Los especialistas en temas fiscales en Estados Unidos ya están haciendo sus pronósticos con respecto a 2025 y han señalado que podría haber buenas noticias para los contribuyentes, pues se espera que bajen los impuestos federales sobre la renta. Sin embargo, desde su perspectiva, no todo será tan positivo.
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Cabe señalar que todos los años, con base en datos como la inflación, el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos, (IRS, por sus siglas en inglés), realiza los cálculos correspondientes para determinar las contribuciones tributarias en el año.
En ese sentido, el proveedor de servicios de información fiscal y financiera, Wolters Kluwer, citado por el medio CBS News, indica que en 2025 debería haber un ajuste a la carga impositiva por parte de la autoridad tributaria, lo que si bien implicará una reducción, se calcula que esta será menor en comparación con los últimos dos años.
A detalle, pronosticaron en su informe que probablemente los tramos impositivos y otras disposiciones se ajusten al alza en un 2,8 por ciento para el año fiscal 2025, lo que significaría una cifra más pequeña en comparación con los últimos dos años, pues se registró un aumento del 5,4 en 2024 y de 7,1 por ciento en 2023. La razón es que la inflación ha caído a un mínimo en tres años en el mes de agosto.
Recordaron que el ajuste a los llamados tramos impositivos basados en la inflación está destinado a que las personas no tengan que pagar mayores impuestos mientras experimentan un costo de vida más caro.
También aclararon que las tasas impositivas del próximo año permanecerán iguales. No obstante, los límites para cada categoría de tributación aumentarán en función de los ajustes inflacionarios. Así, las tasas impositivas individuales permanecerán en 10, 12, 22, 24, 32, 35 y 37 por ciento de acuerdo con la Ley de recortes de impuestos y empleos, (TCJA, por sus siglas en inglés).
Los especialistas también aclararon que es un error creer que los tramos impositivos se pagan por todos los ingresos, ya que estos se aplican por cada parte de los ingresos. Así, por ejemplo, quienes presentan una declaración conjunta y ganan más de US$28.850, el umbral máximo para el tramo del 10 por ciento, probablemente pagarán US$2.385 en impuestos federales sobre la renta.
En ese sentido, la recomendación de los especialistas es realizar una auditoría general hacia el final del año para asegurarse de que se ha pagado lo correcto al IRS y que en 2025 no hayan sorpresas desagradables. La parte positiva es que se prevé que la deducción estándar aumente el próximo año a US$30.000 para las parejas casadas que presenten una declaración conjunta, es decir US$800 más en comparación con los US$29.200 del año fiscal actual.
Mientras que para los contribuyentes solteros se espera que pase de US$14.600 a US$15.000. Los declarantes que sean cabeza de familia verán aumentar la deducción estándar a US$22.500 en lugar de US$21.900, y aquellos que estén casados pero presenten declaraciones por separado verán un aumento a US$15.000.
¿Por qué el IRS realiza ajustes con base en la inflación?
Es importante señalar que todavía no se han dado a conocer las cifras oficiales con respecto a la carga fiscal que corresponderá a los contribuyentes en 2025. Sin embargo, los especialistas han hecho las predicciones con base en la información disponible.
Y es que, tal como explicó Mark Steber, director de información fiscal de Jackson Hewitt, a CBS News, el IRS ajusta elementos impositivos de acuerdo con la inflación de manera que las personas que reciben aumentos en sus ingresos realmente vean un beneficio y que este no se pierda en la carga tributaria.