La provincia de Quebec está trabajando arduamente para fortalecer su idioma oficial —para desagrado de algunos que no lo hablan.
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Luchar contra lo que muchos describen como la incursión del inglés se ha convertido en un mensaje político rotundo en la provincia, el enclave francés más grande de América del Norte. Y el Gobierno de Quebec está encontrando más formas de elevar la supremacía del francés, la lengua franca de la provincia.
Las leyes provinciales exigen que el texto en inglés en los letreros de las tiendas tenga la mitad del tamaño de las palabras en francés y que los patrones revelen qué porcentaje de su personal no puede trabajar en francés. Los nuevos inmigrantes reciben un periodo de gracia de seis meses antes de que el francés se convierta en el único idioma en el que reciben servicios gubernamentales, como tomar un examen de manejo.
Ahora, los estudiantes de fuera de Quebec matriculados en una de las dos principales universidades públicas de lengua inglesa de la provincia pagarán colegiaturas más altas que los originarios de Quebec.
El aumento en la colegiatura apunta a lo que el Gobierno de Quebec afirma que es uno de los mayores retos en la preservación del idioma francés: los estudiantes en la Universidad McGill o la Universidad Concordia, ambas en Montreal, que no hablan francés.
La colegiatura adicional se está redistribuyendo a las universidades de lengua francesa de Quebec.
Los detractores acusan a François Legault, el Primer Ministro de la provincia, de convertir en blanco a los angloparlantes para ganar puntos políticos y enfrentar a los angloparlantes y a los francófonos entre sí.
“Es una brecha artificial creada por razones políticas”, dijo Eva Ludvig, directora de la Red de Grupos Comunitarios de Quebec, una organización sin fines de lucro que apoya a los grupos de habla inglesa. “Los angloparlantes ayudaron a construir esta provincia y sentimos que somos parte integral de la sociedad quebequense”.
La Universidad McGill es considerada una joya de la corona del sistema de educación superior de Canadá y muchos estudiantes estadounidenses la ven como una alternativa a las instituciones mucho más caras de la Ivy League en EE.UU.. No muy lejos se encuentra la Universidad Concordia, que cuenta con un programa de estudios cinematográficos de gran prestigio.
Ahorita, los estudiantes de McGill y Concordia de fuera de Quebec pagan aproximadamente 12 mil dólares canadienses al año. Los estudiantes extranjeros, que siempre han pagado una prima, pagan una colegiatura de 20 mil dólares canadienses, o unos 15 mil dólares. Los residentes de Quebec pagan unos 3 mil 500 dólares.
Las dos universidades han entablado demandas pidiendo a un juez de Quebec que rechace los cambios.
Las universidades acusan al Gobierno de Quebec de imponer una carga financiera a sus estudiantes después de años de falta crónica de financiamiento provincial.