Glenn Close recordó sus años en una secta y reveló sus estrategias para 'escapar' del adoctrinamiento: 'Estábamos quebrados mentalmente'

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A lo largo de los años, varias celebridades han compartido sus experiencias dentro de sectas, revelando cómo estas dejaron una huella en sus vidas. Michelle Pfeiffer, Joaquin Phoenix y Winona Ryder son solo algunos ejemplos. 

Glenn Close, protagonista de 'De vuelta a la acción', se unió a esa lista, recordando los años que vivió en un grupo religioso y cómo su imaginación se convirtió en una herramienta crucial para sobrevivir.

Una infancia marcada por el Moral Re-Armament

La primera vez que Glenn Close habló públicamente sobre su experiencia en una secta fue en la docuserie 'The Me You Can’t See', transmitida en Apple TV+. Allí relató cómo su padre, un prestigioso médico, decidió unirse a una organización religiosa conservadora llamada Moral Re-Armament. Este grupo sostenía que la transformación moral de las personas podía evitar la guerra. Su decisión llevó a toda la familia a trasladarse a Suiza, donde vivieron en los cuarteles de esta organización. La actriz permaneció bajo la influencia de este grupo desde los 7 hasta los 22 años.

“Por cómo habíamos sido criados, todo lo que hacíamos por nosotros mismos ellos pensaban que era egoísta. Nunca íbamos de vacaciones o teníamos objetos que no hubiesen venido de otros. Estábamos tan quebrados mentalmente... Es increíble cómo algo que te pasa cuando eres tan pequeño tiene el poder de ser tan destructivo. Creo que es un trauma infantil, por la devastación emocional y psicológica de la secta”, expresó Close en esa ocasión. Este relato formó parte del documental dirigido por el príncipe Harry, Oprah Winfrey y Asif Kapadia.

Imaginación como refugio para sobrellevar el adoctrinamiento

En una reciente entrevista con 'Today’s Sunday Sitdown', la actriz, de 77 años, reveló cómo su “imaginación activa” fue fundamental para resistir el adoctrinamiento del Moral Re-Armament y su líder, el reverendo Frank Buchman. “Desde muy temprana edad, cuando corríamos en la campiña de Connecticut, siempre tuve una imaginación increíblemente activa. En esos momentos, a veces podía salir de situaciones con mi imaginación y no dejar que me afectara tanto como podría haberlo hecho. Creo que eso es lo que literalmente me mantuvo en el camino de hacer lo que quería hacer a una edad muy temprana, que era ser actriz”, relató.

Close también reflexionó sobre la relación con su padre, quien tomó la decisión de involucrar a la familia en este grupo religioso. Aunque le reprochó esa decisión en el pasado, ahora asegura haber encontrado una manera de perdonarlo. “Perdoné a mis padres por lo sucedido, supongo que tuvieron sus razones, pero sus acciones afectaron profundamente a sus hijos, quienes debieron aferrarse a algo para sobrevivir; yo me aferré a la actuación”, dijo en una entrevista con People.

Secuelas emocionales en su vida adulta

Aunque Close dejó la secta a los 22 años, mientras estudiaba actuación en la universidad, confesó que las cicatrices de esa etapa influyeron en su vida adulta, particularmente en sus relaciones personales. “Debido a la devastación emocional y psicológica que provoca la secta, no he tenido éxito en mis relaciones ni he podido encontrar una pareja permanente, y lo lamento”, admitió la actriz, quien estuvo casada en tres ocasiones.

Sobre las dificultades para superar esas heridas, expresó: “Creo que estar conectados de esa manera es parte de nuestro estado natural. No creo poder cambiar nunca esos puntos de sensibilidad, pero al menos puedo estar consciente de ellos y evitar situaciones que me vuelvan vulnerable, especialmente en las relaciones”.

Una vida plena a pesar de los desafíos

En la actualidad, Close afirma sentirse feliz y en paz consigo misma. Durante una entrevista en 'The Drew Barrymore Show', donde promocionó su nueva película, compartió: “Siempre estoy dispuesta a todo, pero ahora mismo estoy muy feliz”. 

Aunque se considera demasiado tímida para utilizar aplicaciones de citas o asistir a reuniones sociales, aseguró: “No estoy buscando porque, en realidad, no soy una persona que se sienta muy cómoda socialmente, así que no me animo a ir a una fiesta. Así que sí, estoy bien”.

La Nación (Argentina) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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