En el filo de una de las tantas montañas que engalanan los paisajes antioqueños se posa el municipio de Betania, localidad a la que las redes sociales le han dado un ‘empujón’ para volverse popular entre los amantes de la naturaleza.
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Ubicado a 2 horas y media de Medellín, catalogada como ‘El Balcón del Suroeste’ y rodeado por extensas plantaciones de café, Betania recibe a decenas de turistas, locales y extranjeros, que llegan buscando el ‘Machu Picchu colombiano’, como un 'influencer', según cuenta el alcalde Diego Guerra, decidió bautizar al mirador municipal.
Se trata de un espacio apostado a escasos 4 kilómetros de la cabecera municipal, pero que por su particular construcción: cuatro terrazas, muros y escaleras de piedra de río, se roba todas las miradas.
Construido en el año 2005 a través de un convenio entre la alcaldía y Corantioquia, autoridad ambiental del territorio, era un lugar que pocos visitaban, pero que después de su aparición en las redes muchos han llegado para ver si tanta dicha es cierta.
“Un 'influencer' le dio por poner en las redes sociales que era pues el ‘Machu Picchu colombiano’ y ahí venimos, con un flujo de gente que ha estado llegando al municipio, que se amañan mucho, que además es un espacio muy natural, un espacio con una vista muy bonita a la reserva natural de los Farallones del Citará”, comenta el alcalde Guerra quien no le llama como aparece en redes.
Los Farallones del Citará, ubicados en la cordillera Occidental, son el límite natural que hay entre las tierras antioqueñas y chocoanas, además de la casa de especies de mamíferos como el cusumbo de montaña, jaguarundi, ardillas, gurres, erizos y comadrejas, y donde se eleva con majestuosidad el cerro San Nicolás, la montaña más alta que tiene Antioquia y que desde el mirador se puede observar.
Con una altura de 4.060 metros sobre el nivel del mar, agrega el mandatario local, toma tres días de camino poder llegar hasta su cima y desde allí divisar todo el paisaje natural que rodea esta zona del Suroeste antioqueño.
Lo mismo ocurre desde el ‘Machu Picchu’, desde donde por su vista de 360 grados se pueden ver veredas de Betania y Andes, el vecino municipio, grandes extensos cultivos de café y el río Pedral, atractivo turístico de la zona y de donde fueron extraídas las piedras para su construcción.
“Lo hicieron por la forma en que da para divisar, en terrazas, y la construcción en piedras es por el río Pedral. El río Pedral es un río que tiene mucha cantidad de piedras y pequeña, entonces en esa construcción y en las otras construcciones del municipio han resaltado mucho el tema de la piedra”, agregó el alcalde.
Carlos Betancur, guía turístico de la subregión, comenta que efectivamente desde que fue publicado en redes sociales ha ganado muchos adeptos, aunque dista mucho de la construcción de los Incas.
“Son comparaciones que yo no haría. Es un lugar con una magia muy diferente, que es lo tienen todos los lugares (...) A mí el lugar me gusta por la divisa, no tanto por la arquitectura”, manifiesta Betancur.
Por su parte, Samuel Agudelo Restrepo, un habitante de Betania que tiene un negocio de café en la base del minador con su marca Resvel Café, comenta que los turistas que llegan tienen comentarios encontrados por cómo se ve el sitio en la realidad y en las fotos, pero al final del recorrido terminan disfrutan de la vista panorámica que desde allí se puede disfrutar.
“La gente queda impresionada por la vista más que todo, porque es una vista de 360 grados. Obviamente uno escucha malos comentarios, pero más que todo porque en las fotos se ve un lugar muy grande, pero no es así, no es tan extenso, pero todo el mundo queda encantado de Betania por ese lugar”, acota Agudelo.
Y agrega “a mí me gusta que lo llamen como lo llamamos acá: el mirador, pero para la gente de afuera el ‘Machu Picchu’ es un nombre muy conocido, entonces hacen como referencia a eso”.
Ante el auge que ha comenzado a tener este lugar, algunas agencias turísticas de Medellín han comenzado a llevar visitantes. Inicialmente lo hacían los fines de semana, pero en los últimos meses están llegando entre semana, algo que mueve la economía de un municipio netamente cafetero.
Para llegar a Betania, las personas pueden tomar un bus en la Terminal de Transportes Sur que los llevará al 'Balcón del Suroeste’ después de pasar por Caldas, Amagá, Bolombolo, Peñalisa, Hispania.
Además del mirador, los visitantes pueden disfrutar de un charco llamado Peña, así como las fincas cafeteras y conocer de la mano de los campesinos todo el proceso de una buena taza de café.
LAURA ROSA JIMÉNEZ VALENCIA
Periodista de Nación
Medellín