Estados Unidos manifestó este martes su "firme condena" al encarcelamiento de 45 activistas prodemocracia en Hong Kong, señalando que estos “fueron perseguidos y encarcelados de manera agresiva por participar pacíficamente en actividades políticas normales, amparadas por la Ley Fundamental de Hong Kong”.
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Un portavoz del consulado estadounidense en la región semiautónoma calificó las sentencias como un retroceso en las libertades civiles y los derechos políticos del territorio.
'Un ataque a la esencia de Hong Kong'
Por su parte, Anna Kwok, directora ejecutiva del Consejo para la Democracia de Hong Kong (HKDC), calificó la decisión judicial como “un ataque a la esencia de Hong Kong, que clama por libertad y democracia”.
Kwok subrayó que las condenas no solo afectan a los líderes prodemocráticos, sino que también “sentencian a las próximas generaciones que aspiran a un futuro político”.
Además, instó al Gobierno estadounidense a “imponer sanciones selectivas a los responsables de esta represión” y pidió al Congreso la aprobación de la Ley de Certificación de la Oficina Económica y Comercial de Hong Kong.
El tribunal de Hong Kong dictó penas de entre cuatro y diez años de prisión contra 45 activistas acusados de “conspiración para subvertir el poder del Estado”, en el mayor juicio bajo la ley de seguridad nacional.
Benny Tai, organizador de unas elecciones primarias consideradas subversivas, recibió la pena más alta, de diez años.
Otros líderes como Au Nok-hin y Owen Chow fueron condenados a más de seis años, mientras que varias figuras destacadas, como Claudia Mo, recibieron las penas más bajas, de cuatro años y dos meses.
Por su parte, Australia expresó su “profunda preocupación” por las condenas, señalando que estas representan un “momento profundamente difícil” para los afectados, incluido un ciudadano australiano sentenciado a siete años de cárcel, e instó a Pekín a respetar los derechos fundamentales en Hong Kong.
China rechaza las críticas
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino Lin Jian aseguró hoy en rueda de prensa que Hong Kong opera bajo un sistema “regido por el Estado de derecho”, en el que “las leyes deben cumplirse” y las violaciones enfrentan “consecuencias legales”.
Pekín acusó a algunos países de "ignorar sus propios procedimientos judiciales mientras critican injustamente los de Hong Kong".
Estas acciones, según la posición oficial, constituyen una falta de respeto al espíritu del Estado de derecho y buscan desacreditar el sistema judicial hongkonés.
El Gobierno chino reiteró su respaldo a las autoridades de la antigua colonia británica en la protección de la seguridad nacional y el castigo a quienes realicen actividades que amenacen la estabilidad del territorio.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS
EFE