Desde hace ocho meses entró en funcionamiento Flow, el primer centro de felicidad de Colombia que está ubicado en la universidad del Sinú, en Córdoba. En tan poco tiempo se convierte en un epicentro de reconocimiento a nivel internacional, pues ganó el primer lugar en la Bienal de Arquitectura de Nueva York, en la categoría de Profesionales de Arquitectura, Interiorismo y Urbanismo
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Este centro fue estratégicamente elaborado para la gente interesada en el bien ser y bien- estar, la palabra ‘Flow’, lo ven como ‘la teoría del flujo’ con el fin de que el ser humano tenga la capacidad de estar en el aquí y en el ahora para explotar al máximo el funcionamiento óptimo de alto rendimiento.
Este lugar se hace especial porque su creación se hizo con una estrategia interesante denominada la neuro bioarquitectura, que se basa en crear espacios que afecten de manera positiva la mente, las emociones y el bienestar de las personas.
Andrea Ortega, de 42 años, quien hoy es Vicerectora encargada de innovación y desarrollo de la Universidad del Sinú, es quien está detrás de ‘bambalinas’ de este lugar, una monteriana que se ha dedicado toda su vida a la psicología positiva y sacó provecho de sus conocimientos para implementar ‘Flow’ que actualmente es gratuito y puede ingresar todo público que, incluso, no pertenezca a la institución educativa.
Este lugar está fundamentado en el yoga, en el reconocido método de mindfulness y meditación. A penas con ocho meses ya se han beneficiado 12.500 personas quienes manifestarían tener una mejoría en su salud mental.
“Este lugar es una mezcla arquitectónica y la neuro bioarquitectura. Esa mezcla de lo científico y la mística que hay allí como las clases son gratuitas cinco veces al día al público general ocasiona un impacto social, aquí hay un impacto social, aquí hay inclusión, eso es algo innovador”, comentó Ortega.
La mujer explicó no solo es para yoga o meditar, también es para que la gente pueda ir a dormir y descansar.
Recalcó algo importante que está sucediendo actualmente en la realidad de los jóvenes en el que no hay bases fortalecidas para enfrentar problemáticas y adversidades de la vida, por eso Flow se convierte en una zona de bienestar integral. Recordó que a sus 17 años sufrió de depresión y en su caso, hubiera querido recibir este tipo de ayudas.
“Le decimos a la gente que no cree en esto, dese una oportunidad, que experimente, y luego solos se dan dando cuenta que salen de una clase, ya se sienten diferentes, ósea sí funciona. Hay cientos de meditaciones y yoga totalmente gratis, puede hacerlo en una hora, cinco minutos, 10 minutos. Se requiere una campaña del gobierno y desde diferentes sectores para que la gente entienda de los beneficios de las prácticas de su vida cotidiana”, expresó.
¿Qué viene para Flow?
Flow se quiere convertir en un centro más formal y expandirlo a otras regiones del país para que ese convierta en un modelo replicable en diferentes universidades de Colombia y posteriormente a nivel internacional.
El éxito de este proyecto es lograr un bienestar emocional. “ Busca convertirse en inspiración, en un faro, en modelo, nos han hecho entrevistas en otros países, no me interesa facturar o vender, es impactar al mundo”, dijo Ortega.
La colombiana que se crió en Montería indicó que esto es lo único que quiere generar como ciencia de la felicidad.
Dio a conocer que, en proceso está IKIGAI, que significa propósito japonés, será el primer parque temático en el mundo dedicado al propósito de vida que representa la misión y vocación del ser humano, con la intención de que las personas interioricen para qué vinieron a la vida.
“Eso se llama la arquitectura de la paz, en el que las personas puedan reflexionar el por qué están aquí, qué le gusta. Habrá un mural de 500 metros, tendrá las pequeñas estaciones para que se reflexionen sobre su propósito de vida. Será inaugurado en agosto del próximo año”, concluyó.
Melissa Múnera Zambrano
Redacción Nación EL TIEMPO