Mientras otros profesores y alumnos esperaban con entusiasmo el inicio de las vacaciones, el ambiente en la sala de música de la Escuela Primaria Forest Grove, en el norte de Virginia, era distinto. Jesús Rodríguez, migrante venezolano de 39 años, dijo adiós a sus estudiantes sin mencionar los motivos reales de su salida.
“No quiero que mi hija vea eso”, explicó luego, en referencia al temor de ser deportado a una cárcel en El Salvador.
Rodríguez, quien había llegado a Estados Unidos a través del programa de parole humanitario, había logrado estabilizar su vida en el condado de Loudoun, donde trabajaba como docente.
Sin embargo, la posibilidad de que se cancelara su permiso de permanencia en el país lo llevó a tomar una decisión definitiva: abandonar Estados Unidos junto con su esposa e hija.
Una vida dedicada a la música en Venezuela
Antes de establecerse en Virginia, Rodríguez había ejercido como profesor de música durante casi dos décadas en Barquisimeto, su ciudad natal. Allí enseñó clarinete y guitarra tanto en escuelas primarias como en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Pese a su experiencia y formación, la crisis económica en Venezuela lo obligó a asumir múltiples trabajos para sostener a su familia.
En 2023, la situación se tornó insostenible y decidió emigrar. Su entrada a Estados Unidos fue posible gracias al parole humanitario, una medida creada por el gobierno de Joe Biden que permitió el ingreso legal de migrantes de varios países, entre ellos Venezuela.
Su entrada a Estados Unidos fue posible gracias al parole humanitario. Foto:Redes sociales
Un nuevo comienzo en Virginia, truncado por el cambio político
Tras su llegada, se instaló con su familia en una zona con gran presencia latina. Comenzó como asistente en una escuela secundaria hasta obtener un puesto como maestro de música en Forest Grove.
Durante ese tiempo, se ganó el aprecio de estudiantes, colegas y directivos. “Ganaba un salario suficiente para cubrir el alquiler, tenía seguro de salud y podía pagar los gastos del auto”, relató.
No obstante, la llegada de Donald Trump y el anuncio de la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos introdujo una nueva incertidumbre. Rodríguez había presentado una solicitud para acogerse a ese programa en julio de 2023 y había obtenido la aprobación del gobierno de Biden, lo que le garantizaba la permanencia hasta 2026.
La escuela donde Rodríguez trabajaba como docente de música, en Virginia Foto:Captura de pantalla.
El miedo a la megacárcel y el futuro incierto
El giro vino en febrero de 2025, cuando la nueva administración decidió cancelar ese beneficio. Aunque la medida aún se encuentra en revisión judicial y no está en firme, para Rodríguez representaba un riesgo inasumible. “Estar en Estados Unidos sin protección legal por cualquier cantidad de tiempo era un riesgo que no estaba dispuesto a asumir”, explicó.
A ello se sumó su creciente preocupación por las imágenes de deportados venezolanos enviados a la megacárcel de El Salvador. “No quiero estar en la cárcel. No quiero mostrarle a mi hija algo terrible como eso”, afirmó con determinación.
La salida hacia España y una nueva despedida
Antes de que expirara oficialmente su TPS el 7 de abril de 2025, Rodríguez buscó asesoría legal. El abogado que consultó le sugirió salir del país para evitar cualquier eventualidad. Así, optó por mudarse a España junto a su familia, abandonando nuevamente un lugar donde había empezado a reconstruir su vida.
En la escuela, donde lo conocían como “Mr. Spanish”, se despidió sin dar detalles a los niños. Les dijo únicamente que se marchaba a vivir a otro país. La decisión se concretó a mediados de abril. “Creo en Estados Unidos, pero no estoy dispuesto a correr ese riesgo”, dijo antes de partir.
La Nación (Argentina) / GDA.
Colombiana en Estados Unidos cuenta por qué se devolverá al país
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.