El más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane sobre las “Cuentas Nacionales de Transferencia y Cuentas Nacionales de Transferencia de Tiempo”, detalla que la brecha de salarios existentes entre hombres y mujeres se explica por el uso del tiempo que los hombres tienen en labores no remuneradas, como la atención de personas en la familia o labores domésticas que no constituyen un empleo formal.
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De acuerdo con lo que explica el Dane, en términos de transferencias monetarias, los trabajadores en general en Colombia alcanzan su máximo nivel de ingresos a los 37 años, con un promedio anual de 24,8 millones de pesos.
El Dane además analizó las transferencias monetarias y no monetarias, es decir los flujos de recursos, que se dan a las personas por bienes y servicios y sin importar si es formal o informal el sector en el que se desempeña.
El informe señala que hay en Colombia cuatro grandes brechas, entre los hombres y las mujeres, la primera de ellas, la laboral, destaca una diferencia marcada en temas como los ingresos, que para el caso de las mujeres son, en promedio, 33,4 por ciento menores que los que reciben los hombres en el país.
Esa diferencia en los ingresos se amplía cuando se incorpora el análisis de género.
Mientras que para los hombres empleados el máximo de ingresos es de 20'991.322, para las mujeres es de 17'555708, lo que genera una brecha salarial de 3'435.614.
En el caso de los hombres autoempleados, el máximo de ingresos se alcanza a los 42 años, con un ingreso per cápita anual de 9'280.290, mientras que para las mujeres el nivel máximo se presenta a los 45 años, con un ingreso per cápita anual de 3'992.510.
En cuanto al consumo, se observa que las mujeres consumen más, con un promedio de 191.378 pesos por encima del consumo de los hombres.
Así mismo, las mujeres empleadas alcanzan un máximo de 17,6 millones a los 36 años, frente a 21 millones de pesos de los hombres a la misma edad.
A lo largo de la vida, las mujeres producen más cuidado no remunerado que los hombres, dedicando en promedio 0,5 horas más.
Por ejemplo, la producción de actividades de cuidado por parte de las mujeres aumenta gradualmente desde la adolescencia hasta la adultez temprana, alcanzando su punto máximo a los 27 años con un promedio de 3,5 horas semanales.
Entre los 15 y 59 años, el promedio de tiempo dedicado al cuidado por las mujeres es de 2,1 horas semanales.
Posteriormente, el tiempo dedicado a la producción de cuidado disminuye con la edad, hasta llegar a un promedio de 0,6 horas semanales para ambos sexos, a partir de los 60 años.
En el caso de los hombres, la producción de cuidado aumenta en la adultez, con un promedio de 1,3 horas semanales entre los 27 y los 59 años, alcanzando su máximo a los 34 años con 1,7 horas semanales.
Una hora de cuidado y apoyo de personas del hogar tiene una remuneración promedio de 6.163 pesos.
En 2021, las mujeres de 27 años presentan una producción máxima de 1'120.045 pesos, cuidado que consumen casi por completo los menores de edad. En contraste los hombres producen un máximo de 544.887 pesos a los 34 años. Por otro lado, los niños y niñas son quienes más consumen en promedio, con alrededor de 4 millones de pesos.
De acuerdo con el Dane las mujeres dedican en promedio 21 horas semanales a actividades del hogar y cuidado no remunerado, mientras que los hombres solo 7,5 horas, lo que refleja una brecha de 2,8 veces más tiempo dedicado por las mujeres.
Entre tanto, las mujeres mayores de 60 años siguen dedicando más tiempo que los hombres a estas actividades (11,9 horas frente a 4,3 horas por semana).
“En cuanto a la producción de cuidado no remunerado, las mujeres alcanzan un máximo de 3,5 horas semanales a los 27 años, mientras que los hombres dedican su máximo de 1,7 horas a los 34 años”, dice la entidad.
Durante los primeros años de vida y después de los 60 años, se observa el mayor consumo de horas de cuidado. Las niñas menores de 15 años consumen en promedio 15,0 horas, mientras que los niños consumen 14,3 horas.
En el grupo de 60 años o más, las mujeres consumen en promedio 16,8 horas, y los hombres 15,5 horas. En las edades medias, el consumo de actividades de cuidado es más estable y ligeramente mayor en las mujeres que en los hombres con una diferencia de 0,4 horas en edades de 15 a 26 y de 0,6 para las edades de 27 a 59 años.
Con respecto al tiempo en la producción de actividades del hogar, las mujeres alcanzan su punto máximo a los 57 años, con un promedio de 29,6 horas semanales. En contraste, los hombres alcanzan su mayor participación en dichas actividades a los 72 años, con un máximo de 10,7 horas semanales.
Por otra parte, mientras una mujer dedica en promedio 19,7 horas por semana a las actividades del hogar, los hombres dedican 6,7 horas. Mientras que en el caso del grupo de edad entre los 27 y 59 años, la diferencia de dedicación promedio es de 19,7 horas por semana.
Las mujeres destinan la mayor parte de su tiempo a la limpieza del hogar, con un promedio de 7,6 horas semanales a lo largo del ciclo de vida, seguido de suministro de alimentos, con un promedio de 7,5 horas.
En el caso de los hombres, la limpieza también es la actividad a la que más tiempo dedican, con un promedio de 2,5 horas semanales, seguida por el suministro de alimentos, con un promedio de 1,4 horas.
Para ambos sexos, en términos agregados, a lo largo del ciclo de vida la actividad con mayor producción es la limpieza del hogar, con un 41,0 por ciento de participación. Le sigue el suministro de alimentos, que representa un 27,0 por ciento. En tercer lugar, se encuentra el mantenimiento de vestuario, con un 13,5 por ciento, seguido de la compra de bienes y servicios, en la que se produce un 9,9 por ciento del total.
En general, las mujeres producen el 75,8 por ciento del total de las actividades del hogar a lo largo del ciclo de vida, mientras que los hombres participan con el 24,2 por ciento restante.