La Ciudad del Vaticano se encuentra ubicada dentro de Roma, en Italia, y es considerado el país más pequeño del mundo debido a que posee una extensión de 0.44 kilómetros cuadrados, un espacio reducido en comparación con otros lugares.
De acuerdo con lo expresado por la administración local, la decisión de que este Estado fuera enclavado de forma oficial dentro de la capital surgió luego de que se celebrara el Tratado de Letrán en la Santa Sede en 1929.
Su punto principal es la Plaza de San Pedro. Foto:iStock
Por medio de este acuerdo se reconoció la soberanía e independencia de esta nación con el objetivo de que el Vaticano y sus vecindades pudieran desligarse de la política de Italia encabezada por Benito Mussolini.
Desde entonces, la Ciudad del Vaticano encontró la forma para mantener su campo político al margen de otros Estados, lo cual hizo que solamente abarcara parte de la orilla derecha del río Tíber y la colina vaticana.
Tiene una extensión territorial de 0.44 kilómetros cuadrados. Foto:iStock
En ese sentido, el punto principal de este territorio es la Plaza de San Pedro, donde además se levantan varias columnas para marcar las fronteras del país en el que reside la máxima autoridad de la Iglesia católica.
Según el portal web de ‘National Geographic’, la Ciudad del Vaticano también cuenta con una población de 618 habitantes, por lo que muchas instalaciones y oficinas de la institución religiosa fueron trasladadas a Roma.
La Ciudad del Vaticano es una nación independiente. Foto:iStock
Sin embargo, solo 246 ciudadanos viven dentro de las murallas, de los cuales 104 son miembros de la Guardia Suiza, el grupo de las fuerzas armadas que se encarga de garantizar la seguridad del sumo pontífice.
En cuanto a los símbolos patrios, es importante tener en cuenta que el Vaticano cuenta con su propia bandera, la cual está compuesta por un cuadrado con dos franjas verticales de color amarillo y blanco sobre las que reposan las llaves de San Pedro.
La Ciudad del Vaticano se rige por el derecho público internacional. Foto:iStock
El país más pequeño del mundo también puede otorgar una nacionalidad, pero a diferencia de otras, este vínculo no suele ser concedido por un derecho de sangre o por el simple hecho de haber nacido en el territorio, por el contrario, solo puede ser entregado por fines laborales o para vivir de forma estable.
Adicionalmente, el acuerdo celebrado entre la Santa Sede y el Reino de Italia permitió que el Estado independiente se rigiera por el derecho público internacional, lo que significa que cuenta con la potestad de negociar convenciones y abrir oficinas de representación diplomática de otros países dentro del territorio.
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STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL