"La invitación es a la inteligencia colectiva, a ese debate robusto donde puedan hacer un análisis del impacto de la decisión que pueden tomar", es el mensaje de Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), al Congreso de la República por la reforma constitucional que permitiría que los parlamentarios puedan, una vez por periodo, cambiarse de partido sin consecuencias sobre sus curules, también llamada transfuguismo. La iniciativa afrontará este martes su sexto de ocho debates.
¿Qué micos tiene este proyecto?
Alejandra Barrios, directora de la MOE. Foto:MOE
Es una reforma constitucional muy corta donde se están planteando tres cosas: que quienes han sido electos para cargos de corporaciones públicas (Congreso, Concejos, Asambleas, JAL) pueden pasarse de un partido a otro durante los 4 años por una sola vez, cuatro meses antes de elecciones, llevándose la curul. Eso significa que empezamos con una apropiación de la curul. Las curules pasan de ser no de la organización política por la que salió elegida esa persona, sino que pasa a ser una curul de una persona; es decir, no quedo elegido, me compro una curul. En segundo lugar, se señala que no solo lo pueden hacer los congresistas o los que hayan sido elegidos, sino que también lo pueden hacer directivos. Y en tercer lugar se le quita al Consejo de Estado la potestad de disciplinar la doble militancia y lo harían las mismas organizaciones políticas, lo cual tiene ningún sentido. Esos tres temas son los que están cobijados en esta reforma política. De ser aprobados, lo que terminaría es destruyendo completamente nuestro precario sistema de partidos, donde lo que hay que hacer es trabajar por el fortalecimiento de la democracia, mecanismos transparentes de entrega de avales y de selección de candidaturas.
¿Cómo vio la MOE la decisión del Partido Conservador y de ‘La U’ de no apoyar la iniciativa?
Son muy importantes los pronunciamientos de bancada de las dos organizaciones políticas. Conocemos también que hay senadores que no están acompañando el proyecto, pero que no han sacado pronunciamiento de partido. Esta es una propuesta de reforma que no beneficia a las organizaciones políticas, es una propuesta de reforma constitucional que va a empezar a tener nombres propios a finales de este año porque lo que hace es empoderar y fortalecer las capacidades de negociación, de cambio de organización política, de indisciplina partidaria a nivel personal. Vamos a terminar fortaleciendo caudillismos, la personalización de la política y destruyendo la representación colectiva, que es el sentido de la existencia de partidos políticos que son fundamentales para la democracia. Nos guste o no, los partidos políticos siguen siendo la vía más importante para tener un sistema democrático estable y no caudillismos o liderazgos personalistas.
Plenaria del Senado. Foto:SENADO
¿Qué puede significar esto para los procesos electorales?
Imagínese el desorden que vamos a tener para las elecciones de 2026 si a finales de este año empezamos a ver una feria de negociaciones personalistas para pasarse de un partido a otro de acuerdo con las negociaciones que se hagan, si ese partido me ayuda o no con la financiación de las campañas. Habrá gran dificultad para hacer listas cerradas. Si a unos no los ponen en los primeros cinco lugares dirán que se van de ese partido porque otro se lo va a ofrecer. No podemos olvidar que las personerías jurídicas se mantienen a partir de la votación que se tiene en el Congreso de la República. Esto nos va a hacer perder completamente la brújula que tenemos para identificar quién pertenece a qué partido, a qué propuesta, si hay identidad política o ideológica y a qué sector político está representando socialmente. Va a ser un desastre completo en el que los ciudadanos –que ya hoy, con 31 organizaciones políticas no las tienen claras — y si además tienes a los líderes políticos cambiándose de partido cada 4 años vamos a terminar indiscutiblemente con un mapa electoral incomprensible para el ciudadano, que va a terminar votando por personas y no por posturas políticas.
Urnas. Foto:Registraduría
Los defensores del proyecto dicen que hay partidos con caciques que impiden las aspiraciones de sus militantes...
El problema no está en las reglas, el problema está en la debilidad que tenemos en nuestras organizaciones políticas. Es débil porque no tenemos un sistema de partidos de afiliados. Cuando uno va a cualquier otra parte del mundo, en democracias más robustas, tienes partidos de afiliados que tienen procesos de democracia interna, donde hay reglas para la entrega de avales y se hace una carrera política al interior del partido y por eso sabes que puedes aspirar a determinados cargos. En Colombia no. En Colombia tenemos partidos que entregan avales de acuerdo con negociaciones políticas.
¿Entonces qué debería hacer el Congreso?
Caminar hacia el fortalecimiento de partidos políticos democráticos que no sean caudillistas, con cuerpos directivos robustos, con mecanismos de resolución de controversias al interior de las mismas organizaciones. En una organización tú puedes tener tendencias, obviamente hay liderazgos que representan tendencias. Lamentablemente tenemos partidos donde cualquiera se acerca y recibe el aval y luego dicen que se sienten atrapados. Todo eso tiene un vacío hoy. Hacia allá es donde el Congreso debería dirigirse para fortalecer los partidos, pero no destruirlos.
Alejandra Barrios, directora de la MOE. Foto:MOE
¿Qué pasaría con el código electoral si el transfuguismo sale adelante?
El código electoral hay que actualizarlo. Ya no fue con este Congreso, esperamos que sea con el próximo. Es un código anterior a la Constitución de 1991, no incluye nada relacionado con las tecnologías de la información y las redes sociales. Ya hay unos mecanismos que permiten transparentar los procesos electorales y nada de eso está contemplado en la normativa actual. El transfuguismo solo está solucionando un problema que tienen 31 organizaciones políticas para las elecciones del próximo año, no soluciona nada de fondo, lo que está generando es un desorden en materia de sistema de partidos. Vamos a tener organizaciones políticas mucho más débiles, con caudillos y líderes personalistas que van a decidir cómo es la política del país.
¿Qué mensaje final quiere enviarle la MOE a la plenaria del Senado?
Ojalá tengan inteligencia colectiva. Entendemos que lo que se están jugando los senadores y representantes para el próximo año no es menor, se están jugando sus cargos, pero el mecanismo no es este. La invitación es a la inteligencia colectiva, a ese debate robusto donde puedan hacer un análisis del impacto de la decisión que puedan tomar hoy.
Acuerdo entre disidencias del frente 33 y el Gobierno. Foto:
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Redacción Política