'Amo cuando mi esposo viaja por trabajo; mis hijos se comportan mejor cuando él no está'

Una mujer afirmó que pese a que representa un reto en la crianza y convivencia familiar, ama cuando su esposo tiene que viajar por trabajo, ya que sus hijos se comportan mejor mientras él no está presente. En un artículo, explicó la razón de su conclusión.

Melissa Noble, colaboradora de Business Insider, compartió a través de un ensayo que hace 3 años su familia tuvo que mudarse de ciudad. Con el cambio, vinieron nuevas dinámicas, entre ellas, la necesidad de que su esposo viajara a Melbourne 3 días al mes para atender su clínica de masajes terapéuticos y mioterapia. Noble, acostumbrada a compartir la crianza de sus tres hijos, se preocupó por cómo manejaría sola la casa y el trabajo durante su ausencia.

Para Melissa resultó sorprendente notar que sus hijos se comportaban mejor cuando su esposo no estaba. Aunque él era el encargado de imponer las reglas, los niños parecían entender que mamá estaba manejando todo sola y, en lugar de desafiarla, cooperaban más. Lo mismo le sucedía a su esposo cuando ella se ausentaba por trabajo.

Aunque al principio la idea de quedarse sola con tres niños la llenaba de ansiedad, se dio cuenta de que podía permitirse pequeños placeres sin culpa. Desde cenar algo simple sin preocuparse por preparar una comida elaborada hasta ver películas sin consenso familiar o leer hasta la medianoche con la luz encendida. Era un tiempo de descanso no solo de la rutina, sino también de la relación de pareja.

Con el tiempo, descubrió que estos momentos de separación fortalecían su matrimonio. Su madre le había aconsejado que siempre era bueno tener espacio en la convivencia, y ahora entendía por qué. Esos días de independencia la ayudaban a valorar su relación y a recibir a su esposo con más cariño al final de cada viaje. Para ellos, la distancia ocasional mantiene viva la relación.

La importancia de los espacios en pareja para fortalecer a la familia 

De acuerdo con el blog de psicología Mentes Abiertas, respetar el tiempo a solas de la pareja fortalece la relación. Cada uno necesita momentos de soledad para recargar energías y crecer emocionalmente. Establecer espacios individuales fomenta la autonomía, reduce los conflictos y mejora la conexión emocional. Al equilibrar unión e independencia, la convivencia se vuelve más armoniosa y enriquecedora, creando una relación más sólida y saludable.