual, según le precisó la Policía a EL TIEMPO, se dobló. 

El caso fue informado por el coronel Milton Andrés Melo González, comandante de la Policía Metropolitana de la capital de Meta, quien confirmó que el individuo responsable había emprendido la huida en un Hyundai blanco, modelo 2013, con placas KJS461, propiedad de los occisos. 

De acuerdo con la declaración oficial de un portavoz del CTI, en principio el sujeto atacó en varias oportunidades a su padre en la región tiroidea, es decir, zona del cuello en la parte izquierda, justo en la base de la garganta, y a su madre en tres ocasiones: en el cuello al lado izquierdo y dos en el lado derecho. 

El reporte de Medicina Legal también detalló que la mujer tenía lesiones con arma blanca en la falange proximal del quinto dedo de su mano y una en su antebrazo derecho. 

Fuentes enteradas del caso le revelaron a EL TIEMPO que el joven, al parecer, había "tenido problemas con el papá" por temas económicos y que este sería el principal objetivo. De acuerdo con las afirmaciones, el sujeto le confesó a las autoridades que "toda la noche no había podido dormir hasta que se levantó y lo mató". 

Versiones señalan que el asesinato de la víctima habría sucedido en una mecedora, donde José Luis Perdomo se encontraba descansando. Por su parte, se le explicó a este medio que Sonia, la mamá del señalado, se despertó con el ruido de la situación e intentó detenerlo.

De hecho, se habla de un "forcejo con él para quitarle el cuchillo. Tiene la marca en sus manos de los 'aruñetazos' que le generó su madre. Para no dejar testigos arremetió en contra de su progenitora también". 

Al respecto de los últimos detalles, EL TIEMPO constató con la Fiscalía. Aunque se afirmó que la entidad "entregó el paquete completo a los partes de las audiencias: la defensa, Procuraduría y el juez, pero se abstuvo de mostrar imágenes y dar minucias, por lo terrible de los hechos". 

Sin embargo, el equipo de investigación sí confirmó que el caso fue clasificado con 'sevicia', no solo porque se haya reportado en contra de sus padres, sino por el estado del cuchillo utilizada tras los hechos. 

"El arma cortopunzante, de tipo cuchillo, resultó incluso partida de tantas y tan sistemáticas pulsaciones en los cuerpos de sus padres. Por estos hechos, le imputamos el delito de homicidio. (...) La pena será de 480 a 600 meses si la víctima es el padre o la madre y se actúa con sevicia", describió la entidad, indicando que su condena podría llegar a entre 40 y 50 años de cárcel. 

¿Cómo actuó el joven en la audiencia? Solo habló en una ocasión

Treinta y seis horas después de cometer el crimen, el operativo de las autoridades, que abarcó varias regiones, incluyendo Cundinamarca, Boyacá y Bogotá, dio resultados y se logró su detención a las afueras de un centro comercial del barrio El Tunal, en la localidad de Tunjuelito, en el sur de Bogotá.

En principio, su captura se tornó incierta, ya que la orden judicial no estaba procesada y no había sido capturado en flagrancia. No obstante, se le trasladó de forma inmediata a la región en la que sucedieron los hechos y se aceptó la responsabilidad en el delito.  

Durante la audiencia, fuentes de la Fiscalía detallaron que el procesado "nunca habló" y que solo pidió la palabra para que se le confirmara si al aceptar los cargos se le rebajaría la pena. De igual forma, desde la Policía se le señaló a EL TIEMPO que su actitud en la citación fue "fría, sin dolor. El crimen fue planeado por el homicida". 

Dichas descripciones difieren con las compartidas por sus allegados, entre estos, su tía Gisell Wehdeking, hermana de la víctima, quien, en medio de la conmoción, habló con el canal Citytv sobre la relación del joven con sus padres y la dinámica familiar.

"Era un excelente estudiante, era el que sobresalía y todo eso allá. Ya estaba a punto de graduarse. No tenía problemas con los papás, para nada. Antes lo sobreprotegían. No lo dejaban salir, lo llevaban y lo traían a la universidad", afirmó.

Algunos habitantes del barrio también le afirmaron a medios locales que la familia parecía llevar una vida tranquila, además de que se les veía unidos y "cariñosos". "Uno los veía salir en su carro, los papás del muchacho lo llevaban a todos lados, él no salía solo", declaró un residente del sector.

LAURA NATHALIA QUINTERO.

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS.