Después de una larga disputa, finalmente la Alcaldía de Segovia decidió ponerle fin este martes a una invasión en un predio de su propiedad que terminó loteado por cuenta de una mafia que opera en varios municipios del Nordeste.
La Alcaldía finalmente ejecutó el desalojo del predio conocido como manga de San Bartolo que tenía además construcciones en material, las cuales también fueron demolidas.
Durante la intervención de la fuerza pública, tres personas fueron capturadas señaladas de participar de una red dedicada a vender lotes de manera ilegal tanto en Segovia como la captura de tres personas, que estarían participando de una red que se dedicaba presuntamente a vender estos lotes en esa población del Nordeste y otros municipios cercanos.
“A raíz de este proceso se han realizado las denuncias penales y ya hay tres capturas por el proceso de avasallamiento, afectación a los recursos naturales, entre otros delitos, los cuales tendrán que responder ante las justicia colombiana y vendrán otras capturas adicionales por estos hechos, dónde se ha detectado una mafia de personas que se han dedicado a largo de muchos años a realizar invasiones en muchos lugares del municipio de Segovia y localidades cercanas”, señaló el alcalde Didier Osorio.
Por su parte, el comandante Distrito Segovia, el Mayor Carlos Robayo, señaló que uno de los detenidos había realizado una manifestación sobre el desalojo mediante las redes sociales, buscando generar simpatía entre la comunidad y difundiendo la versión de que se trataban de desplazados y afectados a quienes les correspondía por derecho ocupar ese predio.
En el municipio vecino de Remedios también se vive un conflicto enorme por cuenta de la invasión de tierras. Allí, en un sector conocido como Las Pavas o La Culebra, decenas de personas se asentaron ilegalmente en un lote de casi 120 hectáreas que pertenece al municipio de Remedios. Es un terreno irregular, cubierto por vegetación nativa, con una hondonada por donde pasa un río. Es tierra biodiversa; el viento es tibio y advierte sobre la cercanía de las sabanas del Caribe. Desde que se adquirió a un privado, en 2001, se declaró reserva natural. Allí se hacían las liberaciones de animales silvestres y se reforestaba y es además una reserva hídrica fundamental para la región.
Solo en dicho municipio hay cuatro lotes invadidos. La invasión de tierras en el Nordeste es algo que se le salió de las manos hace tiempo a las autoridades municipales, por lo que llevan ya varios años pidiendo al Estado que los auxilie. Además de la crisis social, hay unos potenciales impactos ambientales irreversibles por cuenta de estas ocupaciones irregulares.