Una mujer británica falleció tras haber sido expuesta, sin saberlo, a un agente nervioso mortal de la era soviética, conocido como Novichok.
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Dawn Sturgess, quien era madre de tres hijos, de 44 años, murió en julio de 2018 luego de rociarse con lo que pensaba era perfume, pero en realidad contenía el letal compuesto químico.
La botella había sido desechada previamente y contenía suficiente cantidad de la sustancia para "envenenar a miles de personas", según revelaron las autoridades británicas en su momento.
El incidente ocurrió meses después de un ataque similar que involucró al ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, quienes fueron envenenados en marzo de 2018 en Salisbury, al suroeste del Reino Unido.
Sturgess fue encontrada inconsciente junto a Charlie Rowley, su pareja, en Amesbury, una localidad cercana al sitio del ataque a los Skripal. Ambos fueron trasladados de urgencia al hospital, pero solo Rowley logró sobrevivir tras recibir tratamiento. El gobierno británico, desde un principio, señaló que Rusia estaba "muy probablemente" detrás del complot.
Al comenzar las audiencias públicas sobre la muerte de Sturgess, el abogado Andrew O'Connor declaró que su clienta había sido víctima de un "escandaloso intento de asesinato internacional".
Señaló que "no es exagerado decir que las circunstancias de la muerte de Dawn Sturgess fueron extraordinarias". Según O'Connor, Sturgess quedó atrapada en el fuego cruzado de un ataque internacional que la involucró accidentalmente en un episodio de envenenamiento con una sustancia diseñada para uso militar.
El frasco de 'perfume', utilizado por Sturges, fue arrojado por los mismos agentes que trataron de asesinar al exespía, dicen autoridades
Las autoridades del Reino Unido consideran que el frasco de perfume que contenía Novichok, utilizado por Dawn Sturgess, fue arrojado por los mismos agentes que intentaron asesinar al exespía ruso Sergei Skripal, lo que vincula de manera "inextricable" ambos casos. El gobierno británico señaló en ese momento a dos agentes del servicio de seguridad ruso como responsables del ataque, quienes presuntamente ingresaron al país con pasaportes falsificados. Un tercer individuo fue acusado de haber planificado la operación.
Sin embargo, Rusia negó cualquier implicación y describió la investigación como un "circo", además de no permitir la extradición de los sospechosos, según lo establece su Constitución.
Por otro lado, el intento de asesinato de Skripal, un objetivo marcado por el presidente ruso Vladimir Putin, generó una crisis diplomática sin precedentes entre Londres y Moscú.
El ataque con Novichok desembocó en la mayor expulsión de diplomáticos entre las potencias occidentales y Rusia, además de provocar una ronda de sanciones limitadas por parte de Occidente. Este incidente agravó las tensiones que ya existían entre ambos países, especialmente tras el envenenamiento por radiación del exagente Alexander Litvinenko en 2006.
Se emitieron órdenes de arresto internacionales para los sospechosos, pero la entonces primera ministra británica, Theresa May, advirtió que la justicia en este caso era una posibilidad remota. En una entrevista reciente con la 'BBC', May expresó su esperanza de que la investigación proporcione algún grado de consuelo a "la familia y los amigos de Dawn Sturgess, al sentir que han llegado a la verdad".
Theresa May, en su declaración, resaltó: “El cierre para todos los afectados solo llegará finalmente con la justicia, y es muy poco probable que se haga justicia”.
Por AFP- Londres.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de AFP, y contó con la revisión de un periodista y un editor.