La actriz Florence Pugh habla de 'Thunderbolts': una historia de redención, traumas y segundas oportunidades

hace 13 horas 28

En el siempre expansivo Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés), donde héroes impecables cruzan galaxias y el destino a menudo depende de artefactos brillantes o discursos llenos de moralidad, la que es su gran apuesta del año marca un giro radical hacia territorios más sombríos con Thunderbolts, que deja atrás los trajes relucientes para adentrarse en cicatrices emocionales profundas. Y en el centro de todo esto está Florence Pugh, quien asume el control del comando de este grupo de antihéroes caóticos.

Pugh regresa como Yelena Belova, la sarcástica hermana menor de Natasha Romanoff (interpretada por Scarlett Johansson), que debutó en Black Widow (2021). Desde entonces, Yelena se ha convertido rápidamente en una de las favoritas del público, apareciendo en la serie Hawkeye y destacando como una de las figuras más humanas y emocionalmente resonantes del MCU. Pero Thunderbolts es un capítulo distinto. Esta vez, ella no es una aliada ni un alivio cómico: es el núcleo emocional de un equipo tan disfuncional como fascinante.

“Me encantó desde que supe de este personaje porque la encontré divertida, aunque tiene sentimientos encontrados, está enojada con el mundo, y en parte lo abraza como parte suya. Por eso la gente se conecta con ella. Pero en Thunderbolts ahora lidera a un equipo de personas que apenas pueden mantenerse en pie”, comentó la actriz.

Película Thunderbolts, con Florence Pugh, la nueva película de antihéroes de Marvel

Después del estreno del filme, Marvel reveló que estos serán los nuevos Avengers. Foto:Marvel Studios

Ese equipo es en sí como un grupo de inadaptados con heridas profundas. Sebastian Stan regresa como Bucky Barnes, aún atormentado por su pasado como el Soldado del Invierno. Wyatt Russell vuelve a interpretar a John Walker, también conocido como U.S. Agent, un patriota desacreditado que busca redimirse. David Harbour da vida nuevamente al Guardián Rojo, ahora convertido en chofer de limosina que vive recordando glorias de la era soviética. Ghost, interpretada por Hannah John-Kamen, se mantiene inestable y casi desconectada de la realidad, mientras que Taskmaster (Olga Kurylenko) lucha por recuperar su identidad robada. Todos bajo la supervisión de Valentina Allegra de Fontaine, encarnada por Julia Louis-Dreyfus, una operadora gubernamental con intenciones tan turbias como el equipo que ha reunido.

“No están aquí para salvar el mundo como lo haría un Avenger”, explicó el director Jake Schreier. “Están tratando de sobrevivir… y tal vez arreglar una parte rota de sí mismos en el proceso”.

Inspirada libremente en la serie homónima de cómics de 1997 —en la que villanos se hacían pasar por héroes— Thunderbolts lleva esa premisa más allá. Aquí no hay máscaras: son individuos rotos que ni siquiera saben si quieren redención. A diferencia del optimismo limpio de los Vengadores, este grupo opera en una niebla moral constante. Y en medio de todo eso está Yelena, como brújula a regañadientes.

“Esta es una película sobre hacer lo correcto por las razones correctas, no porque seas perfecto, sino porque estás roto y quieres mejorar”, añadió Schreier. “Florence transmite esa tensión en cada escena”.

Película Thunderbolts, con Florence Pugh, la nueva película de antihéroes de Marvel

David Harbour ('Stranger Things') es Alexei Shostakov o Red Guardian. Foto:Marvel Studios

A sus 29 años de edad, Florence Pugh ya es considerada como una de las actrices más versátiles y emocionalmente honestas de su generación. Desde su impactante debut en Lady Macbeth, pasando por el horror psicológico de Midsommar, hasta su nominación al Óscar por Little Women, ha encarnado personajes definidos por conflictos internos. Y esa profundidad se vuelve a notar en Thunderbolts, donde Yelena enfrenta el duelo, la culpa y el vacío que dejó el sacrificio de Natasha en Avengers: Endgame.

