La lucha en el Eje Cafetero por mantener la palma de cera: la historia para mantener esta planta en el Valle del Cocora

hace 1 mes 30

El soldado James Vallejo Ardila conoce muy bien las semillas que caen de las esbeltas palmas de cera en el Valle de Cocora, en Salento, Quindío. Cada tanto patrulla las montañas de la cordillera Central en busca de las preciadas semillas, que en parte son cubiertas por la maleza y otras plantas del bosque de niebla, ubicado sobre los 2.800 y 3.000 metros sobre el nivel del mar.

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Estas son luego trasladadas hasta las instalaciones del batallón de alta montaña N. 5 ‘General Urbano Castellanos Castillo’ ubicado en Génova, Quindío. Allí cuentan con un vivero que fue modernizado el año pasado para mejorar las labores de reforestación que venían desempeñando los soldados.

En este sitio limpian las semillas, preparan la tierra y las siembran en camas de germinación, donde se tardan entre 7 y 8 meses para brotar, después se trasplantan en bolsas que contienen tierra y abono y permanecen entre 4 y 5 años más hasta que salgan las primeras hojas de la palma, reconocida como el árbol nacional en 1985.

Un joven soldado del Ejército siembra una palma que ya tiene alrededor de 5 años de ser cultivada en el batallón de Génova.

Un joven soldado del Ejército siembra una palma que ya tiene alrededor de 5 años de ser cultivada en el batallón de Génova.

Foto:Laura Sepúlveda

“Mientras más grandes más posibilidades tienen de sobrevivir en el lugar donde serán sembradas”, relató el soldado y viverista.

Los soldados consultan entre los dueños de predios de Salento y otros municipios o la misma comunidad les informa de su interés para que siembren en sus predios las dos variedades de palma de cera con las que cuentan; la Ceroxylon Alpinum- que mide hasta 20 metros y que siembran en Pijao- y la Ceroxylon Quindiuense, que mide hasta 60 metros, y está en Cocora.

En el último año han sembrado 5.000 palmas que germinaron en el batallón de Génova y que fueron trasladadas a Pijao y Salento.

“La semilla cae y ya no crece en el suelo, como pasaba mucho antes, porque los caballos o las vacas se las comen o los turistas las pisan y ahí es donde nosotros entramos a recuperar el ecosistema”, agregó el soldado.

El objetivo de los militares y de los dueños de predios en Cocora es reemplazar las especies mayores que se han ido cayendo pues ya tienen más de 60 años allí.

El primer anillo del tallo de la Ceroxylon Quindiuense se tarda 12 años en brotar de la tierra mientras que crecer verticalmente hasta 60 metros de longitud e imponerse entre el resto de las plantas puede demorarse más de medio siglo. Las hojas de color verde oscuro pueden medir hasta 5 metros y son las primeras en salir a la luz.

“No las podemos sembrar en cualquier sitio. Los propietarios de los predios deben estar comprometidos en hacerle seguimiento y mantenimiento hasta que ellas por sí mismas puedan sobrevivir. Adicionalmente miramos que sea un lugar de sombra y por encima de los 2.400 metros sobre el nivel del mar”, señaló el soldado Alejandro Osorio, gestor ambiental del batallón de alta montaña.

Según cifras del batallón, en los últimos 12 años han sembrado 12.417 palmas en el Quindío.

“No solo hemos sembrado palmas de cera sino también árboles nativos y apoyamos a los gobiernos locales y departamentales donde ellos y la entidad ambiental tienen focalizado para sembrar palmas”, contó el comandante del batallón de alta montaña, teniente coronel Leandro Piamba.

El oficial señaló que, pese a que no reciben recursos para estas labores, el Ejército por disposición del Gobierno Nacional, modernizó los viveros de algunos batallones del país para fomentar los trabajos por el medio ambiente.

“Aunque a nosotros como batallón no nos llega una partida para esto, nosotros lo gestionamos, cada que voy a realizar una siembra nos cuesta dinero y lo que hago es decirles a otras entidades que nos apoyen con bolsas, abonos o con lo que puedan y nosotros hacemos lo demás. Los soldados hacen todo, germinar las semillas, ir hasta el sitio, cavar el hueco, sembrar la planta y muchas veces hasta limpiar las que ya hemos sembrado allí”, afirmó el coronel.

Piden medidas ambientales

El Valle de Cocora es uno de los sitios más turísticos del Eje Cafetero y más emblemáticos para los quindianos por lo que se ha buscado que las alcaldías y gobernaciones de turno inviertan recursos en la reforestación, cuidado y protección de la zona pues desde hace años se lanzó una alerta sobre la pérdida paulatina de las palmas que están en este sector.

Expertos han indicado que estas palmas no pueden sobrevivir si reciben completamente el sol o si están en potreros porque son devoradas o pisadas por las vacas, no obstante, el Valle de Cocora es casi una casualidad de la naturaleza pues la zona está compuesta por predios privados que por años han sido usados para la ganadería. Estas enormes palmas crecen en lugares de sombra y rodeadas de otros árboles que las protejan de los vientos.

Algunos de estos predios han dejado su vocación ganadera y se han convertido en turísticos y han instalado estaciones, miradores, restaurantes y parqueaderos en medio de las palmas.

Pese a los cuestionamientos de los ambientalistas sobre la regulación del ingreso de turistas a la zona debido al posible daño ambiental que se genera en el territorio, los visitantes siguen arribando todos los días del año.

Una joven turista española le contó a este medio que llegó hace unos días al país y quedó atraída por el Valle de Cocora. “Nos habíamos informado desde antes de viajar, nos habían dicho que valía mucho la pena conocer este lugar, también vimos la película Encanto y los pueblitos nos parecían muy lindos. Nos ha parecido muy hermoso, la zona muy verde, las palmeras muy bonitas, todo nos ha encantado”.

El actual alcalde de Salento, Santiago Ángel Morales, señaló que pese a las críticas de algunas personas sí se están sembrando nuevas palmas en el Valle de Cocora. “Hemos hecho la activación ambiental, la siembra de palmas es importante en esa recuperación del desarrollo ambiental para que vaya acompañado del desarrollo turístico”.

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