El senador Iván Name, expresidente del Congreso, se convirtió nuevamente en el blanco de los reproches del presidente Gustavo Petro en plaza pública. En los últimos días, el mandatario retomó los mensajes en su contra por supuestamente haber bloqueado el trámite de la reforma pensional y haber obligado, de acuerdo a los sectores oficialistas, a recurrir a aprobar el texto del Senado en la plenaria de la Cámara, esto con el objetivo de no pasar por una conciliación cuyo agendamiento dependía de la voluntad del congresista de la Alianza Verde.
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La andanada contra Name se reinició en la participación presidencial en la asamblea nacional del Pacto Histórico, llevada a cabo el sábado pasado. Lo mencionó en tres oportunidades distintas. “La ley pensional la iba a hundir un señor que se llama Name, del que dicen dizque es amigo nuestro y que recibió una plata de nosotros ¡Mentirosos!”, dijo en uno de los apartados. Luego en otras dos ocasiones reiteró las supuestas intenciones del congresista por “engavetar” la reforma pensional.
Esta fue la primera vez después de varios meses en la que el primer mandatario retomaba a Iván Name como blanco de sus comentarios. Luego, fue en la Plaza de Bolívar, este jueves, que lo volvió a recordar. “Tuvo el proyecto guardado 13 meses en su escritorio y no lo dejó discutir como la ley obliga”, señaló Petro directamente al congresista verde y luego cerró este punto con la siguiente conclusión: “Lo que hizo fue pérfido con la vejez de Colombia”.
Más allá que algunos de los comentarios no se ajustan a la realidad –si bien Name sí se demoró en agendar la reforma en plenaria de Senado, no fueron 13 meses-, el congresista no se ha quedado callado y también ha participado del intercambio de comentarios. Lo ha hecho tanto en redes sociales como con constancias en el Senado.
“Usted me hace un gran favor ante la justicia, cuando aclara que yo nunca le ayudé ni le voy a ayudar a sus propuestas. Se las voy a ayudar a enterrar aquí, porque no le convienen a Colombia”, dijo Name en la plenaria del Senado de este martes. Luego se fue en contra del pasado guerrillero del primer mandatario.
“Le quiero decir al señor presidente, que yo no soy un perseguido por la justicia, como sí lo fue usted por los crímenes que cometió en sus tiempos de subversión, que no es igual a la insurgencia”, fueron las palabras de Name, que tampoco se quedó en silencio con los comentarios en su contra durante el discurso en la Plaza de Bolívar.
En esta ocasión, la respuesta fue en un trino: “La única perfidia con la nefasta reforma pensional fue suya y de su Gobierno con el pueblo colombiano, presidente Petro. Presentaron un proyecto de ley claramente desfinanciado, que no resuelve de fondo los problemas de las pensiones y crea regímenes insostenibles”.
Las lecturas del choque
El renovado choque Petro-Name tiene varios puntos de análisis. Expertos consultados por EL TIEMPO expusieron cuatro formas entender el intercambio de mensajes entre el primer mandatario y el expresidente del Senado.
Una de las primeras matrices de análisis expuestas es la necesidad de construir un enemigo único. Este fue uno de los puntos coincidentes de la mayoría de expertos. El analista Juan Sebastián Delgado, experto en comunicación política lo resumió de la siguiente forma: “Petro, si uno se remite a la táctica política, se refiere al enemigo único. Él siempre ha utilizado ese concepto en sus momentos de actuar político. Ha puesto a Uribe, a Cabal, y a otros”.
Para Delgado, el mandatario ha entendido la necesidad de concentrar la atención en una sola persona para convertirla en el blanco de la animadversión. En esa línea se pronunció la analista de comunicación política Nury Astrid Gómez: “Gustavo Petro distrae la opinión pública con afirmaciones que le ponen nuevamente en el papel de víctima y concentra la atención en posibles culpables que los colombianos puedan ‘odiar’”.
Esta aseveró que el mandatario explota el bajo conocimiento de la población en general sobre el procedimiento legislativo para buscar un “chivo expiatorio”: “El propósito fundamental de esta táctica es desviar la culpa de las fallas en la presentación y aprobación de la reforma, protegiendo su propia imagen y crear polarización”.
Álvaro Benedetti, consultor político, también habla de la intención de contruir un enemigo, aunque en este caso como “una forma de compensar los bajos resultados. Graduarlo de contradictor sirve en una coyuntura que no es favorable al Presidente por el posible resultado de la reforma pensional”.
El profesor Mario Morales, de la Pontifica Universidad Javeriana y experto en comunicación, apuntó que también es una lectura del primer mandatario de atacar a alguien que siempre se le ha mostrado como su contrario en los planes que ha tenido, incluyendo la fallida elección de Angélica Lozano como presidenta del Senado.
Juan Sebastián Delgado también apuntó que es un momento en el que el mandatario está aprovechando para atacar a alguien sin mayores consecuencias en su agenda legislativa: “Es muy diferente acusar a un congresista cuando ya perdió esa validación de presidente del Senado. Ya no tiene ese cargo directivo, entonces se vuelve alguien más que se puede señalar”.
Una última lectura en la que han coincidido los expertos, y que Name ha colaborado a construir esta noción, es que los ataques tienen la intención de acabar con cualquier señalamiento de que al expresidente del Senado está vinculado al escándalo de la UNGRD por el supuesto pago de coimas para acelerar el trámite de los proyectos del Gobierno.
Así lo concluyó el profesor Morales: “hay un interés de distanciarse de cualquier señalamiento a las acusaciones del pago de posibles coimas para la aprobación de los proyectos”.
Esa misma tesis la esgrimió el profesor Ángel Tuirán, profesor de la Universidad del Norte. El académico indicó que, a pesar de que los choque entre ambos han venido de antes, “los señalamientos contra Iván Name en el marco del escándalo de corrupción de UNGRD siembran un nuevo manto de dudas en este nuevo enfrentamiento discursivo”.