La avalancha que este fin de semana dejó cuatro muertos y sin hogar a al menos 70 familias del corregimiento El Encano, en Pasto, se convirtió en la emergencia número 1.379 reportada en el país este año por causa de la primera temporada invernal. Además, es la segunda con más víctimas desde la que cobró cinco vidas en Villa María (Caldas) en lo que va de 2025.
La cifra, reportada por la Dirección de Bomberos de Colombia entre el 1.º de enero y ayer, representa un aumento de 119 casos (un 9,4 por ciento) en comparación con el mismo periodo del año pasado. En ese lapso del 2024 se registraron 1.260 eventualidades de esta índole en todo el territorio nacional.
Las inundaciones han tenido un incremento significativo de 87 casos (un 60 por ciento más), lo que elevó la cifra del año en curso a 230, frente a los 143 de 2024. Las estadísticas muestran que van 61 deslizamientos de tierra más que el año pasado, para un total de 108, y el doble de reportes de avenidas torrenciales, que pasaron de 4 en 2024 a 8 en el mismo lapso del 2025.
Desastre invernal en El Encano, Nariño, en zona de la laguna de La Cocha. Foto:Alcaldía de Pasto
Además de la tragedia que hoy enluta a El Encano, otro de los incidentes con alto número de víctimas fue la caída de un rayo en Cajibío, centro del Cauca, donde cuatro mujeres indígenas murieron el pasado 9 de febrero. Ese día se disputaba un torneo femenino de fútbol y la tormenta sorprendió a los asistentes sin darles tiempo de buscar refugio. Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que en sus registros habla de 379 eventos de alta afectación, la temporada invernal ha cobrado este año 23 vidas y deja hasta ahora a 17.608 familias en situación crítica.
De acuerdo con el boletín de Bomberos, Bogotá lidera la lista de eventos reportados, con 331. Le siguen Antioquia, con 226, y Cundinamarca, con 130. En ciudades como Medellín y Cali las principales afectaciones han corrido por cuenta de las caídas de árboles, que son 198 en la capital antioqueña –el último caso, en febrero, dejó un subintendente de la Policía muerto– y casi otro centenar en la capital vallecaucana en lo que va de 2025.
Otros departamentos significativamente afectados son Huila (111 emergencias), Tolima (104) y Valle del Cauca (94). Risaralda (56), Santander (con 54) y Boyacá (45) también reportaron un número considerable de eventos. Con corte a ayer, los departamentos de Amazonas, Vichada, Guaviare, Vaupés y Guainía no registraron incidentes relacionados con lluvias.
En Cali una de las problemáticas causadas por la ola invernal es la caìda de árboles. Foto:Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
El Eje Cafetero, por su parte, ha sido una de las regiones más afectadas por esta situación. Bloqueos en vías, inundaciones y derrumbes son algunos de los hechos más graves que se registran en la región. En lo que va de este año se han reportado al menos 150 familias directamente impactadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Pereira, Dosquebradas y Marsella, los municipios con mayores reportes de eventualidades en Risaralda.
“Las precipitaciones en la última semana causaron vendavales, movimientos en masa e inundaciones en los municipios de Balboa, Pereira, Mistrató, Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Marsella”, detalló la coordinadora de Gestión del Riesgo de ese departamento, Carolina Ramírez Laverde.
Entre tanto, la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) anunció que monitorea diez puntos críticos que han dejado las lluvias en el departamento. Según Mario Andrés García Naranjo, técnico operativo de la CRQ, los equipos de geólogos, ingenieros civiles y gestión del riesgo evalúan la actividad de los movimientos de tierra y determinan acciones de mitigación o evacuación si es necesario. “Las precipitaciones han provocado deslizamientos, remociones en masa y avenidas torrenciales, generando riesgo para las comunidades y la infraestructura local”, explicó el funcionario.
En el caso de Caldas, las afectaciones en las lluvias se presentan especialmente sobre las vías departamentales. Hay alrededor de cinco carreteras con derrumbes en la zona norte, centro y oriente; en algunos puntos la atención de daños se alargará por afectaciones estructurales. Pero la eventualidad más grave sucedió hace tres semanas.
Cabe recordar que en la madrugada del pasado 20 de febrero ocurrió la primera tragedia derivada de la temporada de precipitaciones en Caldas. Este departamento lleva 30 emergencias de esta índole hasta el momento; además, las lluvias aumentaron allí un 200 por ciento entre enero y febrero.
Alrededor de 62 personas quedaron damnificadas ese jueves, el penúltimo del mes, cuando un deslizamiento de gran magnitud arrasó con varias viviendas en la vereda Los Cuervos, de Villamaría. Cinco personas fallecieron en esta tragedia. Tres de las víctimas fatales eran familia: Luz Aida Marín, de 40 años; su hijo Johan, de 11, y su nieto Thiago, de apenas de 3 años de edad. La cuarta víctima fue Jhon Alexander Tobar, exesposo de Luz Aida y padre del menor de 11 años. Vanessa Galeano Ospina, de 23 años, fue la última víctima fatal que fue encontrada bajo los escombros. Su cuerpo sin vida fue hallado 16 días después de la emergencia, ya que los organismos de socorro no lograban dar con su cadáver a raíz de la dificultad del terreno.
Patricia Moreno Fernández, madre de uno de los sobrevivientes que ayudó a sacar a las personas atrapadas bajo el alud, le relató a EL TIEMPO los momentos de angustia que vivieron los pobladores. “Mi hijo estaba desesperado porque él sentía que alguien pedía ayuda, que alguien gritaba y sí, era un compañero. Le decía: ‘Alejandro, no me deje morir, no me deje morir’. Cuando ya lo lograron sacar, porque tocó con motosierra para liberarlo de unos palos, el único valor que él tuvo fue coger a su hija y abrazarla. Ahí mismo murió”, contó.