En entrevista con EL TIEMPO, Carlos Fernando García Manosalva, habla de su intempestiva salida de la dirección de Migración Colombia y entrega un balance de sus dos años de gestión en la entidad. Dice que, bien sea dentro del Gobierno o por fuera, seguirá trabajando por el proyecto político que lidera el presidente Gustavo Petro.
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¿Su salida fue una sorpresa, que pasó?
Los motivos que tengo son fundamentalmente de índole personal y quisiera agregar que mi compromiso también personal es con el gobierno del cambio, con el gobierno de Gustavo Petro. Seguiremos trabajando por fuera o por dentro del Gobierno, pero contribuyendo al cambio que este país ha solicitado al elegir el Pacto Histórico en cabeza de Gustavo Petro.
¿Lo veremos, entonces, pronto de nuevo en el Gobierno?
Es posible que yo pueda volver a trabajar con el Gobierno, sí.
¿Qué balance hace de su gestión en Migración Colombia?
Nosotros recibimos una Migración Colombia en un estado crítico. Me refiero, por ejemplo, a que el sistema tecnológico que maneja Migración Colombia es uno de los más grandes en cuanto en cuanto al manejo de cifras y datos que tiene el Estado colombiano, junto al Dane. Este diseño tecnológico estaba haciendo aguas, pero hoy lo hemos modernizado y tenemos un aparato tecnológico mucho más fuerte. Esto ha conllevado a que hoy en día hayamos entregado 700.000 documentos de Permiso de Protección Temporal (PPT) para la población venezolana, lo que incide decididamente en la integración de esta población a la sociedad colombiana para que las personas puedan trabajar, para que sus hijos puedan estudiar, para que puedan ser atendidos por el sistema de salud colombiano. Un estudio reciente de la Universidad del Rosario habla de las contribuciones de la población venezolana que ha sido regularizada. Y nosotros saludamos este estudio, sobre todo porque deja ver y permite ver que, a los cinco años en promedio, las personas que han llegado al país se han integrado, están trabajando, están pagando impuestos, y esto redunda en el beneficio de la población colombiana. A la población venezolana la vemos como una contribución para el fortalecimiento del sistema de seguridad social en Colombia hacia el futuro.
¿Queda la entidad al día con la emisión de los PPT en curso?
Las personas que se registraron fueron cerca de 2 millones y medio, osea que faltarían eventualmente medio millón. Pero de ese medio millón han salido del país cerca de 178.000 personas rumbo al norte, creemos nosotros que hacia los Estados Unidos, y esto ya reduce el número de personas que están en Colombia que inicialmente se habían registrado.
¿Por qué las dificultades para entregar esos documentos?
Ese problema realmente fue un problema que tenía el gobierno pasado, lo subsanamos con un mecanismo que se llama PPT en un día, que funciona desde el 1 de enero de 2023, y nos permitió garantizar que la población que estaba a la expectativa de tener su PPT lo pudieran resolver rápidamente. Hubo una jornada en Bogotá recientemente donde asistieron entre 16.000 y 18.000 personas. Igualmente en Cúcuta con 12.000 personas en cuatro días. En estas jornadas se entregaron un número equivalente de documentos. Igualmente esperamos seguir entregando los documentos. Ahora bien, Migración Colombia no produce solamente permisos de protección temporal. Vamos a firmar un decreto del Gobierno Nacional para regularizar a aquellos padres, tutores y responsables de menores de edad venezolanos. Esto va a beneficiar a cerca de 500 mil personas. Entonces, los nuevos retos de Migración Colombia son regularizar a estas personas. En tres meses estaremos empezando ya a regularizarlas y tenemos ese tiempo para alistarnos después de la firma del documento por el presidente o por su encargado.
¿Cuántos venezolanos hay, a fecha de hoy, en condición irregular?
En condición irregular creemos que puede haber cerca de entre 200 y 300 mil personas.
Usted sale con una investigación abierta por parte de la Procuraduría por el contrato suscrito con la Imprenta Nacional para producir las cédulas de extranjería. ¿Qué comentario tiene frente a esto?
Han habido dificultades. A la Imprenta Nacional la venían dejando anteriores gobiernos en el abandono. Hoy en día lo que vemos es una Imprenta que comienza a robustecerse de nuevo en sus capacidades. No ha sido muy fácil y como ustedes sabrán, el director y otros funcionarios como el secretario general, el director jurídico, tenemos un proceso por parte de la Procuraduría General de la Nación en torno al tema de la contratación de las cédulas de extranjería.
