A más de año y medio de la primera vuelta presidencial, la pelea por consolidar una aspiración viable es intensa en las fuerzas políticas que aspiran a recoger los votos de los colombianos inconformes con el actual rumbo del país, especialmente los de la centroderecha.
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El hecho político de la semana lo marcó el lanzamiento de la periodista Vicky Dávila, ahora exdirectora de Semana, a las aguas de la política. Esa noticia, de la que ya se venía especulando hace meses, agitó aún más las aguas en un espectro político en el que, con la de Vicky, hay al menos ya seis precandidaturas oficialmente en marcha.
“Hoy necesitamos un país que, unido, busque oportunidades para todos. No puede ser que muchos vecinos de la región sigan avanzando, y nosotros, en cambio, estemos retrocediendo. Hay que derrotar el miedo, hay que resetear la política”, expresó la comunicadora en una carta en la que se despidió de Semana.
El comienzo anticipado de la puja presidencial ya puso en evidencia fracturas en el Centro Democrático (CD), el principal partido de oposición al presidente Gustavo Petro. La semana arrancó con las duras pullas de las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia contra su colega Miguel Uribe por la revelación de una encuesta, hecha por Invamer y pagada por empresarios, que lo ponía a él por delante de las dos congresistas, que figuran entre las fundadoras del partido uribista, en las preferencias para una candidatura presidencial.
El sondeo tenía resultados llamativos, como una supuesta intención de voto por el actual mandatario de apenas 1,8 por ciento. Más allá de las eventuales inconsistencias, el choque se dio porque canales oficiales del Centro Democrático habrían sido usados para difundir esta información favorable a la aspiración de Miguel Uribe. Las dos senadoras hicieron la respectiva denuncia.
En entrevista con EL TIEMPO, la congresista María Fernanda Cabal habló de juego sucio y de maniobras poco éticas. Aseveró que no es la primera vez que ocurren hechos similares. “Si uno no le pone un freno (a Miguel Uribe), termina implosionando el partido”, aseguró.
En respuesta, el senador dijo que no difundió esas encuestas que lo favorecían. “Lo importante es consolidar al Centro Democrático como el principal partido de oposición y avanzar en la construcción de una plataforma sólida de centroderecha para enfrentar al petrismo”, dijo en respuesta a los señalamientos de sus contendientes.
En el movimiento que tiene al expresidente Álvaro Uribe como su gran referente político hay otros dos aspirantes: los también senadores Andrés Guerra y Paola Holguín.
Es una señal clara de que las campañas electorales iniciaron y empieza una puja por el posicionamiento en el escenario político, sin que eso quiera decir que tengan una clara intención presidencial: Patricia Muñoz, analista
Ellos no tomaron bando en la discusión, pero el tono llegó a tales niveles que el partido tuvo que hacer un pronunciamiento oficial pidiendo deponer los ánimos.
“Exhortamos a la búsqueda de la unidad y no apoyaremos hechos y pronunciamientos como los ocurridos ayer. La bancada no apoya intenciones de desunión por parte de ninguno”, decía un comunicado firmado por los senadores del CD Carlos Meisel, Esteban Quintero, Yenni Rozo, Honorio Henríquez, Enrique Cabrales, José Vicente Carreño y Alirio Barrera.
“Es una señal clara de que las campañas electorales iniciaron y empieza una puja por el posicionamiento en el escenario político, sin que eso quiera decir que tengan una clara intención presidencial”, dijo la profesora Patricia Muñoz, directora de posgrados en Ciencia Política de la Javeriana.
La pelea con Miguel Uribe y el lanzamiento de Dávila, que aunque no se matricularía a nombre de ningún partido sin duda tiene en el uribismo marcados apoyos, calentaron el ambiente del primer foro del Centro Democrático, que se realizó ayer, en Barranquilla.
El 'efecto Vicky'
Lo que muchos se preguntan ahora es cuál va a ser el alcance del ‘efecto Vicky’, que desde su trinchera periodística terminó siendo una marcada figura en contra de lo que representa el actual gobierno.
Desde la izquierda se intensificaron las críticas y la narrativa que ha tratado de imponerse desde allí. Varios de los escándalos que han golpeado el entorno del presidente Petro y que fueron revelados por Semana, como el de su hijo Nicolás, supuestamente buscaban ambientar su aspiración política.
Desde la derecha hubo bienvenidas, pero es claro que la llegada de la periodista a la arena política será un condicionante para las candidaturas del uribismo y de otros sectores de derecha y centroderecha. Ella irá por firmas y su nombre ha venido marcando adelante en varias encuestas recientes.
“Hay una carencia de liderazgos en la derecha y en la izquierda. Los que se han lanzado no marcan porque se quedaron en un viejo modelo”, dice el profesor Mario Morales, experto en comunicación política, al hablar de las posibilidades de que su candidatura capitalice ese descontento con los políticos tradicionales.
Pero a la hora de la verdad, aún quedan muchos meses y está por verse si la buena imagen que tiene Dávila entre las fuerzas de centroderecha se mantiene o si pasa lo que ocurre con la mayoría de personajes públicos que, por una u otra razón, salen de la lente de los medios y la figuración diaria. Todo esto en un momento de la política mundial cuando outsiders como el Donald Trump, Javier Milei o Nayib Bukele han demostrado que los electorados cada vez les copian más a los candidatos que, más allá de la solidez de sus propuestas, logran conectarse con las emociones.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción Política