La erosión del río Magdalena ha sido, durante décadas, una amenaza latente para los habitantes de Salamina, un municipio que convive con la incertidumbre de ver desaparecer sus tierras.
A pesar de algunas obras de mitigación ejecutadas en años recientes y que está en marcha un plan maestro ordenado por el Tribunal del Magdalena, el fenómeno natural ha cobrado nuevo impulso en los últimos días, avivando el temor colectivo.
El detonante fue un video grabado por un residente de la zona, donde se observa cómo el agua arrastra más de 30 metros de barranco, a tan solo unos pasos del punto donde opera un ferry que conecta a Salamina con El Piñón. Lo alarmante es que esa área había sido catalogada por Cormagdalena como inestable, por lo que se había restringido el tránsito fluvial.
El punto donde hoy funciona el ferry está a tan solo 600 metros del casco urbano. Es un error que podría tener consecuencias irreversibles
La embarcación que remueve la tierra
Ferry en polémica zona propensa a erosión costera Foto:Archivo particular
Los pobladores afirman que la reubicación del ferry en este punto crítico no solo es irresponsable, sino que ha acelerado el proceso de socavación. “Esto es una locura. Las vibraciones del ferry, el oleaje que genera cada vez que pasa, están haciendo que la tierra se venga abajo más rápido”, asegura Orlando Díaz, campesino que vive cerca de la ribera.
El punto donde hoy funciona el ferry está a tan solo 600 metros del casco urbano
A pesar de las advertencias técnicas, la embarcación sigue operando todos los días, incluso con las lluvias intensas que han elevado el caudal del Magdalena. “Lo volvieron a poner donde siempre ha habido problemas. Si esto sigue así, el río se nos va a meter”, alerta doña Irma Rodríguez, líder comunitaria.
Las vibraciones del ferry, el oleaje que genera cada vez que pasa, están haciendo que la tierra se venga abajo más rápido
El miedo a perderlo todo
El impacto de una posible ruptura del terreno sería devastador. Según los cálculos de los propios habitantes, más de mil hectáreas de tierra productiva quedarían bajo el agua.
“Hay cultivos de yuca, maíz, ajonjolí, patilla y melón. También hay ganado. Todo eso se perdería”, explica Luis Montenegro, agricultor de la zona.
Pero más allá de las pérdidas económicas, está el riesgo para la vida de las personas que habitan las zonas bajas del municipio. “Si el barranco cede del todo, se forma una tronera y el agua arrasa con todo. Vamos a amanecer un día con media Salamina inundada”, insiste Rodríguez.
Gobernación exige acción inmediata
Ante la denuncia ciudadana y la evidencia registrada en video, la Gobernación del Magdalena, a través de su Secretaría de Ambiente, Gestión del Riesgo y Cambio Climático, convocó una mesa de trabajo urgente con entidades nacionales.
En el oficio se solicita la presencia obligatoria de funcionarios con capacidad de decisión de la UNGRD, Ministerio de Transporte, INVIAS, Cormagdalena, CORPAMAG, Procuraduría y Contraloría.
“El punto donde hoy funciona el ferry está a tan solo 600 metros del casco urbano. Es un error que podría tener consecuencias irreversibles”, señala un vocero del Gobierno Departamental.
La reunión busca establecer responsabilidades, definir medidas inmediatas y articular un plan de acción que evite una tragedia mayor. Mientras tanto, la comunidad insiste en que lo primero debe ser la suspensión inmediata del ferry y la evaluación técnica del terreno.
En Salamina el miedo no es nuevo pero esta vez parece más justificado que nunca. El río no espera, y la tierra sigue cediendo con cada oleada. “No queremos que nos pase lo de otros municipios que perdieron todo. Aquí todavía hay tiempo, pero las autoridades tienen que actuar ya”, sentencia don Orlando, mirando la ribera que cada día se encoge un poco más.
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Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
Por Roger Urieles, para EL TIEMPO Santa Marta en X: @rogeruv