¿Por qué han tenido problemas con la producción de las cédulas?
El ruido inicial ha sido debido a la decisión que tomó el gobierno. Había una firma que, como todos conocen, ha venido manejando incluso los procesos electorales, la producción de documentos de identidad. El que lo maneje una firma, una entidad privada, es un problema para el Estado colombiano y es un problema para los colombianos, que esa información puede tener cualquier otro tipo de fin. El Estado es el que originalmente representa a la sociedad colombiana y como tal es el Estado el que debe empoderarse para garantizar la producción de este tipo de documentos. Los problemas centrales han tenido que ver con los problemas de cualquier proceso de producción y tiene que ver con temas de calidad, de tiempos, que poco a poco los hemos ido ajustando al punto en que hoy podemos informarle al país que las cédulas que se están entregando. Hasta ahora son 9.000, que se están entregando con una calidad muy buena que no existía anteriormente.
¿Cuántas faltan por entregar?
Son 6.000 las que están pendientes.
¿Qué decirle a las personas que se han visto afectadas con el incumplimiento en la entrega de documentos?
Para garantizar que estas personas tuvieran la certeza que iban a recibir el documento, hemos comenzado a entregar una especie de certificación del trámite se encuentra en proceso de tal manera que las personas estén informadas de que hay un retraso de parte de Migración Colombia, pero el documento está en proceso y se le va a entregar a esas personas.
Dice que el Estado debe apropiarse de la producción de estos documentos, pero, ¿no se está tercerizando el proceso, esto por los servicios de la firma mexicana Accesos Holográficos?
Nosotros no vemos que se esté tercerizando este proceso, me explico: Migración Colombia ha colocado las máquinas impresoras de alta tecnología para ese proceso, en un acuerdo que hicimos con la Imprenta Nacional. Los funcionarios que vienen produciendo las cédulas son funcionarios del Estado y desde luego que necesitamos otro tipo de elementos para el proceso productivo como son los plásticos. Los plásticos se le compran a terceros por parte de la Imprenta Nacional, y esos plásticos desde luego que los produce la empresa privada, que no es ni siquiera una empresa colombiana, sino, tengo entendido, empresas extranjeras. Es un proceso donde es el Estado el que ha venido empoderándose a través de sus funcionarios en para producir las cédulas. La Imprenta ha tendrá inconvenientes con esta compañía que espero no duren mucho y pueda tener un buen fin, de manera que no se vuelva un obstáculo.
Hace poco Migración sacó un informe en el que señala que hasta el momento no se ha presentado una avalancha de venezolanos tras las elecciones del 28 de julio. Sin embargo, expertos señalan que muchas personas esperarán hasta que se posesione el nuevo presidente (enero 2025) para tomar una decisión. ¿Cómo ve el futuro próximo de la migración venezolana en Colombia?
El gobierno colombiano es respetuoso de las decisiones que tomen los gobiernos hermanos, y en este caso Venezuela, esperamos que los conflictos políticos, sociales y económicos puedan ser resueltos a través del diálogo y de los acuerdos. Cualquier hecho violento que se llegue a desatar en la sociedad venezolana, no solamente sería una catástrofe para Venezuela, sino que sería de un impacto impredecible en la sociedad colombiana. Dicho esto, hasta ahora todo el mundo preveía que después de las elecciones y durante las elecciones se iba a generar un fenómeno de migración desde Venezuela grande. Esto no se ha presentado. Esto es un mensaje de tranquilidad para los colombianos en general. Sin embargo, Migración Colombia sigue empoderándose en las zonas de frontera porque nosotros tenemos que estar listos a atender cualquier emergencia que tenga que ver con un proceso crítico en Venezuela.
¿Qué han registrado respecto al perfil de las personas que entran? Se dice que están entrando personas que solicitan protección por persecución política...
La mayoría de las personas que vienen entrando lo hacen no sabemos si para quedarse en Colombia o para seguir su camino hacia el norte del continente. Entonces no tenemos una idea todavía muy clara de cuántos están solicitando refugio y cuántos no. Ahora bien, Colombia otorga refugios, las entidades multilaterales están promoviendo el refugio, pero para nosotros, para el Gobierno Nacional, las personas que llegan de Venezuela, algunas pueden ser perseguidas, pero ante todo el trabajo de Migración nos ha develado que en su gran mayoría son personas que hacen parte de una gran crisis económica que se ha dado en Venezuela y a eso se debió su salida del país.
El Gobierno le dio competencias en materia de atención migratoria al Ministerio de la Igualdad, en términos humanitario y de integración socioeconómica. ¿Esto ha funcionado bien?
Para nadie es un secreto que el Ministerio de la Igualdad es un ministerio nuevo, pero las funciones frente al tema de la integración migratoria existían, aunque no en mano del Ministerio de la Igualdad. En ese sentido, ya hay unos compromisos del Ministerio de la Igualdad fundamentalmente para beneficiar a poblaciones como Necoclí y aquellas poblaciones que se encuentran bordeando el Golfo de Urabá, que es el camino que siguen los flujos migratorios, de tal manera que las poblaciones reduzcan el nivel de afectación. Van a ser una especie de refugios donde la gente va a pasar la noche. Esto porque se han presentado problemas con los migrantes que se quedan en los parques principales, como el desaseo. La política general del gobierno colombiano es y será, ante todo, invertir en los territorios para que se beneficie toda la población que allí vive, incluyendo, desde luego, personas extranjeras, pero fundamentalmente los colombianos.
Quizás el tema más crítico durante toda su gestión fue el Darién. ¿Cómo evalúa lo hecho ahí?
El balance para mí es positivo por cuanto hemos diseñado un plan de integración del Darién, que le hemos denominado PIAT, y en ese plan hay más de 30 entidades del Estado. Lo estamos fortaleciendo permanentemente en una alianza que llevamos con Cancillería, Ministerio del Interior y Planeación Nacional. Hemos hecho una estrecha colaboración de tal manera que los compromisos que el Estado Nacional tiene con esta región se cumplan como producto de los diálogos que reestablecimos con Panamá. Quiero dar noticias buenas y es que se va a realizar un diálogo binacional donde participará la población raizal e indígena. El encuentro quedó para el mes después de la COP y durará cinco días. Aparte de esto comenzamos a hacer una serie de cooperativos con las Fuerzas Militares, con la Armada y la Fiscalía para capturar a organizaciones delictivas de la trata y del tráfico de personas. Ese trabajo ha sido exitoso, se han detenido una serie de botes este año, personas que transportaban migrantes sin documentación. También hemos acabado recientemente con una red de tráfico de migrantes que funcionaba ejerciendo como centro en Bogotá y la Costa, donde migrantes de origen venezolano y dominicano llegaban a obtener cédulas colombianas auténticas mediante un proceso de falsificación ideológica.
¿Ha sido positiva la coordinación con Panamá y Migración Panamá respecto al flujo irregular en el Darién? ¿Qué tanto han afectado los cierres fronterizos del gobierno de Mulino?
El cierre que hizo el nuevo gobierno de Panamá no tuvo un impacto como lo esperábamos, es decir, que no fue un cierre real, fue un cierre más simbólico. De cinco pasos que regularmente atravesaban los flujos migrantes hacia Panamá, Panamá cerró cuatro y dejó uno abierto, que es el que saliendo de Acandí conduce a las Tecas y llega a la frontera con Panamá. Nosotros aprovechamos esta situación para entablar un diálogo con Panamá y acordar con ellos que dejaremos un solo paso. Pero esto tiene sus inconvenientes, y es que como el cierre fue simbólico, es decir, cerraron 200 metros al lado y lado de los cuatro caminos, entonces los migrantes comienzan a pasar otra vez de forma desordenada y el paso para llegar a los Estados Unidos y Canadá ya ha tenido consecuencias nefastas. Recién el presidente Mulino llegó al poder, a los pocos días se hundió un bote que conducía de San Andrés a Nicaragua, hubo cerca de 6 personas muertas. También en Panamá ocurrió una desgracia de un grupo de personas atravesando un río, murieron 18. Esto tiene que ver con la búsqueda de rutas nuevas por los migrantes. Esto viene ocurriendo, la prueba es que no se ha creado ningún represamiento desde que el gobierno panameño avisó que iba a cerrar la frontera.
¿Entonces cómo se haría esa única ruta migratoria de la que habló el presidente Petro desde Nueva York?
El gobierno colombiano va a aumentar la presencia de sus Fuerzas Militares en todo el Golfo, de tal manera que tengamos presencia en Turbo y en Necoclí, que son los dos puntos principales de salida de migrantes. También ampliamos nuestra presencia en Acandí, ahora vamos a tener nuevo puesto migratorio en Necoclí y acabamos de adquirir junto con ICBF una casa para poder prestar atención migratoria.
