En los últimos años, se prestó creciente atención al vínculo entre la salud intestinal y la salud mental. La Dra. Valerie Taylor, profesora de psiquiatría en la Universidad de Calgary, se dedicó a investigar cómo el microbioma intestinal influye en el cerebro a través del llamado "eje intestino-cerebro".
Su investigación, reproducida por el medio Business Insider, reveló que hacer ajustes en la dieta puede tener un impacto positivo en el bienestar emocional y ayudar a mantener un estado mental más estable. A continuación, le detallamos los tres cambios clave en la dieta que pueden mejorar su salud mental, según la especialista citada.
Seguir una dieta nutritiva que se adapte a su estilo de vida como primer factor
Según la Dra. Taylor, ciertos alimentos pueden tener efectos positivos tanto en su microbioma intestinal como en su cerebro.
Al incorporar alimentos ricos en nutrientes esenciales, como los que se encuentran en la dieta mediterránea y el vegetarianismo, puede promover una mejor salud mental.
Alimentos fermentados, como el kéfir, el kimchi y el chucrut, son especialmente beneficiosos para el intestino, ya que contienen bacterias vivas que favorecen el equilibrio intestinal.
El chucrut es un plato de repollo fermentado procedente de Alemania. Foto:iStock
“Al final del día, mientras coma sano y obtenga el equilibrio adecuado de nutrientes esenciales, no existe una dieta mágica, siempre y cuando sea una dieta razonable con la que se sienta bien”, sostuvo.
- Considerar el uso de probióticos
Los probióticos son conocidos por su capacidad para equilibrar la flora intestinal. Aunque la profesional mencionó que aún se están realizando estudios sobre la efectividad de los probióticos en la salud mental, la evidencia sugiere que su consumo podría estabilizar el estado de ánimo.
- Evite los alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados (UPF, por sus siglas en inglés) están asociados con diversos problemas de salud, incluido un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo.
Según un metaanálisis de 2022 publicado en la revista Nutrients, el consumo excesivo de UPF puede aumentar los síntomas depresivos. Los aditivos presentes en estos productos, como los emulsionantes y edulcorantes artificiales, podrían alterar la forma en que el cuerpo produce y libera neurotransmisores esenciales como la dopamina y la serotonina.
Además, los UPF pueden afectar negativamente al microbioma intestinal, lo que podría generar inflamación y contribuir a problemas de salud mental. Por lo tanto, reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados podría ser clave para mejorar su bienestar emocional.