Por culpa de los violentos que provocaron una noche de caos en el oriente de Cali, el pasado 24 de enero, unas 17.300 personas se vieron afectadas al no poder movilizarse ni llegar oportunamente a sus casas luego de la jornada laboral. Fue en inmediaciones de la terminal de Aguablanca del MIO que nueve buses en total terminaron siendo atacados.
Según informaciones de las autoridades, algunos ciudadanos que lucían chalecos como defensores o promotores de derechos humanos habrían avivado la revuelta, en rechazo a la instalación del puesto de control a infractores de normas tránsito por parte de guardas de la secretaría de Movilidad del distrito. Lo que empezó como una protesta en la tarde del 24 de enero avanzó hasta altas horas de la noche hasta el punto de que hubo quema de llantas en vías y asonada contra los guardas y uniformados de la Policía Metropolitana de Cali que trataban de controlar la situación.
¿Cómo empezó el caos?
Informaciones de las autoridades dieron cuenta de que algunos ciudadanos que lucían chalecos como defensores o promotores de derechos humanos habrían avivado la revuelta, en rechazo a la instalación del puesto de control a infractores de normas tránsito.
Los actos de vandalismo transcurrieron durante la hora pico de la tarde de ese viernes, es decir, entre las 6:00 p. m. y las 9:00 p. m., por lo que, al menos 6.300 usuarios del MIO se quedaron ‘varados’ y otras 11.000 personas se vieron afectadas al interrumpirse la movilidad en el sector que comprende los barrios Alfonso Bonilla Aragón y Mojica. Son barrios del distrito de Aguablanca, una de las zonas vulnerables de Cali. De acuerdo con algunos vecinos, fue una verdadera batalla campal de quienes salieron con palos a enfrentarse a las autoridades.
El estado del conductor atacado a punta de piedras
Según el presidente de Metrocali, Álvaro Rengifo, en los hechos, que son materia de investigación por las autoridades, un conductor del MIO fue herido en su rostro, tras recibir una andanada de piedras que los vándalos estallaron contra el vidrio panorámico del bus que manejaba. El conductor, adscrito al concesionario Empresa de Transporte Masivo (ETM) recibió primeros auxilios y fue trasladado a la clínica Imbanaco donde será intervenido quirúrgicamente para extraerle múltiples esquirlas de vidrio que comprometen la visión de su ojo derecho.
Además de las graves heridas sufridas por el conductor, al balance tras la violenta jornada, hay que sumar los daños a nueve vehículos de la flota del MIO, explicó el funcionario.
Añadió que en total resultaron destruidos 33 vidrios entre ventanas y panorámicos, cuyo costo estimado de reparación por las afectaciones supera los $ 50 millones.
En detalle, los buses vandalizados son dos articulados, tres padrones y cuatro alimentadores, vehículos del MIO que estarán fuera de servicio, mientras son arreglados. La afectación en la operación se mantendrá por lo menos hasta mediados de la próxima semana, mientras los vehículos se reincorporan a la operación diaria del sistema, una vez reparados, dijo Rengifo.
“Quienes dañan los buses y estaciones del MIO dañan a Cali y no tienen sentido de pertenencia por nuestra ciudad ni por las personas más necesitadas que son quienes más usan nuestro sistema", sostuvo el presidente de Metrocali.
"También atentan contra nuestras mujeres, como anoche que tuvieron muchas dificultades para llegar a sus hogares en el oriente de Cali, pues no podemos olvidar que 7 de cada 10 usuarios del MIO son mujeres. Atentan contra la integridad de los pasajeros y colaboradores, como el caso de nuestro conductor Wilson que hoy está en riesgo de perder uno de sus ojos”, aseguró.
El directivo hizo un llamado a la comunidad: “Vandalizar nueve buses del sistema, además de las millonarias pérdidas, afectará a miles de caleños que tendrán menor oferta de buses y frecuencia de transporte para su movilidad diaria. Desde Metro Cali respaldamos las acciones de las autoridades en pro del cumplimiento de las normas de tránsito en la ciudad. Hacemos un llamado a todos los caleños a que arropen y cuiden el MIO, su sistema de transporte público que, a pesar de las dificultades, todos los días los moviliza a sus diferentes destinos. Recordemos que el MIO es de todos”, afirmó.
"Esto perjudica a los mismos usuarios, ya que las personas que vandalizan esos vehículos en cualquier momento usan el sistema. El llamado a la comunidad es a no desquitarse con los buses y a las autoridades que tengan en cuenta que esa es una zona de riesgo, y redoblen la seguridad para estos operativos", dijo Ricardo Salazar, vocero de los usuarios del MIO en Cali.
El ultimátum de la Alcaldía
El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García, dijo: "Desde la Administración distrital queremos reiterar que vamos a continuar con las operaciones y los controles en toda la ciudad. Vamos a seguir ejerciendo la autoridad para garantizar la seguridad de todos los caleños, tanto con la Policía Metropolitana, como con los agentes de tránsito".
También dijo: "Segundo, cualquier afectación a cualquier bienes públicos afecta el normal desarrollo en la vida de los caleños. La afectación sobre los buses del MIO afecta el transporte de los caleños. Por último, cualquier afectación con violencia a servidores públicos tendrá consecuencias jurídicas, penales y policivas. De esa manera, reiterarles a los caleños un llamado al respeto, un llamado al apoyo a la presencia de la autoridad que está garantizando las condiciones de seguridad y tranquilidad. Por supuesto que continuaremos ejerciendo estas acciones en toda la ciudad".
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali