‘Gladiador 2’, un regreso con más tragedia y épica

hace 5 meses 27

Hace 24 años, Máximo Décimo Meridio tuvo la venganza que tanto buscó en Gladiador. Le arrebató la vida a Cómodo como él lo hizo con su esposa y su hijo. Y, aunque se creía que el universo de Gladiador de Ridley Scott había terminado con esa primera película tan exitosa –que cosechó cinco premios Óscar en 2021, incluyendo mejor película–, lo cierto es que el director británico, a los 86 años, encontró otra arista para seguir desarrollando esta historia tan apasionante y épica situada en la antigua Roma.

Conforme a los criterios de

Este jueves se estrenó en salas de cines la que es quizás la película más esperada de fin de año, Gladiador 2. Y su historia viene renovada, como con su reparto. Eso sí, hay rostros conocidos y personajes que regresan en esta segunda entrega centrada en Lucio Vero, nieto del fallecido Marco Aurelio e hijo de Lucila, interpretada nuevamente por Connie Nielsen.

Russell Crowe le da paso entonces a Paul Mescal (Aftersun) para protagonizar esta nueva entrega de Gladiador 2, y continuar con el legado de un clásico que marcó la historia del cine y a los fanáticos del mundo antiguo romano. Ahora, y debido a la muerte de su tío Cómodo, un Lucio de 12 años se exilia para evitar su muerte, pues por la línea de linaje es el heredero natural, adoptando el nombre de Hanno. Mientras crece en Numidia, norte de África, como un bárbaro, el imperio queda en manos de tiranos y corruptos como los hermanos Caracalla y Geta. Las historias de Máximo y Lucio son diferentes, pero se encuentran en algo sustancial y lógico: ser gladiadores y hallar la gloria en el combate.

La violencia, las batallas heroicas, los coliseos enardecidos y hambrientos de muerte, las conspiraciones y las armaduras son de nuevo el centro del universo de Gladiador de Scott, con el que habla de conceptos tan universales como la venganza, la ira, la dignidad, el honor y la redención.

El reparto lo lidera Mescal, interpretando a Lucio 16 años después de la muerte de Máximo, seguido por Pedro Pascal (The Last of Us), que da vida al general romano Acacio; Denzel Washington (Training Day), en el papel de Macrino, quien compra a Lucio cuando cae como esclavo a manos de los romanos; Joseph Quinn (Stranger Things), que será uno de los despiadados gemelos gobernantes.

Todos los caminos...

Una vez que nos aferramos a él como un joven enojado, exiliado y abandonado, y comprometido con destruir la ciudad que lo vio nacer y lo traicionó, nuestra historia comenzó a desarrollarse

Cuando los guionistas, productores y Scott llegaron a Lucio como personaje con posibilidades narrativas, entendieron que por fin tenían material para hacer una segunda parte de Gladiador. “Una vez que nos aferramos a él como un joven enojado, exiliado y abandonado, y comprometido con destruir la ciudad que lo vio nacer y lo traicionó, nuestra historia comenzó a desarrollarse. Lucio querría estar en cualquier lugar menos en Roma, y, sin embargo, todos los caminos lo llevarían allí”, dice Lucy Fisher, una de las productoras.

Mescal logró conectar con un Lucio que hizo reset en su vida sin olvidar sus raíces. Pero el recuerdo de estas se alimenta a través de la ira, emoción central para sacar lo mejor y lo peor de él a lo largo de la película. Pese a su historia de abandono y su deseo de venganza contra Acacio, quien mató a su esposa bárbara, Arishat (Yuval Gonen), Lucio comparte el sueño de su abuelo Marco Aurelio de una Roma para los romanos, libre del yugo de los tiranos. Y esa se convierte en su motivación cuando le da significado a ese origen.

Una vez definida la historia por desenvolver con su personaje principal, el reto era garantizar y superar en espectacularidad y visceralidad los enfrentamientos de los gladiadores. Y la película lo logra.

Denzel Washington sostiene que Scott logró construir un mundo en sí mismo en que todos estuvieron inmersos en la antigua Roma, viviendo la característica inherente a esa época: la monumentalidad. No solo de los espacios y las construcciones, sino del pueblo, de los ejércitos, de la riqueza y del mismo poder.

Justo Macrino, el personaje de Washington, es el ejemplo de que la búsqueda ambiciosa de poder es la tumba de cualquier hombre. “Está ebrio de poder, y el poder es una droga adictiva. Una vez que lo tienes, no puedes vivir sin él”, describe el actor a Macrino, quien usa a Lucio para cumplir su objetivo.

Los otros personajes

Pedro Pascal interpreta al general Acacio, formado como oficial durante los tiempos de Máximo, pero que propiamente no aparece en Gladiador. En la segunda entrega, tras un salto narrativo que poco se explica, Acacio se casa con Lucila y comparte sus ideas de un imperio liderado por el Senado. Aunque se muestra como un general despiadado que cumple las órdenes de los hermanos Caracalla y Geta, es un hombre devoto a su esposa y a la idea de una nueva Roma. “Es un villano y un héroe a la vez”, describe el productor Douglas Wick.

En Gladiador 2 Lucila logra un papel mucho más activo por la preponderancia que toma su personaje al ser la hija de Marco Aurelio y también por su paso en la primera película. Cansada del nefasto gobierno de los hermanos y querida por la mayoría del Senado, con Acacio planean la deposición de Caracalla y Geta, pero fracasan en el intento y mueren confiando en la redención que Lucio llevará al imperio.

La relación de Lucila y Lucio pasa del rompimiento al perdón en un desarrollo que tuvo poco fondo, pero que conmueve por el peso de la historia que lleva a cuestas Lucio, que acepta su destino.

Por último, están los hermanos Caracalla y Geta, interpretados por Fred Hechinger y Joseph Quinn, quienes logran transmitir la inmadurez, la impulsividad y la imprudencia del poder.

Paul Mescal poco a poco se ha hecho un nombre en la industria.

Crowe en la primera película de 'Gladiador'.

Foto:IMDb / Póster oficial de ‘Gladiador’

Era más que anunciado que Russell Crowe no participaría en Gladiador 2, pero Máximo se sintió a lo largo de esta. No solo en la intro, lo que también vale rescatar de la película por la decisión de usar imágenes pictóricas en movimiento para recordar la venganza de Máximo sobre Cómodo, sino porque implícitamente se lo recuerda en sus batallas y sus maneras, que se reflejan en Lucio, en sus frases, en su armadura y espada.

Gladiador 2 copia de las fórmulas de la primera película, la violencia y las batallas, a un nivel superior de espectacularidad, tecnología y recursos. Logrando, por supuesto, la entretención y la admiración a ese antiguo mundo romano. Por momentos, se vieron algunas escenas poco creíbles como la de los tiburones en el coliseo.

Algunas críticas se han centrado en la falta de originalidad de los elementos de la historia, incluso en inconsistencias históricas, pero más allá de eso Gladiador 2 seduce y cumple la tarea de la tragedia y la épica que prometía. Seguramente el clásico siempre será el clásico y es difícil reemplazar los logros de la primera entrega; sin embargo, como producto esta nueva cinta se sostiene por sí sola. Y eso se celebra en una secuela y en el nuevo final que ofrece Scott de la franquicia de Gladiador.

REDACCIÓN DOMINGO

Leer Todo el Artículo