Un migrante hondureño que colaboró como informante con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) expresó su preocupación por la posibilidad de ser deportado de Estados Unidos, ya que su vida corre riesgo debido a la información que proporcionó.
El miedo paraliza los sentidos y corre por todo el cuerpo del inmigrante hondureño e informante de la DEA, quien pasa sus noches en vela rezando para que la administración del presidente Donald Trump no lo deporte. En medio de la ofensiva contra la inmigración ilegal, el inmigrante, que no cuenta con documentos que avalen su presencia en el país norteamericano, advirtió que la muerte no tardaría en encontrarlo si es deportado a su país de origen.
"Si mañana me expulsan, no sé qué me pasará. Mi problema no es pequeño, es una cuestión de vida o muerte", expresó, nimbado de incertidumbre y pánico, en diálogo con el medio Telemundo. El hombre, que solicitó permanecer en el anonimato por razones de seguridad, no cuenta con visa ni green card, pero posee una protección bajo la Convención contra la Tortura (CAT), una medida que impide la deportación a una persona que corre un riesgo real de ser torturada en su país de origen.
De acuerdo a sus palabras, el informante hondureño proporcionó datos que llevaron a la detención de un peligroso narcotraficante de su país. Respecto a las protecciones contra la deportación, expertos consultados por el medio anteriormente mencionado indicaron que las nuevas legislaciones impulsadas por Trump que permiten la deportación a terceros países se aplican a los casos de suspensión de la deportación y protección contra la Convención contra la Tortura.
El futuro incierto del migrante informante de la DEA
En diálogo con el medio NBC News, el abogado Javier Maldonado, especializado en inmigración y con experiencia en casos de informantes, reveló que la mitad de sus clientes fueron deportados finalmente. "He tenido clientes que han cooperado con estas agencias del orden, y siempre tengo que advertirles que el equilibrio de poder no es equitativo. Muchas de estas personas tienen antecedentes migratorios o penales que les impiden regularizar su situación legal en Estados Unidos", explicó.
La mayoría de los migrantes informantes finalmente son deportados de Estados Unidos. Foto:Archivo particular
En un escenario adverso, el informante aseguró que quiere quedarse en Estados Unidos trabajando en la construcción. "Es duro; son de 10 a 11 horas al día bajo el frío y el sol. Y lo hago para mantener a mi familia porque, desde que nació mi primera hija, ha cambiado mi vida radicalmente", completó.