“La banca en Colombia va bien. Luego de dos años retadores, avanza en su recuperación y contribuye a la reactivación económica del país, entre otras cosas, por cuenta de la implementación del Pacto por el Crédito”. Así lo considera el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, al iniciar su diálogo con este cronista para el diario EL TIEMPO sobre el estado actual de los bancos en el país.
A nivel sectorial, ¿qué ha pasado con los bancos?
Van bien. Se evidencia en que menos entidades están dando pérdidas y estamos en una senda clara de recuperación de la cartera.
Pero la opinión pública considera, al contrario, que las utilidades que muestran algunos balances bancarios son excesivas…
Esta es una narrativa errada que se ha creado y difundido.
¿En qué consiste el error?
El error radica en desconocer las exigencias de capital que tienen las entidades por cuenta de la regulación.
¿Qué tipo de regulación produce ese efecto?
Vayamos a las cifras: mientras las utilidades de la banca son cercanas a $ 8 billones anuales, hay otros sectores que logran utilidades superiores a $ 15 billones o incluso superiores a $ 30 billones. Además, si ponderamos la utilidad por el capital invertido, lo que en finanzas se conoce como el ROE (un índice financiero que indica la eficiencia con la que una empresa genera ganancias a partir del capital de los accionistas), la banca tiene apenas el 7 por ciento de rentabilidad, mientras que la mayoría de los sectores de la economía supera el 10 por ciento, incluso llegan hasta el 24 por ciento.
¿Con esa baja rentabilidad que, según usted, tiene la banca, hay entidades financieras en dificultades?
Actualmente, de los 30 bancos existentes, seis están registrando pérdidas, un número inferior a los 8 que tuvieron resultados negativos en 2023 o a los 11 de 2024.
¿Hemos llegado a estar cerca de una crisis financiera?
No. Eso vale la pena aclararlo. El sector no ha estado cerca de una crisis financiera. La institucionalidad del sector, con adecuada supervisión, adopción de estándares internacionales y cumplimiento de exigencias regulatorias, la ha mantenido como un pilar de estabilidad macroeconómica del país. La estabilidad financiera es uno de los mayores activos de los colombianos.
¿Pero existen algunos riesgos que corren hoy los bancos?
Las entidades bancarias se encuentran superando la etapa baja de un ciclo económico especialmente marcado, con lo que la cartera sufrió caídas considerables en los últimos dos años, que estuvieron acompañadas de elevados niveles de vencimientos. Esperamos que en 2025 se consolide la recuperación del sector, con un crecimiento de la cartera ya en terreno positivo, alrededor del 3 por ciento real anual, y vencimientos alrededor del 4 por ciento.
¿Una banca incluyente no haría a este país más equitativo?
Indudablemente, la inclusión financiera habilita más caminos para mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza y aumentar la equidad. Por eso, en la última década la obsesión del sector fue universalizar el acceso a productos y servicios financieros y ya estamos muy cerca de lograrlo: el 96 por ciento de los adultos en Colombia tienen al menos un producto financiero. ¡Hoy más personas tienen productos financieros que las que saben leer y escribir!
Jonathan Malagón Foto:Asobancaria
¿Y eso que ha significado para ustedes?
Que nuestro trabajo se centre en profundizar el acceso el crédito. En los próximos años debemos aumentar la inclusión crediticia del actual 51 por ciento a más del 60 por ciento.
¿Por qué los colombianos no tenemos la cultura del ahorro?
En Colombia, el 58 por ciento de los adultos son ninis financieros, es decir, ni ahorran ni invierten. Esta realidad se explica, en gran parte, por la informalidad laboral, los ingresos bajos o inestables y la urgencia del gasto diario.
Hay quienes consideran que la banca en Colombia es un oligopolio…
No. Hoy en el país hay 30 entidades financieras en funcionamiento, 8 entidades más de las que había hace una década. Además, los márgenes de intermediación se han mantenido en los niveles más bajos del siglo, un indicador que muestra la elevada competencia del sector, incluso en comparación con otros países de América Latina, según diversos estudios.
¿Sí es la banca motor de la economía?
Por supuesto. La banca impulsa el crecimiento al financiar el consumo, la inversión empresarial, la vivienda y los grandes proyectos de infraestructura. A través del crédito, llegamos a todos los sectores. Por cada peso de crédito otorgado se genera 1,9 pesos en la economía.
¿Qué tan lejos estamos de la inclusión financiera?
La inclusión financiera en Colombia está muy cerca de ser universal: el 96 por ciento de los adultos en Colombia cuentan con al menos un producto financiero. De los 38,5 millones de adultos, solo hace falta incluir financieramente a 1,5 millones.
Pero aún hay muchas brechas...
Por supuesto, seguimos trabajando para cerrar la brecha de género, que actualmente está en 7 puntos porcentuales, así como en reducir la brecha regional. Hoy, en Colombia, las ciudades presentan un acceso del 100 por ciento, el mismo que Singapur; en las zonas rurales ese número es del 70 por ciento, el mismo que Costa Rica; pero en la ruralidad dispersa es de apenas el 55 por ciento, al mismo nivel de Senegal.
