Las autoridades policiales de California arrestaron el pasado martes 19 de noviembre a Cristian Fernando Gutierrez-Ochoa, un poderoso miembro del cártel mexicano Nueva Generación de Jalisco que había fingido su propia muerte y escapado hacia Estados Unidos con el objetivo de "vivir una vida de lujos".
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A través de un comunicado difundido por medio de su sitio web oficial, el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) informó sobre el arresto del miembro del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien también es el yerno del líder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, más conocido como El Mencho.
Arrestado en Riverside, Gutierrez-Ochoa fue acusado de los delitos de tráfico internacional de drogas y lavado de dinero, en el marco de su conexión con "una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y prolíficas del mundo", según mencionaron las autoridades estadounidenses.
En el comunicado, Nicole Argentieri, una alta funcionaria del DOJ, informó que Gutierrez-Ochoa "supuestamente dirigió la importación de toneladas de metanfetamina y cocaína a Estados Unidos y participó en actos de violencia para ayudar a las actividades criminales del cártel".
De acuerdo a los documentos judiciales, el detenido, que habría comenzado a trabajar para la organización criminal en 2014 y coordinó el envío de 40.000 kilogramos de metanfetamina y 2.000 kilogramos de cocaína desde México a Estados Unidos, secuestró en 2021 a dos miembros de la marina mexicana con el objetivo de obtener la liberación de la esposa de Oseguera-Cervantes.
El plan del líder del cártel mexicano en California
Después de que las autoridades mexicanas se centren en su búsqueda y captura, Gutierrez-Ochoa "fingió su propia muerte y asumió una identidad falsa para evadir la justicia y vivir una vida de lujo en California", según explicó la fiscal general adjunta Lisa Monaco.
Instalado en California, el detenido asumió una identidad ficticia y residió en una vivienda de lujo en Riverside, comprada por los agentes de lavado de dinero del CJNG con ganancias del narcotráfico. Luego de la detención, Gutierrez-Ochoa enfrenta una pena mínima obligatoria de diez años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua por el cargo de conspiración para distribuir drogas, así como también enfrenta una pena máxima de 20 años de prisión por el cargo de conspiración para lavar dinero.