'La virgen roja', dirigida por Paula Ortiz, es un thriller histórico y psicológico inspirado en la vida de Hildegart Rodríguez, 1914-1933 (interpretada por Alba Planas), una joven prodigio española de los años 30, criada y asesinada por su madre (Najwa Nimri) para liderar un movimiento revolucionario: crear a la mujer del futuro, bajo los preceptos de “Freud en el sexo, Nietzsche en el pecho y Marx en la cabeza”.
La película es definida por su directora como “un relato de madres e hijas, y de las contradicciones más profundas del siglo XX. Un relato de superación que se hace las preguntas más esenciales sobre qué es ser mujer y libre”.
La producción tuvo su estreno en la última edición del Festival de Cine de San Sebastián, tuvo éxito en las salas de cine de España y es una de las fuertes candidatas para llevarse varios galardones en los Premios Goya (los más importantes del cine ibérico, que se celebran el 8 de febrero), tras ser candidata en nueve categorías, en las que se destaca mejor dirección (Paula Ortiz), actriz de reparto (Aixa Villagrán) y canción (Maria Arnal). Vale destacar que la crítica y el público se sintieron algo molestos ante la ausencia de sus protagonistas en la lista de nominadas en la categoría de mejor actriz.
Najwa Nimri interpreta a Aurora, la autoritaria madre de la protagonista. Foto:Concha de la Rosa
EL TIEMPO conversó con Alba Planas, una de sus protagonistas, conocida por la serie Skam, sobre el reto que representó para su carrera el papel de Hildegart Rodríguez en La virgen roja, que ya se puede ver en Amazon Prime.
¿Cómo fue su preparación ante un personaje tan complejo?
Lo primero que hice fue documentarme, ya que la historia está basada en hechos reales, tanto del contexto sociopolítico de la época como de las vidas de Aurora y Hildegart Rodríguez. Luego, investigar la filosofía de Hildegart, revisé sus ensayos y teorías sobre la eugenesia, la sexualidad femenina y el aborto regulado. Teniendo todo esto en claro, empezó la lectura de guion con la directora Paula Ortiz, también sesiones de ensayos intensas con mis compañeros Najwa Nimri (Aurora), Aixa Villagrán (Macarena) y Patrick Criado (Abel). Todo este proceso ayudó a que tuviéramos construido los personajes a la hora del rodaje.
¿Usted conocía la historia de Hildegart?
No, la conocí en el casting. Mi padre tenía un conocimiento muy vago, pero para mi abuela sí fue una figura importante. Cuando se enteró de que iba a participar en la película me contó su historia. Sí me llamó la atención que las nuevas generaciones desconozcan la historia de Hildegart.
La película, a pesar de estar ambientada en los años treinta, toca temas muy actuales...
Es así, nos habla de los momentos que vive la sociedad hoy. Creo que también invita a la reflexión, especialmente al público femenino, a veces nos pensamos pioneras de ciertas causas o movimientos, tengo también una sensación un poco amarga de la involución que existe en España con respecto al feminismo y a muchas causas sociales, para que hoy se siga poniendo sobre la mesa los mismos debates que se cuestionaban en los años treinta, como el aborto.
De hecho, en un diálogo de Macarena con Hildegart sobre la libertad y los derechos de la mujer le dice: “Sin dinero las mujeres no somos libres”...
Esa secuencia es una de mis favoritas, lleva al personaje a tierra, también a los espectadores; a veces pecamos de vivir con ciertos privilegios, pero si miramos más allá el nivel de injusticias y de falta de derechos, para muchas mujeres en el mundo sigue siendo un problema muy serio.
Otro matiz que muestra la cinta es la relación entre madre e hija...
La relación Aurora y Hildegart es tóxica, de violencia y maltrato. Es un tema que se habla poco, todos, en menor a mayor medida, hemos tenido conflictos con nuestros padres. Aurora siente que su hija es suya, de su propiedad, y el conflicto surge cuando Hildegart quiere emanciparse.
Después de este papel que marcó su carrera, ¿qué quiere explorar ahora actoralmente?
Espero que el oficio me sorprenda, interpretar personajes que me ayuden a conocerme a mí misma y a la humanidad.
La actriz Candela Peña declaró sobre el Me Too: “He visto mucho, pero no puedo hablar, soy madre soltera de un niño de 12 años que tiene que seguir comiendo, además debo pagarle el colegio”...
Es importante valorar el camino que se ha hecho, pero estoy de acuerdo con Candela, hay muchos casos de Me Too y parece que el mundo está cambiando; pero es un espejismo. Olvidamos los intereses de poder que están por encima de las víctimas. Esto lo he hablado con otras compañeras, si Candela se siente así, imagínate cuando eres una actriz joven, si hablamos, somos las primeras a las que echan de un proyecto. Hay mucho por hacer, especialmente de parte de los productores, se deben tomar acciones reales para proteger a las personas que hayan sufrido un tipo de abuso, que puedan hablar sin el temor de ser canceladas, perder el trabajo o no poder dar de comer a sus hijos.
La película está disponible en Amazon Prime Video. Foto:Concha de la Rosa
¿Alguna mujer la inspira?
Kate Winslet, la admiro como actriz y su forma de pensar; y Emma Thompson, me sorprende siempre con sus interpretaciones.
Dulce María Ramos
Para EL TIEMPO