Jhonatan Malagón, cabeza de Asobancaria, en un consejo económico con el presidente Gustavo Petro. Foto:Presidencia
Hablando de usted y al margen del tema bancario, ¿por qué ha perdido tanto peso?
Han pasado muchas cosas en mi vida recientemente. La más importante es que tengo dos niños de 1 y 2 años, me estoy cuidando por y para ellos. En los casi 4 años que fui ministro subí 10 kilos, en los últimos dos años y medio los he bajado con ejercicio y buenos hábitos alimenticios. Tampoco me obsesiono con eso.
¿Tan intenso es el trabajo al frente de la banca?
Es profesionalmente retador e intelectualmente desafiante.
A propósito, ¿cómo va el país?
El país está en camino de consolidar su recuperación. Con la inflación acercándose al 4 por ciento, se abre espacio para una política monetaria cada vez más expansiva. Proyectamos un crecimiento cercano al 2,8 por ciento en 2025, al que se sumará el impulso del Pacto por el Crédito, que podría aportar hasta 0,5 puntos adicionales.
¿Qué petición les haría hoy a las autoridades monetarias?
Confiamos plenamente en el rigor técnico que caracteriza al Banco de la República. Por ende, esperamos que siga evaluando con detenimiento el entorno económico para tomar decisiones que estimulen demanda y crédito, sin descuidar la estabilidad de precios. Hoy más que nunca se requiere una política monetaria que ayude a acelerar la recuperación sin comprometer el ancla de la inflación.
¿Cómo van los desembolsos del Pacto por el Crédito acordado con el Gobierno?
El Pacto por el Crédito ha dado muy buenos resultados. En los primeros ocho meses de esta iniciativa hemos desembolsado $ 102 billones a los cinco sectores estratégicos: vivienda e infraestructura, manufactura y transición energética, agropecuario, turismo y economía popular.
Si comparamos con la línea base del periodo anterior al pacto, ¿qué resulta?
Se han realizado desembolsos adicionales por $ 37 billones, lo que representa casi dos terceras partes de la meta proyectada de $ 55 billones adicionales, en el 44 por ciento del tiempo propuesto. Aunque persisten algunos retos, el pacto avanza y va por buen camino.
Pero el Presidente dijo que el Pacto por el Crédito no ha funcionado y no han llegado recursos a la economía popular…
El Pacto por el Crédito ha funcionado, se han desembolsado $ 63 billones al sector manufacturero, $ 21 billones a vivienda, $ 12 billones al agro, $ 3 billones a turismo y $ 2,3 billones a economía popular. Las micro y pequeñas empresas han recibido el 46 por ciento de los desembolsos del pacto, mientras que antes de la iniciativa recibían menos del 40 por ciento.
Pero le insisto sobre la preocupación del presidente Petro…
La preocupación del Presidente se da porque la meta en economía popular es mucho más ambiciosa que en el resto de los sectores. Se acordó que en economía popular los desembolsos crecieran el 71 por ciento, mientras que en el resto de los sectores se debe crecer alrededor del 27 por ciento. La banca está comprometida con la economía popular y trabaja día a día en iniciativas que permitan profundizar el otorgamiento de crédito a este sector.
¿Cómo hacer para que el Pacto por el Crédito llegue más a la economía popular?
Primero, el sector está trabajando en tres iniciativas principalmente. La primera la hemos denominado las ‘Tomas regionales de la economía popular’, donde las entidades financieras llevan su oferta de servicios y productos directamente a los microempresarios.
Ustedes tienen dentro de dos semanas su encuentro anual, ¿qué panorama le van a presentar al país en la próxima Convención Bancaria?
La Convención Bancaria será el espacio para escuchar las voces de diversos sectores del país, entablar diálogos y llegar a consensos sobre las problemáticas estructurales. En este espacio se trazarán las líneas de acción para que Colombia alcance su crecimiento potencial de 4 por ciento de manera sostenida en el largo plazo. Contaremos con conferencistas de primer nivel, incluso con el premio nobel de economía Paul Romer.
Hablando de internacionalización, ¿qué prevén los bancos en medio de la turbulencia mundial?
A pesar de que los riesgos externos han aumentado y la incertidumbre local en materia de sostenibilidad de las finanzas públicas persiste, la economía colombiana se mantendrá resiliente durante este año. Sin embargo, será fundamental redoblar los esfuerzos para alcanzar la meta de balance fiscal del Gobierno Nacional conforme a lo establecido por la regla fiscal.
Esta semana, la asociación bancaria me otorgó el honor de entregarme una medalla en reconocimiento a la vida y obra de un periodista. ¿A quién debo agradecerle?
A toda la banca; su labor ha sido fundamental para el fortalecimiento de los medios de comunicación y la democracia en nuestro país.
Le ruego que transmita, por favor, mi infinito agradecimiento.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO