La nueva viceministra de la economía creativa habla sobre el 'presupuesto histórico que recibió Minculturas' y cómo ayudar a los migrantes a través del arte

Yannai Kadamani Fonrodona es de un padre árabe y una madre colombiana. Al igual que cientos de colombianos que son educados con diferentes perspectivas y costumbres, en ella está el ejemplo que no existe una cultura definitiva o una única identidad. 

Esta profesional en artes escénicas y magíster en formación dancística, ha llegado al El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, para ocupar el cargo de viceministra de las artes y la economía cultural y creativa, con un pensamiento que se aleja de lo identitario, ya que "no considera que la defina una edad, un género, unas ideas, lo que piensa imprimir en su liderazgo a través de la pluralidad". 

En un país en que hay problemas de conflicto armado, tensiones políticas y problemas económicos, Fonrodona cree que la clave está en atravesar todas las narrativas a través de la sensibilidad, porque "estamos acostumbrados y nos hemos dado cuenta que la razón sin la sensibilidad no funciona, así que es hora de que las culturas y las artes atraviesen el discurso desde el cuerpo, el canto, la música y como se habla de transición energética, se debe hablar de transición cultural, para apropiarnos como país de las sensibilidades". 

Esto es lo que cuenta la nueva viceministra a EL TIEMPO sobre los planes que piensa realizar bajo su jurisdicción, las visiones económicas y culturales del gobierno, además, de las metas que se piensan entregar al concluir presidencia de Gustavo Petro.. 

¿Cuáles son las proyecciones que tiene en su nuevo cargo?

Ya hay unas bases sembradas con unas perspectivas culturales sólidas que se han trabajado desde el ministerio y desde ahí continuaremos el trabajo, encaminados al programa presidencial que busca garantizar los derechos culturales y la educación integral en las instituciones de todo el país.

En ese sentido, nos hemos articulado con el Ministerio de Educación para abarcar todos los establecimientos educativos de todo el país, resaltando la cultura como eje esencial en el desarrollo de los niños y jóvenes del país. Del mismo modo, está el tema de la educación artística y cultural, que se considera como un derecho fundamental e incluye un cambio estructural, para garantizar la enseñanza artística en el Proyecto Educativo Integral (PEI) de los colegios.

Por otro lado, pondremos el ojo en un vacío que percibimos en el desarrollo de economías populares y creativas, y se relaciona con la inserción laboral de los artistas, para que las dinámicas del sector sean autosostenibles y que no siempre dependan de la figura del Estado para su mantenimiento.

¿Qué estrategias ya se han empezado a implementar y a cuáles se les hará un seguimiento especial?

La nueva viceministra también se posicionó con Saia Vergara, quien se encargará de los Patrimonios, las Memorias y Gobernanza Cultural del Minculturas.

Foto:Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia

Tenemos algo denominado 'Colombia en el mundo' y consiste en trabajar con toda la diáspora de ciudadanos que están en distintos lugares del país y el mundo. Este programa fue diseñado para unir esas identidades, reconocer su diversidad y ayudar a esos personas y agentes culturales, que han migrado con toda una historia y una cultura plasmada en su quehacer, en su cuerpo, en su pintura, en su canto, en su música, pues, finalmente, la tradición colombiana ha viajado en esos cuerpos. 

Otra línea fuertísima que queremos trabajar es la reactivación de la Ley General de Cultura, para que se ajuste a las necesidades actuales de los distintos agentes del sector, el trabajo territorial y la descentralización de los recursos. Por primera vez el mayor porcentaje de nuestra inversión está asignado en llegar a eso que llamamos la 'Colombia profunda´, con el objetivo de trabajar distintas experiencias artísticas. 

El Ministerio de las Culturas tiene un bajo presupuesto en comparación con los demás, ¿esto equivale a la importancia que se le da a la cultura en este país?

Es la primera vez en muchos años que el Ministerio de Cultura recibe un aumento en el presupuesto asignado por el gobierno.  Es decir, este año contamos casi con 1,5 billones de pesos en la cartera y es un presupuesto histórico. Uno puede ver una intención y un relato distinto de nación, en donde la cultura está en el centro de reflexión de la transformación social.

En el mundo ideal creo que todos los sectores siempre vamos a necesitar más, pero se ha hecho un avance enorme en reconocer el discurso y la inversión presupuestal, junto con la necesidad de fortalecer el sector cultural, porque como lo ha dicho el Presidente el cambio es cultural y eso se ve reflejado en su política de inversión. 

¿Cómo va el proyecto de 'Cultura Naranja' y cómo se está motivando a las personas a crear negocio alrededor de la tradición?

En términos, legislativos, jurídicos de propuestas culturales estructurales, es un ecosistema que se viene trabajando desde anteriores gobiernos. Nosotros haremos una evaluación de las propuestas y a potencializar la perspectiva de la economía naranja, que fue muy discutida, lo que nos permitió ver un panorama amplio de cómo se estaba pensando el empleo en las culturas. 

Esto nos dio unos insumos enormes para dar un viraje y plantearnos unas economías populares, creativas y desarrollar planes locales, que abren el panorama para los agentes culturales de los territorios alejados de la centralidad. No vamos a desaparecer el  programa, sino que vamos apostarle a encontrarme mejores, buenas y mejores maneras de pensarse la economía en nuestro sector. 

En 2022, el gobierno anterior reportó que la economía cultural y creativa aportó más o menos 30 billones en actividad económica. ¿Los logros que se presentarán al final de la presidencia Petro se van a centrar en superar estas cifras?

Los medidores tradicionales nos pueden dar una perspectiva de cómo se ha pensado la economía cultural, lo que abarca grandes espectáculos, manifestaciones artísticas y culturales. Pero, con esto se han dejado de lado la economía regional y cultural de los territorios alejados.

Lo primero que estamos haciendo es renovando los medidores teniendo en cuenta esos otros ecosistemas que nos permitan tener una lectura ampliada del recaudo, la inversión y el manejo de la economía popular. Estamos apostando al cambio, que se  piense que esta ganancia y este sistema financiero se transforma en las regiones y lo local, de acuerdo con las alianzas populares. 

Así que estamos implementando nuevos medidores que nos permiten ver un panorama muchísimo más amplio y los resultados mostrarán cómo se está construyendo la cultura, cómo se está invirtiendo en ella y el flujo económico que representa.

María Jimena Delgado Díaz

Periodista de Cultura

@mariajimena_delgadod