A a la hora de tener una crianza responsable, muchas son las dudas que surgen en las familias, porque como el adagio popular 'nadie nace aprendido', por lo que muchos padres tienen constantes desafíos cuando deben actuar en algunas situaciones.
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Una de las virtudes que los padres de familia deben inculcar en sus hijos es la autoestima, la cual es importante que se mencione desde temprana edad para que en el futuro como la adolescencia y la adultez, la persona sepa su valor.
Según Patricia Gutiérrez Albaladejo, psicóloga y profesora universitaria, los padres juegan un papel esencial en la formación de una autoestima sana, la cual puede alcanzarse teniendo en cuenta algunas claves y no asustarse en el intento.
De acuerdo con el portal 'Top Doctors', la autoestima es "la capacidad que tiene una persona para valorarse, amarse y aceptarse a sí mismo. El desarrollo de la autoestima se da en la infancia intermedia, donde el individuo compara su "yo real" con un "yo ideal" y con las personas de alrededor".
Para ello, la profesional en mención, en su libro ''Descubre (tus) valores: guía práctica para educar y proteger'' da estas pautas, además de mencionar que, "nos debe dar tranquilidad, puesto que si ponemos en marcha algunas de las estrategias pronto podremos ver resultados muy positivos".
Aunque los niños pueda que no tengan muy claro el concepto, si pueden ir construyendo unas 'raíces' en su interior, desde los primeros años de vida y toman como referencia a las personas más cercanas y de quienes reciben cariño y cuidados.
Cuando se les brinda seguridad a los menores en sus primeras etapas de crianza, más adelante podrán explorar el mundo de forma más confiada, construyendo de esta forma una autoestima más sana y estable.
Por otra parte, dado que la autoestima no solo tiene que ver con sí mismo, sino con la evaluación que hagan los demás, siempre hay que dar unos buenos comentarios a los niños sobre su forma de ser, sus cualidades y virtudes.
Es importante que los padres, en pareja, puedan construir en conjunto el concepto de autoestima, para luego poder replicarlo sanamente en sus hijos.
Ejemplos de cómo fomentar la autoestima
De acuerdo con Gutiérrez Albaladejo, uno de los momentos en los que se puede ir construyendo una sana autoestima es los de atención y escucha activa, que significa tener un momento para que los hijos expliquen sus vivencias, deseos, experiencias y también aquello que los inquieta.
"Somos su regulador y poder compartir sus contenidos les hace ganar confianza interna, les facilitamos un camino por donde transitar y madurar", asegura la profesional.
Otra actividad importante es reforzar aquellos valores que los padres desean que sus hijos posean, por ejemplo, se puede alabar ciertas acciones de ellos, sin discriminar y sin mostrar una intencionalidad para que no desarrollen una competencia negativa.
"Cuando les hagamos una crítica en positivo lo aconsejable es que le señalemos lo que 'es' cuando 'hace: 'cuando ayudas a la abuela a guardar la compra del supermercado estás siendo amable y educado/a', este descriptivo le permitirá conocer sus competencias y configurará su valía interna de forma sana y estable en el tiempo.
Además, se puede indagar cómo se sienten cuando finalizan una tarea, porque cuando los niños son pequeños, siempre buscan la evaluación de los padres, que son los adultos más cercanos, recalcando o haciendo énfasis en los dibujos, textos, pintura que más se destaque, para que ellos puedan identificar una evaluación de sí mismos, pero siendo objetiva.
La profesional menciona que aunque gran porcentaje tiene que ver con cómo lo ven los demás, un porcentaje mayor depende de la evaluación propia: "El 80% de nuestra autoestima debe depender de nuestra evaluación, de cómo nos hablamos y el 20% puede ser externa porque evidentemente aprendemos y mejoramos de la manos de los demás.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital