El exceso de grasa abdominal representa un riesgo creciente para la salud de las mujeres, según un estudio reciente publicado en la revista 'Regional Anesthesia & Pain Medicine'.
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Los resultados revelan que este rasgo aumenta el riesgo de desarrollar dolor crónico en las mujeres hasta en un 60 por ciento, lo que subraya la importancia de controlar la acumulación de grasa en esta área.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Australia Occidental, quienes analizaron datos de salud de más de 32.000 británicos con una edad promedio de 55 años.
Cada uno de los participantes fue sometido a resonancias magnéticas del abdomen para medir la cantidad de grasa visceral, que se acumula alrededor de los órganos abdominales como el hígado y el páncreas.
El estudio también midió la cantidad de grasa subcutánea, que se encuentra justo debajo de la piel y puede ser pellizcada. Además, se les preguntó a los participantes si habían experimentado dolor en áreas como el cuello, el hombro, la espalda, la cadera, la rodilla o en todo el cuerpo que hubiera durado más de tres meses.
Dos años después, 638 personas del grupo fueron nuevamente evaluadas para analizar los resultados a largo plazo.
Los resultados indicaron que a mayor cantidad de grasa abdominal, mayor era la probabilidad de reportar dolor. Asimismo, se observó que el sobrepeso, medido a través de un índice de masa corporal (IMC) más alto, estaba asociado con una mayor probabilidad de experimentar dolor.
Las mujeres fueron las más afectadas, ya que aquellas con niveles más altos de grasa, tanto visceral como subcutánea, presentaron un 60 por ciento más de probabilidades de padecer dolor crónico en todo el cuerpo en comparación con quienes tenían niveles más bajos de grasa.
En comparación con las mujeres, los hombres con barriga cervecera presentaron solo un 13 por ciento más de riesgo de desarrollar dolor crónico. Según los autores del estudio, "los niveles más altos de tejido adiposo [grasa] se asociaron con mayores probabilidades de reportar dolor crónico en ambos sexos".
Sin embargo, las estimaciones del efecto fueron más altas en las mujeres que en los hombres.
Los investigadores sugirieron que esta diferencia entre los sexos podría deberse a variaciones en la distribución de la grasa y las hormonas. A raíz de estos hallazgos, el equipo recomendó que la reducción de la grasa corporal alrededor de la cintura podría ser un objetivo importante para el manejo del dolor crónico, especialmente en personas que experimentan dolor en múltiples partes del cuerpo o dolor generalizado.
La obesidad ha estado vinculada con la inflamación, un proceso en el cual el cuerpo libera sustancias químicas en respuesta al daño, lo que desencadena una respuesta inmunitaria.
Esta inflamación también puede influir en el sistema nervioso y aumentar la percepción de dolor. No obstante, el estudio presentó algunas limitaciones, como el hecho de que solo registró la presencia de dolor y no su severidad.
O Globo Brasil / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de O Globo Brasil (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.