Líderes de la Unión Europea se dan cita en una cumbre en Bruselas y debaten endurecer el tono en materia migratoria: ¿qué proponen?

Los mandatarios de la Unión Europea abordan este jueves en Bruselas cómo endurecer drásticamente su política migratoria, tras un giro a la derecha en la retórica del bloque y el lanzamiento de un polémico proyecto entre Italia y Albania.

La agenda de la cumbre también incluye discusiones sobre la guerra en Ucrania, así como la explosiva situación en Medio Oriente, aunque el tema migratorio volvió a ocupar el lugar central del encuentro.

"La migración va a dominar los debates, ya ha sido así por semanas y meses", dijo la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, al llegar a la sede de las reuniones.

De su parte, la primera ministra de Italia, la derechista Giorgia Meloni, afirmó que existe "un deseo de trabajar en soluciones pragmáticas".

"Es el debate más delicado", dijo un alto funcionario europeo, por la presión de un grupo de países que quiere acelerar los procedimientos para expulsar del bloque a los migrantes no aceptados.

La UE adoptó hace apenas cinco meses un Plan de Migración y Asilo pero diversos países buscan nuevas medidas que agilicen los procesos de deportación.

Incluso ha llegado a plantearse la creación de centros en países fuera del bloque, donde reunir a esos migrantes antes de la transferencia a sus países de origen. Se trata de los controvertidos "deportation hubs", o centros de deportación.

Italia ya inició una experiencia en ese sentido, al enviar a migrantes a un centro en Albania, donde son retenidos mientras se procesan las solicitudes de asilo. De ahí pueden ser expulsados a los países de origen.

La idea, no obstante, enfrenta resistencias. "No creemos que la discusión aún esté madura, ni que los 'hubs' sean una solución", dijo un diplomático europeo.

En consonancia con un avance y fortalecimiento de los partidos de la extrema derecha en toda Europa, la cuestión de acelerar la expulsión de migrantes no aceptados se tornó central en la agenda política.

Alemania reforzó recientemente sus controles fronterizos en respuesta a sospechas de ataques islamistas. Mientras que el gobierno conservador de Polonia adelantó que suspendería parcialmente los derechos de asilo, y acusó a Rusia y Bielorrusia de enviar oleadas de migrantes para desestabilizar al país.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, echó combustible al fuego al enviar el lunes a los 27 países del bloque una carta donde discute la necesidad de facilitar las deportaciones.

En su mensaje, Von der Leyen incluso pidió "explorar" "soluciones innovadoras", como centros de retorno fuera de la UE, desde donde esas personas serían devueltas a sus países.

Von der Leyen sugirió que era preciso sacar "lecciones" del controvertido acuerdo entre Italia y Albania.

Por el momento, España ha expresado de manera firme su oposición a la idea, y propone concentrarse en la implementación plena del Pacto de Migración y Asilo.

Según un diplomático europeo, aún no existe "ningún plan" sobre esos centros, ya que el debate es aún "muy preliminar", y por lo tanto difícilmente habrá "decisiones importantes" sobre el tema en esta cumbre.

Más allá del delicado tema migratorio, los mandatarios europeos volverán a abordar la guerra en Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, está presente en la cumbre y ya presentó su denominado "Plan para la Victoria" en la guerra de su país con Rusia.

Zelenski presentó el miércoles las líneas generales de su plan ante el Parlamento de su país, y este jueves se espera que ofrezca detalles a sus homólogos de la UE.

El mandatario ucraniano también participará este jueves en una reunión de ministros de Defensa de la Otán en la capital belga.

El nuevo secretario general de la Otán, Mark Rutte, y Zelenski darán una conferencia de prensa conjunta a las 18H20 (11:20 a. m., hora Colombia).

Los dirigentes de la UE analizarán también la peligrosa situación en Medio Oriente, y se espera que formulen un llamado a una urgente reducción de tensiones.

No obstante, la UE muestra evidentes divergencias ante las posturas a adoptar con Israel.

Países como Alemania, Hungría, Austria y República Checa defienden con firmeza el derecho de Israel a defenderse y bloquean la adopción de medidas fuertes contra las autoridades israelíes.