Las 4 cosas que hacen y caracterizan a las personas inteligentes, según expertos: ni leer ni estudiar

hace 2 horas 25

La inteligencia no depende únicamente de la capacidad de estudiar o acumular conocimientos. Según expertos consultados por Gizmodo, existen hábitos cotidianos que están fuertemente asociados con altos niveles de razonamiento y comprensión, elementos clave de la inteligencia. En este enfoque, se destacan cuatro comportamientos comunes en personas con gran agudeza mental que no implican necesariamente la lectura o el estudio formal.

1. Preferencia por la soledad

Uno de los rasgos más destacados es la inclinación por la soledad. Las personas inteligentes, según los expertos citados por Gizmodo, muestran una tendencia a sentirse incómodas en entornos muy concurridos. 

“En sus estudios, encontraron que los individuos inteligentes suelen experimentar incomodidad en grandes multitudes, ya que disfrutan de su tiempo a solas para concentrarse y reflexionar sin distracciones”, señalaron los especialistas. El aislamiento voluntario permite un mayor enfoque interno y fomenta la reflexión profunda.

La soledad es la incapacidad de poder comunicarles a esas personas las cosas que realmente nos importan.

Las personas inteligentes prefieren la soledad. Foto:istockphoto

2. Hablar consigo mismos

Otro hábito característico es el diálogo interno. Aunque pueda parecer una conducta excéntrica, hablar solo puede ser una señal de inteligencia elevada. Gary Lupyan, psicólogo, sostiene que este hábito estimula funciones cognitivas superiores. “Hablar solo estimula y también mejora la concentración”, afirmó el especialista. Este diálogo interno serviría como una herramienta para organizar pensamientos, clarificar ideas y mantener la atención en tareas complejas.

3. Práctica constante de la autocrítica

La autocrítica constructiva es otro elemento fundamental. Lejos de caer en la inseguridad, las personas con mayores capacidades intelectuales suelen subestimar sus habilidades como una forma de impulso para mejorar. “Un estudio de la Universidad de Cornell reveló que mientras las personas menos capacitadas tienden a sobreestimar sus habilidades, las más inteligentes tienden a subestimar sus propias habilidades, lo cual las motiva a cuestionarse constantemente y mejorar”, explicaron los expertos. Esta revisión permanente del desempeño propio permite ajustes continuos y fomenta el crecimiento personal.

Desorden AMP

El desorden puede favorecer la creatividad en quienes poseen una mente abierta y flexible. Foto:iStock

4. Desorden como espacio creativo

El último rasgo identificado está vinculado con el entorno físico. A diferencia de lo que podría suponerse, el orden no siempre es sinónimo de productividad. “El desorden físico, en este sentido, podría ayudar a quienes poseen una mente creativa y abierta a explorar perspectivas nuevas y variadas”, afirmaron los especialistas. Así, los espacios caóticos podrían servir como estímulo para el pensamiento no lineal y la innovación.

Hábitos para fomentar la inteligencia

Además de identificar estas conductas, el sitio Cuidate Plus difundió algunas recomendaciones que pueden ayudar a cualquier persona a fortalecer sus capacidades mentales. Entre ellas destacan: mantener una alimentación saludable para favorecer el funcionamiento del cerebro, dormir adecuadamente para evitar el deterioro cognitivo, y practicar disciplinas como el yoga o la meditación que permitan pensar con mayor claridad.

El hábito que practican las personas más inteligentes, según la inteligencia artificial

Una práctica que ha ganado atención en tiempos recientes es la del silencio consciente. Según una inteligencia artificial entrenada con miles de biografías y patrones de comportamiento de figuras destacadas como Steve Jobs, Albert Einstein y Nikola Tesla, sentarse en silencio unos minutos al día es un rasgo común entre personas altamente inteligentes. Esta actividad implica observar los propios pensamientos sin intervenir, lo cual estimula la reflexión profunda y la creatividad.

La relación entre el silencio y el desarrollo cognitivo ha sido respaldada por la ciencia. Un estudio de 2013 realizado por la investigadora Imke Kirste, en la Universidad de Duke, mostró que dos horas diarias de silencio inducen la formación de nuevas células en el hipocampo, área cerebral asociada con la memoria y el aprendizaje. Estas células se convierten en neuronas funcionales, reforzando el poder de esta práctica en la neurogénesis.

En un contexto donde las distracciones digitales y el exceso de información son constantes, el silencio actúa como un contrapeso. “Las personas más inteligentes no necesariamente consumen más información, sino que procesan mejor la información que ya tienen", afirmó ChatGPT. La pausa deliberada permite reorganizar pensamientos y resolver problemas complejos con mayor claridad.

Pensar

Sentarse en silencio diariamente permite observar los pensamientos y fomentar la reflexión profunda. Foto:iStock

Incorporar esta práctica no requiere grandes cambios: basta con dedicar cinco minutos diarios a estar en un lugar tranquilo, sin dispositivos ni tareas. El simple hecho de sentarse y observar los propios pensamientos puede generar beneficios acumulativos a nivel intelectual y emocional.

Más allá de los logros académicos o profesionales, la inteligencia puede expresarse en la capacidad de introspección, en la habilidad para organizar el pensamiento y en el manejo del entorno interno. En ese sentido, hábitos como la autocrítica, el diálogo interior, la búsqueda de momentos de soledad o incluso el desorden creativo, constituyen señales de una mente activa y en constante evolución. En un mundo saturado de estímulos, el silencio y la pausa se erigen como herramientas poderosas para quienes buscan pensar con profundidad.

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Portafolio, y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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