“No se trata de salvar el mundo con una sonrisa. Se trata de preguntarse si el mundo vale la pena ser salvado… y si nosotros somos los indicados para hacerlo”, dijo Pugh al respecto de su grupo cinematográfico de Marvel.

En una franquicia acostumbrada a batallas de efectos especiales y amenazas cósmicas, Thunderbolts destaca por su crudeza. La película se sumerge de lleno en la disfunción y el trauma de sus personajes. No hay grandes aspectos de hazañas heroicas, más bien hay sesiones de terapia grupal, discusiones tensas y la constante pregunta de si alguno de ellos merece realmente ser de confianza.

Y en la película hay una escena que ha dado de qué hablar, no solo por lo que revela sobre Yelena, sino por las capacidades de Pugh. En lo que ya se describe como una de las acrobacias prácticas más audaces de la historia del universo cinematográfico de Marvel, la actriz saltó desde el Merdeka 118, el segundo edificio más alto del mundo, para una secuencia crucial. Los ejecutivos de Marvel pensaban eliminar la escena por motivos de seguridad. Pero Pugh no lo permitió.

“Intentaron quitarla y yo les dije: ¿Pero qué carajo? ¡Por supuesto que la vamos a hacer!” Incluso le escribió directamente a Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, para insistir en la escena. “Ese día fue una locura. El control mental que tuve que tener para no entrar en pánico fue monumental, y creo que ese fue mi superpoder”, comentó la actriz.

Pero además de dicha escena, la energía de Pugh en el set fue transformadora para sus compañeros de reparto y el equipo. “Florence es de esas actrices que pueden hacer una escena de pelea, llorar en medio de ella, y hacerte reír 30 segundos después”, dijo David Harbour sobre la actriz. “El dolor de Yelena es su poder, y Florence lo interpreta mejor que nadie”, agregó el actor.

Con Marvel atravesando un momento de transición tras la tibia recepción de The Marvels y Ant-Man and the Wasp: Quantumania, Thunderbolts se perfila como una posible corrección de rumbo. En lugar de viajes multiversales o amenazas intergalácticas, la cinta propone algo más cercano: el duelo, la desilusión y el duro camino hacia la redención personal.

Película Thunderbolts, con Florence Pugh, la nueva película de antihéroes de Marvel

Foto:Marvel Studios

“No está tratando de ser perfecta, solo de ser honesta”, agregó Pugh. “Y en este mundo, ser honesta es peligroso”. Esa brutal honestidad podría ser justo lo que distingue a Thunderbolts. Sus personajes no son símbolos de esperanza, sino sobrevivientes. Personas como Bucky, que aún no logra perdonarse. Como Ghost, que ni siquiera está segura de existir del todo. Como John Walker, cuya insignia patriótica carga más vergüenza que orgullo. Y en el centro de todo está Yelena, incapaz de asumir el rol de heroína, pero también incapaz de darse la vuelta y marcharse.

“Todavía abordo cada escena como si fuera una película independiente”, confesó Pugh. “Quiero saber quién es ese personaje, qué teme, qué desea. Yelena tiene tantas grietas en su armadura, que eso es lo que la hace interesante”.

Con Thunderbolts, Marvel apuesta fuerte por su “escuadrón B” y por Florence Pugh como la actriz capaz de convertir la vulnerabilidad en fuerza. Tal vez este equipo no logre salvar al mundo, pero la película sí podría redefinir lo que una historia de superhéroes puede ser. Y en Florence Pugh, el universo cinematográfico de Marvel parece haber encontrado la voz que necesita para su próxima evolución: imperfecta, con tonalidades oscuras, pero, ante todo, con una narrativa que mantenga el interés de la audiencia.

“Es exactamente lo que este universo necesita ahora mismo”, concluyó Schreier. “Alguien lo suficientemente valiente como para saltar, incluso cuando todo está roto.”

Mario Amaya

Para El Tiempo

Hollywood, California

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