La compañía japonesa Icom y la taiwanesa Gold Apollo, ambas poco conocidas incluso en sus países, están en el centro de las investigaciones para determinar el origen de los walkie talkies y los bíperes utilizados en la ola de explosiones en el Líbano contra el grupo chií Hezbolá.
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Especializadas en sectores de tecnologías de décadas pasadas, esas empresas han saltado a la primera línea después de que se les atribuyeran los dispositivos de comunicación empleados en las explosiones del martes y el miércoles en varios puntos del Líbano controlados por Hezbolá, que causaron 37 muertos y unos 3.000 heridos.
Esta es la versión de ambas compañías sobre los aparatos que se utilizaron en Líbano.
Lo que dice Icom sobre los walkie-talkies que explotaron el miércoles
La empresa nipona de telecomunicaciones Icom señaló este jueves que por el momento "no puede confirmar" si sus modelos de "walkie-talkies" fueron empleados en las explosiones que afectaron a miembros de la milicia chií Hezbolá.
La empresa con sede en Osaka apuntó a las posibilidades de que los dispositivos en cuestión fueran falsificaciones de sus modelos o aparatos que se dejaron de distribuir hace una década a los que se añadieron baterías modificadas.
Icom anunció este jueves que se encontraba investigando "las informaciones recogidas por medios internacionales" que señalaban que dispositivos transmisores-receptores portátiles con su logo habían estallado en el Líbano en la víspera, en una segunda oleada de explosiones simultáneas en aparatos inalámbricos de comunicación.
Los aparatos en cuestión de Icom involucrados en las explosiones son "walkie-talkies" modelo IC-V82, de los que unas 160.000 unidades fueron producidas y vendidas tanto en Japón como en el extranjero, incluyendo Oriente Medio, entre 2005 y 2014, explicó la firma en un segundo comunicado publicado este jueves.
Los aparatos se dejaron de fabricar hace una década y desde entonces las sedes y filiales en el extranjero de Icom no han sacado al mercado nuevas versiones de los mismos. Icom también dejó de producir y vender las baterías empleadas en esos radiotransmisores portátiles.
La empresa nipona de telecomunicaciones únicamente vende sus productos en el extranjero en tiendas oficiales, y aplica un estricto control de sus exportaciones bajo la normativa de las autoridades japonesas, añadió Icom.
Todos sus aparatos de radiotransmisión son producidos en Japón y cumplen las normativas de seguridad internacionales para el sector, según la firma, que añadió que no emplea en sus productos piezas de otros fabricantes.
Asimismo, el director de la empresa, Yoshiki Enomoto, explicó que algunas de las imágenes que circulan de los supuestos aparatos de Icom que estallaron el Líbano muestran lo que podrían ser baterías no homologadas y modificadas para explotar.
El responsable de la firma también señaló que "no es posible determinar" los canales de distribución de sus productos, o si los empleados en el Líbano eran efectivamente de la firma, sin comprobar sus números de serie.
El Ejecutivo nipón, por su parte, señaló que está al tanto de las citadas informaciones" y se encuentra recopilando detalles sobre el asunto", según dijo este jueves en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshimasa Hayashi.
¿Qué dice la empresa fabricante de los bíperes que explotaron el martes?
Fundada en octubre de 1995, especializada en la fabricación de buscas, transmisores y dispositivos de control de telemetría y con sede en la ciudad norteña de Nuevo Taipéi, la taiwanesa Gold Apollo también salió a la palestra después de que su logo apareciera en varios de los bíperes que estallaron el martes por la tarde en el Líbano.
La versión oficial de la compañía, con 40 trabajadores y presidida por Hsu Ching-kuang, apenas conocido en la isla hasta ahora, es que la responsable de producir los equipos (modelo AR-924) que habrían estado involucrados en la explosión es una firma en Budapest, BAC Consulting, la cual contaría con la licencia necesaria para utilizar su marca y fabricar estos dispositivos.
Sin embargo, la compañía húngara negó cualquier tipo de participación en el diseño o fabricación de los buscapersonas y el foco se trasladó este jueves a Norta Global Ltd, una firma radicada en Bulgaria que, según información del portal informativo húngaro Telex, fue la encargada de importar los dispositivos desde Taiwán.
El Gobierno taiwanés afirmó que no existen registros de exportaciones directas de bíperes al Líbano por parte de Gold Apollo -que aún fabrica el modelo AR-924, según su web- y cuyas baterías aseguran que carecen de potencia suficiente para causar explosiones, mientras expertos no descartan que se colocara una trampa explosiva en los aparatos en algún punto de la cadena de suministro.
En cualquier caso, la Fiscalía del Distrito de Shilin (norte de Taipéi) convocó este jueves al presidente de Gold Apollo y a otros responsables de la empresa, a los que interrogó durante horas sobre el proceso de fabricación de los buscapersonas para esclarecer si existe un delito.
El Ministerio de Defensa también aseguró que Taiwán no intercambia información de inteligencia con Israel y afirmó que no "hará conjeturas" sobre quién fabricó los explosivos o cómo fueron utilizados, ciñéndose a la versión de Gold Apollo.