Los sistemas de protección social fueron claves para atender a los ciudadanos en momentos de crisis como el que se vivió en todos los países con la pandemia del covid-19. Sin embargo, el modelo debe migrar de la actual mitigación a la adaptación.
Así concluyeron diferentes expertos reunidos en la 65ª Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que congrega en Santiago de Chile a diferentes ministros de Hacienda y altos funcionarios de los 48 países miembros hasta el 30 de marzo.
“La adaptación es una nueva palabra en la política y es responsabilidad de todos. El problema es que es costosa. No se trata de una inversión con retorno financiero, sino que mejora la vida de las personas”, destacó la economista Esther Duflo, premio Nobel de Economía 2019.
Ana María Ibáñez, vicepresidencia de Sectores y Conocimiento del BID, resaltó la importancia de la protección social adaptativa para reducir la pobreza y disminuir los desastres naturales.
“América Latina el Caribe es la segunda región más vulnerable a los desastres naturales y diseñar políticas sociales adaptativas es la puerta de entrada a mitigarlos”, expresó.
Por su parte, Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, opinó que la crisis vivida durante la pandemia del covid-19 mostró a los países la necesidad de no solo ayudar a los más pobres, sino también a la clase media y vulnerable que vive en la informalidad y no se quedó sin recursos.
“Los esquemas de protección tuvieron una ampliación rápida. La demanda por ayuda era inmediata y abarcaba desde los grupos más pobres a los vulnerables. La concepción de la protección social cambió”, indicó.
También Roberto Angulo, secretario de Integración Social de Bogotá, dijo que lo más llamativo de la capital colombiana en ese momento fue ver que muchas familias empezaron a sacar sus trapos rojos en sus ventajas en señal de que lo estaban pasando mal.
“Empezaron a aparecer barrios de clase media con sus trapos rojos, personas vulnerables que estaban en las grietas de la protección social, gente informal a la que el confinamiento le estaba cerrando la puerta de generar ingresos”, opinó.
Para Wellington Dias, ministro de Desarrollo y Asistencia Social de Brasil, el gran desafío de eventos vividos en su país por el cambio climático es la velocidad en la que ocurren. “Planeamos llegar rápido para proteger a los más pobres que son los que más sufren. La implementación de un observatorio del clima en Brasil dando alertas ha disminuido el impacto”, dijo.