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hace 16 horas
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Las relaciones conformadas por personas con distintas creencias, pertenecientes a culturas opuestas y originarias de diferentes países, siempre han sido un reto para quienes la viven.
Acostumbrarse a costumbres, entender comportamientos, adoptar dichos hace parte de “aprender a leer al otro”. Sin embargo, este proceso no es para nada fácil.
Así lo confirma el creador de contenido en redes sociales, Logan Wein. El estadounidense que sostiene un vínculo amoroso con un colombiano y no entiende sus dinámicas en la mesa.
“Mi novio es colombiano y una de las diferencias culturales en las que estoy trabajando es que este hombre comparte toda su comida. Crecí con tres hermanos, así que peleábamos por la comida y nunca la compartíamos con el otro”, explicó.
Mientras Wein creció en una familia en la que era normal crear una lucha alrededor de un alimento, su novio, Jordy, aprendió a compartir un bocado de su plato desde que era pequeño, así sea el que más le guste.
En su más reciente video de Instagram, Logan publicó que una de las ventajas de vivir con su novio es compartir guardarropas, que de hecho lo que llevaba puesto en el metraje era todo de su pareja. Entonces, el problema no es compartir sus pertenencias, el asunto es que la comida es personal.
Al influenciador se le hace extraño que su novio quiera “guardarle” o “darle a probar” de lo que él ordenó de acuerdo a sus gustos: “A Jordy siempre le queda un bocado de su comida, así sea su favorita, y me dice: ‘tómalo, es todo tuyo’”.
Aunque no entiende este comportamiento, dice que ha comprendido que es una forma de su pareja de demostrarle su amor y lo que es capaz de hacer por él. También agregó que está aprendiendo a trabajar en ello.
“Esta noche, por ejemplo, fuimos a cenar burritos e incluso, darle un bocado para mí era como: Ey, yo ordené esta comida, no es tuya. Lo entiendo, compartir es cuidar, pero ¿la comida? Es difícil”.
MARIANA SIERRA ESCOBAR
EQUIPO ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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