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A los 30 años de edad, Perry, un burro miniatura que habría servido como referencia para dar vida al personaje de “Burro” en la película animada Shrek, falleció dejando un legado en la comunidad de Palo Alto, California, y en la historia del cine animado.
Nacido en 1994 en Nueva York, este entrañable animal se distinguió por su carácter amistoso y su capacidad para conquistar a todos los que lo conocieron.
Despedida en el santuario Barron Park Donkey
La noticia de su fallecimiento fue anunciada el 2 de enero por el santuario Barron Park Donkey (BPD), ubicado en Palo Alto, a través de una emotiva publicación en redes sociales.
“Estamos desconsolados al compartir que nuestro querido burro de Barron Park, Perry… Era un miembro querido de nuestra comunidad y sabemos que muchas personas se sentirán conmovidas por su fallecimiento”, expresó la organización en un mensaje acompañado de imágenes del asno.
El santuario reveló que Perry padecía laminitis, una enfermedad degenerativa que afecta las láminas internas del casco de los burros, generando inflamación y, en casos severos, daños irreversibles. Según The Donkey Sanctuary, una organización británica especializada en el bienestar de burros, esta condición no tiene cura y, lamentablemente, suele ser mortal.
Perry fue adoptado por el santuario en 1997, tras ser trasladado a California con el objetivo inicial de calmar a ponis de polo. Sin embargo, al no cumplir con esta función debido a su comportamiento juguetón y mordelón, encontró en Barron Park un hogar permanente.
De Barron Park al mundo del cine
El asno adquirió fama mundial en 1999 cuando animadores de Pacific Data Images, una empresa contratada por DreamWorks, lo utilizaron como modelo de referencia para recrear los movimientos del personaje de “Burro” en Shrek. Pese a su contribución a la emblemática saga, Perry no fue reconocido en los créditos del filme, aunque su influencia quedó plasmada en el carácter entrañable y energético del compañero de aventuras del ogro Shrek.
En sus últimos días, los cuidadores del santuario dedicaron tiempo a proporcionarle afecto y consuelo. “Pasaron muchas horas en los campos con él, acariciándolo, acunándolo, cantándole y diciéndole que era y que siempre sería amado”, compartió el BPD.
Reacciones y legado
El fallecimiento de Perry no solo conmovió a la comunidad local, sino también a quienes lo conocieron a través de su conexión con Shrek. Comentarios en redes sociales como “Una parte preciada de crecer en Barron Park han sido los burros. Extrañaremos mucho a Perry” y “Gracias a todos los cuidadores de estas hermosas criaturas. Descansa tranquilo, querido Perry” reflejan el impacto de su vida en las personas.
El cuidado de Perry y otros burros del santuario depende exclusivamente de donaciones, que cubren costos anuales superiores a los 25,000 dólares, llegando a superar los 40,000 con tratamientos médicos adicionales. La dedicación de voluntarios y la generosidad de los residentes aseguran que estos animales sigan siendo un tesoro comunitario.
MARÍA CAMILA SALAS V
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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