Estudio revela que el ADN podría ayudar a conservar pinturas rupestres en cuevas y proteger su patrimonio

hace 3 horas 27

Un reciente estudio científico demostró que la secuenciación del ADN de microorganismos presentes en cuevas con arte rupestre puede convertirse en una herramienta clave para la conservación de este valioso patrimonio. 

Esta técnica fue aplicada en la cueva de Altamira, en España, y podría servir de modelo para proteger otras cavidades con pinturas prehistóricas en diferentes partes del mundo.

Una nueva mirada al estado de conservación

Los investigadores del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), los doctores Candela González-Riancho y Juan María García Lobo, lideraron un trabajo pionero que ha permitido caracterizar por completo los microorganismos que habitan en la cueva mediante secuenciación masiva de ADN.

Esta tecnología, aún no utilizada anteriormente con este fin, proporcionó datos sin precedentes sobre el comportamiento de las colonias microbianas que crecen en las paredes de la cavidad.

El resultado de esta investigación se encuentra en la publicación “Estudio de los consorcios microbianos coloreados que se encuentran en la cueva de Altamira”, presentada públicamente en el Museo de Altamira. El evento contó con la participación de expertos y visitantes, lo que refleja el creciente interés por la protección de este tipo de patrimonio cultural.

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Se busca la conservación sin intervención humana del arte rupestre. Foto:iStock.

Biofilms coloreados: una comunidad adaptativa

El estudio describe cinco tipos de colonias microbianas diferenciadas por su color: blancas, grises, amarillas, beiges y rosas. Estas forman biofilms, estructuras compuestas por múltiples especies que actúan como una comunidad, lo que mejora sus posibilidades de supervivencia.

Las colonias blancas, grises y amarillas fueron identificadas en 1999; las beiges se detectaron en 2018 y las rosas en 2021. Si bien inicialmente se utilizaron técnicas de cultivo para su análisis, estas resultaron insuficientes. Desde el año 2000 se optó por técnicas de secuenciación que han permitido describir con mayor precisión los componentes de estos consorcios microbianos, entre los que destacan actinobacterias y proteobacterias.

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La aparición de algas, hongos y bacteriaS puede dañar estas figuras. Foto:iStock

Prevención antes que restauración

Según explica Candela González-Riancho, la finalidad de estos estudios es anticiparse a posibles daños, diseñando medidas preventivas que eviten la alteración de los pigmentos de las pinturas rupestres. 

Los trabajos desarrollados en la cueva de Altamira están orientados al diseño de medidas preventivas para salvaguardar sus pinturas.

Por su parte, Juan María García Lobo subraya que la colonización bacteriana y fúngica es un problema común en cuevas con arte rupestre, por lo que su análisis y caracterización resulta esencial para frenar su avance. 

También sostiene que esta metodología podría aplicarse en otras cuevas similares: “Este estudio puede servir como base para aplicar las mismas técnicas en otro tipo de cavidades con arte rupestre”.

El impacto humano y el control ambiental

El estudio recuerda que, desde las décadas de 1960 y 1970, la presencia masiva de visitantes en cuevas como Altamira generó un aumento en la proliferación de algas, hongos y bacterias, afectando directamente las pinturas. Esta situación llevó al cierre de varias cuevas al público y al establecimiento de estrictos controles ambientales y limitación de visitas.

Uno de los puntos destacados por los científicos es que la colonización microbiana se presenta con mayor intensidad en la zona de entrada de la cueva. Durante los años ochenta y noventa se observó un aumento considerable en el crecimiento de estas colonias. Como respuesta, se adquirieron terrenos aledaños para frenar el impacto de la actividad ganadera cercana, cuyos residuos estaban alimentando a estas bacterias

Los investigadores advierten que, aunque los microorganismos alzanzaron un equilibrio dentro de la cueva, cualquier intervención humana puede alterar esta estabilidad. 

“Los microorganismos específicos presentes en la cueva han evolucionado hasta alcanzar un equilibrio estable, pero muy delicado, al ser sensibles a intervenciones antrópicas que producen efectos impredecibles”, se destaca en el informe.

EFE. 

Caverna submarina con arte prehistórico

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por EFE, y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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