La mañana el día de Acción de Gracias, los residentes de un condominio ubicado en Ormond Beach, Florida, se aterrorizó al darse cuenta que un hombre estaba disparando a las casas. Las autoridades respondieron y todo terminó de manera fatal.
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El sheriff del condado de Volusia, Mike Chitwood, compartió con el medio CNBC News, que nunca había visto algo así en sus 37 años de servicio. De hecho, Jason Valiant, un residente del condominio Kingston Shores, en donde ocurrieron los hechos, dijo que normalmente dejan las ventanas y las puertas abiertas por la noche, debido a que nunca habían vivido una situación como esa.
Según compartió el habitante, se encontraba en pijama cuando los agentes comenzaron a golpear a su puerta y lo evacuaron a él y a otras personas en el lugar debido a la amenaza que representaba un hombre que estaba disparando.
A pesar de que, afortunadamente, ningún agente o residente resultaron heridos, la situación fue realmente tensa pues el tirador, identificado como Joseph Difusco, comenzó a disparar al azar y cuando los agentes llegaron, se enfrascaron en una negociación que duraría horas.
De acuerdo con el informe policial, a pesar de los intentos de los agentes por calmar al hombre, Difusco disparaba cada vez que intentaba negociar con él y, dado que contaba con múltiples armas, siguió poniendo en peligro al vecindario y a los oficiales. Tras varias horas, finalmente los oficiales pudieron acceder a su casa y el sheriff confirmó que tuvieron que disparar al hombre y matarlo.
Hombre que aterrorizó un condominio en Florida sufría una crisis de salud mental
El caso del hombre que comenzó a disparar en un condominio de Ormond Beach, en Florida, generó tensión y miedo por varias horas, y las autoridades confirmaron que antes de que los hechos ocurrieran, el tirador se había comunicado con ellos.
En el informe del sheriff del condado de Volusia que fue citado por WELSH, se aseguró que el tirador, Joseph Difusco, un veterano y delincuente convicto de Connecticut, sufría una crisis de salud mental, por lo que los agentes ya habían respondido para ayudarlo. Sin embargo, el hombre se negó a ser atendido por profesionales médicos y comenzó a disparar contra los residentes y sus casas.
Cuando vio a los agentes, se escondió en su casa, pero dado que no estuvo dispuesto a negociar, alrededor de dos horas después, comenzó a disparar nuevamente, esta vez en contra de los vehículos de la policía.
El sheriff Chitwood calculó que el hombre realizó alrededor de 200 disparos. "Algunos de los departamentos están llenos de basura. La fachada está completamente destruida por los disparos", detalló.