Esta es la etapa de la vida en la que las personas son más empáticas, según estudio

Un estudio reciente, publicado en la revista científica Social Cognitive and Affective Neuroscience, indica que las personas en la adultez temprana tienen una mayor capacidad de ponerse en el lugar de los demás. 

La investigación analizó cómo varía la empatía a lo largo de la vida y encontró que esta habilidad alcanza su punto más alto entre los 20 y 40 años.

Mayor sensibilidad al dolor social

Los psicólogos responsables del estudio identificaron que los adultos jóvenes tienen una reacción más intensa ante el llamado dolor social, que involucra experiencias de vergüenza, sufrimiento y tristeza. En comparación con los adolescentes, cuyas edades están entre los 10 y 19 años, y los adultos mayores, que superan los 60 años, este grupo muestra una mayor sensibilidad hacia el dolor de otras personas.

"Este estudio proporciona información valiosa sobre la naturaleza compleja de las respuestas empáticas hacia otras personas que sufren dolor. Las respuestas empáticas hacia otras personas que sufren dolor alcanzan su punto máximo en la edad adulta joven, como se ve en sus evaluaciones conductuales de la intensidad del dolor sentido por los demás", señala Heather Ferguson, profesor de psicología en Kent y líder del estudio.

Los hallazgos sugieren que la empatía se fortalece con el tiempo a medida que las personas adquieren más experiencia social y enfrentan diversas situaciones relacionadas con el sufrimiento ajeno. Sin embargo, el análisis también reveló que después de los 60 años esta respuesta disminuye.

"Sin embargo, el cerebro se vuelve cada vez más reactivo al ver a otros sufrir dolor a medida que envejecemos, lo que sugiere que los adultos mayores sintieron empatía en el momento en que vieron fotografías de dolor, pero luego fueron menos precisos al evaluar la intensidad de este dolor", concluye la investigación.

O Globo (Brasil) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.