El negocio del alumbrado público que tiene a Santa Marta pagando sin recibir el servicio

hace 18 horas 9

El alumbrado público en Santa Marta vuelve a estar en el centro de la controversia, no solo por la deficiencia del servicio, sino también por los elevados costos que deben pagar los ciudadanos en sus facturas de energía.

A pesar de que organismos de control como la Contraloría y la Personería Distrital alertaron en abril de 2024 sobre presuntas irregularidades en la administración de estos recursos, la situación sigue sin mejorar, avivando el debate sobre el destino de los millonarios recursos recaudados para este servicio y la presunta corrupción en su administración.

La situación ha escalado al punto en que el alcalde Carlos Pinedo Cuello ha decidido asumir el control directo del alumbrado público, argumentando que se han cometido abusos financieros y que los fondos no han sido utilizados adecuadamente. Pero su solución también ha tenido contradictores.

Calles a oscuras y cobros injustificados

Los habitantes de Santa Marta han denunciado reiteradamente la precariedad del alumbrado público en distintos sectores de la ciudad. En zonas como Gaira, sus residentes aseguran que a pesar de que pagan mensualmente este servicio, las calles siguen sin iluminación.

"Pagamos mes a mes el alumbrado público, pero aquí seguimos en la oscuridad. No hay lámparas y las pocas que funcionan llevan meses sin mantenimiento. Es un peligro caminar de noche", expresó Hernando Jiménez, residente de Gaira.

El concejal Miguel Martínez denunció que el cobro del alumbrado público se hace basado en el consumo de los hogares y no en el consumo real del servicio, lo que significa que, aunque las calles están oscuras, la facturación sigue llegando a precios injustificados.

"Nos cobran por el consumo de nuestros hogares, pero en las noches vemos la Bahía, El Rodadero, la Troncal y otras avenidas completamente apagadas. Es un negocio redondo para ellos", aseguró el concejal Martínez.

Los cuestionamientos a Conlus y el manejo de los recursos

Desde 2019, la operación del alumbrado público en Santa Marta está a cargo de la empresa privada Conlus, luego de que la Empresa de Servicios Públicos del Distrito (Essmar) la cediera bajo un contrato de prestación de servicios por 10 años, argumentando falta de experiencia en la gestión del sistema. Sin embargo, esta concesión ha estado marcada por denuncias de presuntos malos manejos financieros.

El personero distrital, Edward Orozco, reveló que, de los $ 182.555 millones recaudados entre 2019 y 2023, quedaron libres más de $ 51.758 millones que debían destinarse a la mejora del alumbrado público, pero fueron utilizados para otros fines.

"En lugar de invertirse en nuevas luminarias, los recursos se destinaron a viajes, comida, alquiler de oficinas, camionetas blindadas y hasta anchetas navideñas", afirmó Orozco.

Ante esta situación, el concejal Pedro Gómez solicitó una investigación para determinar el destino de estos fondos.

"Es inadmisible que, mientras las calles de Santa Marta siguen a oscuras, el dinero del alumbrado público se haya gastado en lujos y gastos innecesarios", manifestó el cabildante.

La propuesta del alcalde: retomar el control del alumbrado público

Como respuesta a la crisis del alumbrado público, el alcalde Carlos Pinedo Cuello anunció que el Distrito asumirá la administración directa del servicio.

"Esto se lo estaban robando de manera descarada. Con esta medida, queremos acabar con esa sinvergüenzura y garantizar que los recursos se utilicen en lo que realmente se necesita", declaró el mandatario.

El proyecto de acuerdo presentado por la Alcaldía busca transferir la operación del alumbrado público del patrimonio de Essmar a manos del Distrito.

Con esto, el alcalde dice que gestionaría directamente los ingresos y pondría en marcha un plan de modernización con tecnología solar para reducir costos y mejorar la iluminación de la ciudad.

“Con esta medida, garantizaremos que los recursos se inviertan donde realmente se necesitan. Además, pondremos en marcha una intervención integral con luminarias que funcionen con energías limpias con lo cual se reducirán los costos y mejoraremos la cobertura", explicó Pinedo.

Advertencias de la veeduría y el posible impacto en Essmar

La decisión del alcalde ha generado reacciones divididas. La Veeduría Ciudadana, Vigilancia y Control Sostenible envió una alerta al secretario de Transparencia del Gobierno Nacional y a otros entes de control, señalando posibles irregularidades en el proceso.

El veedor Raúl Martínez Aguilera advirtió que esta transferencia podría llevar a la quiebra a Essmar, ya que el alumbrado público es su única fuente de ingresos positivos.

"El Concejo aprobó la medida argumentando que acuerdos previos de 2016 y 2018 eran ilegales, pero ningún juez ha declarado esa ilegalidad", señaló el veedor.

Según el documento enviado al Gobierno Nacional, al estar Essmar bajo intervención, ninguna autoridad local puede disponer de sus recursos sin autorización del agente interventor.

El concejal Miguel Martínez al respecto indicó “esa situación que estaba manejando con irregularidades la Essmar ahora la quiere manejar la alcaldía pero al final ya existe mucha tecnología para que nosotros tengamos paneles solares y sea un servicio más económico. Es absurdo que un Estado con tantos impuestos que pagamos tengamos que también pagar el alumbrado de las calles, como si eso fuera una responsabilidad de nosotros. Un día de estos también nos van a cobrar el oxígeno”.

Peticiones de la empresa Air-e y el debate sobre el impuesto

En medio de la controversia, la empresa Air-e Intervenida, encargada de la distribución de energía en la región Caribe, ha solicitado a la Alcaldía eliminar el cobro del impuesto de alumbrado público dentro de la factura de electricidad.

"La colaboración entre entidades es clave para aliviar la carga económica de los ciudadanos y garantizar un servicio de calidad. Creemos que la Alcaldía debe asumir el cobro directamente y no a través de la factura de energía", expresó la empresa en un comunicado.

Air-e Intervenida recibió con beneplácito que en el Acuerdo Distrital No. 019 del 31 de diciembre de 2024 se haya indicado expresamente que la Alcaldía realizaría las labores de cobro del impuesto.

Por ahora, Santa Marta sigue a oscuras, y la ciudadanía se pregunta si esta vez las promesas de cambio se traducirán en hechos concretos o si el alumbrado público seguirá siendo un "negocio lucrativo" a costa del bienestar de los samarios.