Tras la firma de Gavin Newsom, gobernador de California, en Estados Unidos, el estado se convertirá en el primero en aplicar una ley que prohíbe en las escuelas las comidas que utilizan determinados colorantes relacionados con problemas de salud y comportamiento.
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En un acto celebrado el pasado sábado 28 de septiembre, el gobernador firmó la ley 2316 de la Asamblea, más conocida como la Ley de Seguridad Alimentaria Escolar de California, la cual prohíbe el uso de Red 40, Yellow 5, Yellow 6, Blue 1, Blue 2 y Green 3 en las comidas, bebidas y refrigerios repartidos en las escuelas públicas de todo el estado, según informó el medio NBC News.
La legislación fue presentada en marzo pasado por el asambleísta demócrata Jesse Gabriel luego de que un informe estatal, sumado a estudios independientes, demostrara que ciertos colorantes están vinculados a hiperactividad y problemas neuroconductuales en determinados niños.
Aunque la ley no prohíbe específicamente ningún alimento, sí obligará a los fabricantes a eliminar los colorantes incluidos y reemplazarlos con alternativas naturales, como jugo de zanahoria o remolacha, y entrará en vigor a partir del 31 de diciembre de 2027, por lo que tendrán tiempo para reformular muchas de sus recetas.
Las opiniones sobre la nueva ley en California
En diálogo con el medio anteriormente mencionado, Gabriel se refirió al avance que significa la aprobación de la ley dentro del estado. "Estamos muy orgullosos de poder cambiar el debate nacional sobre la seguridad alimentaria. Está muy claro que se trata de sustancias químicas que pueden dañar a los niños e interferir en su capacidad de aprendizaje", sostuvo.
En esa línea, Brian Ronholm, director de política alimentaria de Consumer Reports, cuestionó el tratamiento de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) sobre los colorantes artificiales. "Lo que hizo necesaria esta ley es que la FDA no ha podido o no ha querido hacer nada al respecto durante varias décadas. Ahora hay muchos más datos e información sobre los efectos en la salud que nunca antes", opinó Ronholm.
No obstante, no todas las voces se alzaron a favor de la ley, y existen quienes criticaron la aplicación. "Esta legislación no sólo es errónea, sino que también aumenta los costos y la complejidad, afectando en última instancia a la población que más necesita nutrición, al tiempo que altera las regulaciones alimentarias nacionales y causa confusión entre los consumidores", declaró al respecto el Consejo Internacional de Aditivos Alimentarios.