'La tía Julia y el escribidor', novela de Mario Vargas Llosa, fue publicada hace medio siglo. Como algunas otras de sus obras, es autobiográfica. Aparece en ella el romance real del autor con su tía Julia, catorce años mayor que él. También aparece su trabajo en la limeña Radio Panamericana, que emitía un boletín de noticias escrito por MVL, en la ficción, Marito o Varguitas. Y aparece el escribidor de radionovelas Raúl Salomón, el rey de la sintonía en la radio de Bolivia, lo que le mereció la oferta de Panamericana para hacer en Perú sus historias.
Las historias eran emitidas por Radio Central, que funcionaba en el mismo edificio de la Panamericana y pertenecía a la misma empresa. MVL admiraba el trabajo de su vecino. Su decisión de dedicarse a la literatura fue alentada de manera efectiva por Salomón. Esto sucedió entre 1953 y 1954. Años después, ya doctorado en Literatura, MVL diría del boliviano: “El escribidor, juzgado desde un punto de vista literario, era una especie de parodia o de caricatura, de versión pedestre, deformada, un poco patética, de lo que podía ser un escritor”. En la novela lo llama Pedro Camacho. Y ese Pedro Camacho es el escribidor de La tía Julia.
Esta historia se vendió muy bien. Inspiró una película con Keanu Reeves en el papel de Varguitas y la telenovela La tía Julia y el escribidor, de 110 capítulos, producida por RTI en 1981, con la dirección de David Stivel. El papel de Varguitas le correspondió a Víctor Mallarino; el de la tía Julia, a la actriz peruana Gloria María Ureta, y el del escribidor al versátil, simpático e inolvidable Carlos Muñoz. Este escribidor se robó el show, por su forma de hablar, de caminar y de enloquecerse, mezclando los personajes de una y otra radionovela y confundiéndolos también con los empleados de la emisora.
Mario Vargas Llosa falleció el pasado 13 de abril. Foto:FOTO: Francesca Mantovani. Cortesía Planeta
¿Por qué lo llama escribidor y no escribiente o escritor? El Diccionario de la lengua española da la respuesta en sus tres definiciones de escribidor: En primer lugar, es un ‘escritor prolífico’, como este que no solo compone los libretos de todas las radionovelas de la emisora, sino que, además, las dirige y actúa en ellas como galán. En segundo lugar, es un “escritor”, entre comillas, es decir, con ironía, apenas una parodia del verdadero creador de historias. En tercer lugar, es un ‘mal escritor’, lo que ratifica el pensamiento posterior de MVL sobre su, años atrás, admirado artista. Llamarlo escribiente es bajarlo a ‘amanuense’, que copia lo que otro le dicta. Y titularlo escritor es subirlo a un parnaso que no merece.
Una comparación similar surge en la última novela de MVL, 'Le dedico mi silencio', entre Lalo Molfino, escribidor sin medias, y Toño Azpilcueta, escritor ilustre. Para mayores pistas, Lalo es un nombre similar a Gabo. En entrevista con Julio Sánchez Cristo, en La W, dice expresamente que Gabo es un genio intuitivo. Y no le hizo falta recordar lo que ya se sabía: que MVL obtuvo su doctorado en Literatura, 71 honoris causa, 65 premios y hasta un marquesado. Desde esta perspectiva, Gabo es un simple escribidor, y MVL, un imbatible escritor.
Palabras afines a escritor: autor, novelista, ensayista, prosista, literato, cronista. Herman Melville agrega escribiente, y Óscar Domínguez, aplastateclas.
FERNANDO ÁVILA
Experto en gramática y ortografía
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