El ayuno intermitente ha ganado notoriedad como una práctica vinculada a la salud y el bienestar, especialmente en los últimos años. Sin embargo, aunque se le han atribuido diversos beneficios, su impacto directo en la prolongación de la vida humana sigue siendo un tema de debate en la comunidad científica.
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¿Qué revelan los estudios?
Un análisis exhaustivo publicado en 'The New York Times' por Dana G. Smith revisó una serie de investigaciones realizadas a lo largo de décadas sobre animales. El objetivo de estos estudios ha sido explorar si la restricción calórica, una práctica que incluye al ayuno intermitente, puede reducir enfermedades crónicas asociadas con el envejecimiento y, por ende, aumentar la longevidad.
Aunque los resultados sugieren ciertos beneficios, las conclusiones aún son inconclusas y contradictorias. Algunos estudios han mostrado que la restricción calórica podría mejorar la salud metabólica, forzando al cuerpo a utilizar fuentes de energía distintas a la glucosa, lo cual podría tener efectos positivos a largo plazo. Sin embargo, la evidencia no es lo suficientemente robusta como para confirmar si este tipo de prácticas efectivamente prolonga la vida humana.
El ensayo clínico Calerie
Uno de los estudios más relevantes en humanos es el ensayo clínico Calerie, en el que participaron 100 adultos sanos sometidos a una restricción calórica intermitente.
Los resultados mostraron mejoras en la salud cardiometabólica de los participantes, con reducciones en la presión arterial, mejor sensibilidad a la insulina y menores niveles de ciertos marcadores inflamatorios. No obstante, aunque estos beneficios a corto plazo son prometedores, la ciencia aún no puede afirmar con seguridad si el ayuno intermitente realmente contribuye a vivir más tiempo.
Aunque el ayuno intermitente ha demostrado efectos positivos en aspectos como la salud cardiovascular, la quema de grasas y la regulación del azúcar en sangre, es crucial tener en cuenta los riesgos asociados a su práctica.
En casos extremos, el ayuno prolongado o mal gestionado puede llevar a deficiencias nutricionales, pérdida muscular e incluso trastornos alimentarios. Por ello, es fundamental practicar el ayuno de manera responsable y siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Beneficios potenciales del ayuno
- Quema de grasas
- Mejora del metabolismo
- Regulación del azúcar en sangre
- Beneficios cardiovasculares
- Fortalecimiento del sistema inmunológico
- Mejora de hábitos alimenticios
- Reducción de la inflamación
Si bien el ayuno intermitente presenta potenciales beneficios para la salud, la ciencia aún no ha demostrado de manera concluyente que esta práctica contribuya directamente a la longevidad. Por ello, es importante mantener una postura informada y equilibrada al considerar el ayuno como parte de una estrategia de salud a largo plazo.
Agostina Olguín / Portafolio
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de Portafolio y contó con la revisión de una periodista y un editor.