Esta bebida natural podría ayudar a proteger la próstata inflamada, según expertos

Si usted padece hiperplasia prostática benigna (HPB), es probable que experimente molestias al orinar, necesidad constante de ir al baño o un flujo débil de orina. 

Esta condición, muy común entre hombres mayores, puede tener un impacto en su calidad de vida. Ante este escenario, surge una pregunta clave: ¿hay una bebida natural que pueda ofrecer algún tipo de alivio? 

Según recientes investigaciones publicadas por el medio Healthline, el té verde podría ser una de las opciones más prometedoras.

Expertos como Jillian Kubala observaron que el consumo regular de extractos concentrados de té verde y té negro podría favorecer el flujo urinario, reducir la inflamación prostática y mejorar la calidad de vida de quienes viven con HPB. 

En un estudio clínico, se administraron suplementos de 500 a 1000 mg diarios de extracto de té verde y negro a personas con síntomas de agrandamiento prostático. 

En apenas seis semanas, se observaron mejoras notables en el estado urológico de los pacientes. Si bien estos extractos son más concentrados que una infusión convencional, sugiere que incluso el té preparado puede ofrecer efectos beneficiosos si se consume con regularidad.

Propiedades del té verde para la salud

El té verde contiene compuestos bioactivos como las catequinas, conocidas por su acción antioxidante y antiinflamatoria. Estas sustancias podrían ser clave en la protección del tejido prostático y en la prevención de daños celulares relacionados con el estrés oxidativo. 

Aunque gran parte de la investigación se enfocó en el cáncer de próstata, los beneficios del té verde se extienden también a casos de inflamación prostática leve o moderada.

Además, se reportó que esta bebida contribuye a la salud cardiovascular, regula los niveles de colesterol y puede tener un impacto positivo en la función neurológica. 

Si usted desea explorar más allá de este té, existen otras opciones con posibles efectos positivos sobre la salud prostática. El té de raíz de ortiga, por ejemplo, mostró en estudios preliminares en animales su capacidad para reducir la inflamación prostática. 

Aunque no existen pruebas concluyentes en humanos, algunos especialistas lo consideran un complemento viable. Por su parte, el té de hibisco destaca por su alto contenido en antioxidantes y su potencial para ralentizar el crecimiento celular prostático, según investigaciones en laboratorio.

Además, tiene efectos favorables sobre la presión arterial, aunque puede interferir con ciertos medicamentos y debe consumirse con precaución.