La explotación ilegal que se hace del cerro ubicado en inmediaciones del corregimiento de Varsovia, en la zona rural de Toluviejo (Sucre), está acabando lentamente con los llamados ‘ojos de agua’ naturales, con los que se abastece esta comunidad y otras de las zona indígena ubicada en el entorno.
El corregimiento de Varsovia está ubicado entre las regiones de los Montes de María y el Golfo de Morrosquillo, conformado por cerca de tres mil habitantes que viven de la agricultura y de la minería, pero en forma artesanal.
Es una población que enfrenta muchas necesidades, en especial con la generación de empleo, la salud, el mal estado de las vías, la falta de un acueducto eficiente, la atención a los programas dirigidos a los jóvenes y a las personas de la tercera edad.
“Los gobiernos de turno siempre han estado de espalda a la población, no hay proyectos de mejoramiento en la comunidad y poco a poco la población se suma en el olvido, a pesar del lugar privilegiado en el que se encuentra”, señalan los jóvenes del pueblo.
Se abastecen con agua natural
A pesar de las dificultades, la naturaleza los premió con una fuente hídrica natural ubicada en inmediaciones del cerro, lo que le permite a Varsovia recibir el agua en caída libre.
La comunidad bloqueó la vía entre Toluviejo y Sincelejo (Sucre) Foto:Cortesía de Moisés Ríos
Sin embargo, los llamados ‘depredadores’ de la naturaleza llegaron hasta el cerro, al parecer con la adquisición de una licencia, presuntamente ilegal, para iniciar la explotación del lugar utilizando dinamita y retroexcavadoras.
El cerro comenzó a padecer con la deforestación, arrancándoles las piedras a la fuerza con las máquinas que subieron al lugar y el agua empezó a escasear.
“El agua se convirtió en un gran problema en muchas ocasiones y el cerro sigue siendo explotado sin ningún control y en forma ilegal. Los ‘ojos de agua’ se empezaron a secar y por más que hemos intentado que paren, no lo hemos logrado”, señalan.
Explotación ilegal
Los líderes del corregimiento de Varsovia han manifestado que, los títulos mineros y las licencias otorgadas por Carsucre y la Agencia Nacional Minera están vencidos desde hace varios años, después de que pertenecieron a una cooperativa.
Miembros de la cooperativa habrían cedido los derechos que tuvieron a un particular en Sincelejo y al parecer a través de la Corporación Regional Autónoma de Sucre –Carsucre-, se habría otorgado un permiso para la explotación del cerro utilizando maquinaria amarilla.
“El sesenta por ciento de la población de Varsovia se surte del agua que llega del cerro por gravedad y ahora esas maquinarias afectan la producción y dañan en acueducto que fue construido por los mismos habitantes”.
Nadie nos escucha y por eso nos tomamos la vía que lleva a Sincelejo. Hemos hecho derecho de peticiones a Carsucre, protestas ante la Gobernación de Sucre, ante la Fiscalía, ante la Agencia Nacional de Minera y ante el Ministerio del Medio Ambiente, con protestas y paros y no pasa nada
Moisés RíosLíder del pueblo
“Nadie nos escucha y por eso nos tomamos la vía que lleva a Sincelejo. Hemos hecho derecho de peticiones a Carsucre, protestas ante la Gobernación de Sucre, ante la Fiscalía, ante la Agencia Nacional de Minera y ante el Ministerio del Medio Ambiente, con protestas y paros y no pasa nada”, dice Moisés Ríos, líder del pueblo.
La fuente de agua que abastecía a las comunidades, ha bajado por la explotación minera. Foto:Moisés Ríos
De igual manera señala que están esperando un pronunciamiento de la Agencia Nacional Minera, porque el alcalde de Toluviejo y la gobernadora no pueden resolver el problema.
“Carsucre los tiene vivos por la licencia que les otorgó después de que fue suspendida en el año 2015 y en el 2021, el director de entonces, Jhonny Avendaño hizo una nueva resolución y los dejó en libertad de explotar y sacar la piedra caliza con maquinaria pesada”, afirmó.
El impacto ambiental por la falta de agua
El acuífero le suministra agua al corregimiento de Varsovia, además a la vereda La Venta, La Esperanza y Manizales, los corregimientos de Güalón, La Arena y La Gulf.
“Han acabado con la fauna, la flora, los cinco acüíferos que hay en los cerros. Los monos titi cabeza blanca que están en vías de extinción y no hay un solo proyecto de agua para la comunidad”, precisó.
Los habitantes de Varsovia ven como los animales han emigrado de los cerros a la zona urbana y afirman que las güacharacas ahora cantan en el pueblo, los loros se ven sobre los techos de las casas, al igual que los micos y otros animales que huyen de la deforestación.
Por ahora las autoridades mineras, la administración municipal y departamental no se han pronunciado sobre el tema.
Francisco Javier Barrios especial para EL TIEMPO Sincelejo