¿Fortaleció la presencia de la entidad en esa región?
Cuando llegamos habían cerca de siete funcionarios para todo el Darién. Me refiero a Necoclí, Turbo. Acandí y Capurganá. Es decir, casi un promedio de una persona por poblado, lo cual es totalmente insuficiente. Hoy la directora de la regional de Antioquia y Chocó puede contar con que hoy en día tenemos cerca de 15 funcionarios y que al final de año tendremos cerca de 21 que van a entrar a reforzar el área del Darién dentro de un plan mayor de cerca de 640 nuevos cargos que crea Migración Colombia para reforzar la presencia de esta entidad en todo el país.
Organizaciones de derechos humanos han alertado por la falta de información oficial en temas migratorios y el imperante subregistro sobretodo en lo que refiere a la región del Darién. ¿Cómo queda Migración Colombia frente a este tema? ¿Cuándo vamos conocer cifras periódicas de ingresos de extranjeros en los pasos fronterizos de Norte de Santander, San Andrés, Ipiales, entre otros?
La primera dificultad que tuvo Migración Colombia al respecto fue la falta de personal, pero la estamos supliendo. El país ha incrementado el ingreso de turistas en cerca de dos millones de registros. Esto ha llevado en años anteriores a que se bloqueen las entradas durante las épocas de alta temporada. Hemos doblado el número de máquinas biomic, existían cerca de 49 cuando llegamos y hoy en día existen cerca de 89, lo que nos ha permitido descongestionar los aeropuertos más grandes con movimiento internacional. Los registros los viene haciendo Migración Colombia a partir de los registros de las compañías que en El Dorado venden tiquetes, y compañías viajeras del Darién también de alguna manera nos están informando permanentemente por cada etiquete que venden. Nosotros tenemos una página web en Migración donde creamos un Observatorio de tal manera que allí presentamos cifras de control migratorio de personas que salen y entran del país, y sus nacionalidades. Es importante aclarar que hay un subregistro debido a que las fronteras de Colombia son porosas y eso nos crea huecos no controlados.
En zonas como el Darién, Migración es una entidad muy expuesta a la corrupción por toda la economía ilegal que se mueve...
Por tipo de cosas hemos llevado cerca de 21 procesos disciplinarios. Hay varias personas que han perdido su libertad debido a este tipo de negocios ilegales, otros con procesos penales encima. Vamos a seguir activando esto para reducir los niveles de corrupción al interior de Migración.
Usted impulsó los llamados diálogos fronterizos por la vida. ¿Qué resultados lograron con esta estrategia en los territorios?
Migración Colombia tiene dos funciones clave que son recoger información de los territorios es sobre el tema migratorio y entregar esa información al país y a otras entidades, pero también tiene la obligación de caracterizar los territorios de frontera y servir de articulador con las entidades del orden nacional. Esto es clave para entender el tema de los diálogos. Hemos realizado unos 13 diálogos. Son reuniones con las comunidades y con los migrantes que viven allí para establecer una caracterización que nos permita conocer las necesidades de los migrantes y del territorio. Esto nos ha ayudado a hacer documentos desde entrevistas y permitirá saltar de dar información de cuántas personas pasan la frontera, a entregar información mucho más detallada, sobre todo las motivaciones.
¿En qué quedó la colaboración con Estados Unidos para regularizar a los migrantes?
Realizamos un acuerdo el año pasado que se llama oficinas de Movilidad Segura. Estados Unidos lo viene realizando con diferentes países y consiste en que se establecen unas oficinas en el país para prestar atención a la población que desea solicitar visa para los Estados Unidos. Hoy en día el número que están viajando o a punto de viajar a los Estados Unidos ya supera las 2.000 personas. Las únicas personas que pueden acceder en este acuerdo con los Estados Unidos son personas ya establecidas en Colombia por largo tiempo, de nacionalidad haitiana, cubana o venezolana.
¿Qué hay que fortalecer en Migración Colombia?
Se ha venido fortaleciendo todo un proceso en la impresión de documentos y pensamos que en el futuro el Estado no va a tener necesidad de contratar empresas privadas. Los fenómenos migratorios son cambiantes, son muy cambiantes, entonces Migración Colombia ha crecido, pero puede que los fenómenos migratorios aumenten y entonces quedará el reto de seguir incrementando la planta o desarrollando instrumentos tecnológicos que puedan fortalecer el trabajo.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Periodista de Política