En agosto de 1999, la televisión estadounidense presentó un formato que captó de inmediato la atención del público: ‘¿Quién quiere ser millonario?’, transmitido por la cadena ABC.
Basado en el programa británico del mismo nombre, el concurso ofrecía la posibilidad de ganar un millón de dólares a quienes lograran responder correctamente quince preguntas. Desde su estreno, varios participantes intentaron alcanzar el premio mayor, pero ninguno lo había conseguido hasta la noche del 19 de noviembre de 1999.
Fue entonces cuando un agente de cobranzas del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos, John Carpenter, se convirtió en el primer ganador del gran premio y dejó una marca imborrable en la historia de la televisión.
El camino de Carpenter hacia el millón de dólares
Oriundo de Connecticut, Carpenter había participado en el programa el día anterior y avanzó con seguridad en cada pregunta.
Desde su casa, solía responder muchas de las interrogantes de otros concursantes y, al considerar que tenía posibilidades reales de ganar, decidió inscribirse: “Decidí que tenía que intentar”, confesó en una entrevista posterior. Vestido con pantalón, camisa y lentes, ingresó al estudio con una actitud serena y, aunque mostró cierta timidez, fue avanzando sin dudar.
El conductor Regis Philbin, impresionado por su desempeño, le preguntó qué haría en caso de llevarse el premio mayor. La respuesta de Carpenter fue clara y sin rodeos: quería llevar a su esposa Debbie, quien estaba en la tribuna apoyándolo, a París. Con cada acierto, el concursante se acercaba más a su objetivo sin cometer errores.
La pregunta final y la inesperada llamada
Cuando llegó el momento decisivo, todas las miradas estaban puestas en Carpenter. Sabía que, de fallar, perdería la mitad de lo acumulado y se iría con 500.000 dólares. Regis Philbin leyó la pregunta final: “¿Cuál de los siguientes presidentes de los Estados Unidos apareció en la serie de televisión Laugh-In?” Las opciones eran Lyndon Johnson, Richard Nixon, Jimmy Carter y Gerald Ford. Fue entonces cuando el concursante tomó una decisión inesperada: usar uno de sus comodines.
El programa permitía pedir ayuda a la tribuna, eliminar dos opciones incorrectas o realizar una llamada a un amigo o familiar. Carpenter eligió la última opción y solicitó comunicarse con su padre. La audiencia contuvo el aliento, esperando que solicitara su ayuda. Sin embargo, lo que dijo sorprendió a todos.
“Tenemos a tu hijo John con nosotros ahora mismo. Lo está haciendo muy bien. Lleva ganado medio millón de dólares y ahora va por el millón”, le explicó Philbin a Tom, su padre.
El estudio estalló en una ovación y el presentador quedó desconcertado. Confiado, Carpenter confirmó su respuesta final: “Porque el presidente de los Estados Unidos que apareció en Laugh-In es Richard Nixon. Esa es mi respuesta final”.
Philbin reaccionó con asombro y se dirigió a Debbie para anticiparle que su esposo la llevaría a París. Luego, con entusiasmo, proclamó: “Es la respuesta definitiva alrededor del mundo ¡Ganaste un millón de dólares! No puedo creer esto”.
John Carpenter, the first ever $1 million winner on "Who Wants to Be a Millionaire?" in November 1999, didn't use any lifelines until the final question. He then called his father not for help, but to tell him he was about to win the grand prize. pic.twitter.com/q4TFSHFFBh
— Historic Vids (@historyinmemes) February 19, 2024Un éxito televisivo y una repercusión inesperada
La grabación del programa se realizó el 19 de noviembre, pero se emitió al día siguiente. La producción le pidió a Carpenter que guardara silencio sobre el resultado. Sin embargo, la noticia se filtró y la audiencia se disparó, ansiosa por ver cómo había logrado su hazaña.
Tras convertirse en el primer ganador de la historia del programa, el agente de cobranzas se volvió una figura mediática. Mientras algunos lo admiraban, otros lo consideraban arrogante. Su imagen fue parodiada en ‘Saturday Night Live’, donde lo retrataron como un hombre presuntuoso, aunque a él no le afectó. “Me habría bajado los pantalones por haber estado en ese programa”, comentó con humor en una entrevista.
Un programa popular. Foto:Archivo particular
En diversas conversaciones, explicó que su famosa llamada no fue una muestra de soberbia, sino una estrategia: “Pensé que quedaría muy arrogante si no usaba ningún salvavidas, así que fingí. Lamento que pareciera arrogante. El problema fue que Regis me estaba criticando por no haber usado ninguno de mis salvavidas y, en realidad, eso no me importó. Cuando decidí hacer la llamada pensé que sería gracioso. Para ser honesto, cuando estaba sentado allí, no podía creer lo fáciles que eran mis preguntas. Mucha gente lo pensó, y con razón. Tuve mucha suerte de que no me hicieran preguntas sobre nada en lo que no soy fuerte".
El premio no lo convirtió en millonario de inmediato. De los 1.000.000 de dólares ganados, recibió 600.000 tras pagar impuestos. “No me convertí en millonario ni un segundo después de ganar el dinero porque tuve que pagar impuestos”, mencionó en una entrevista con el medio New Haven Register.
La vida de John Carpenter 25 años después
En mayo del 2000, regresó al programa en la edición especial ‘¿Quién quiere ser millonario?: Edición de campeones’. En esa ocasión, ganó 250.000 dólares y donó la mitad a una organización benéfica.
En 2024, con motivo del 25.º aniversario de su triunfo, fue entrevistado y recordó lo que sintió en el momento clave: “Diría que lo que más recuerdo del momento en que gané fue que ‘gracias a Dios tenía razón’, porque si me hubiera equivocado después de hacer eso, simplemente no sé qué habría pasado en mi vida”. Cumplió su promesa de llevar a su esposa a París y utilizó parte del dinero para comprar un auto. “Lo necesitaba de todas formas. En aquel entonces andaba por ahí con un coche viejo que tenía algunos daños en la carrocería”, relató.
John Carpenter tiene en la actualidad 57 años Foto:X/@jcinhct
A pesar del reconocimiento que obtuvo, nunca dejó su trabajo. “Lo conservé, fue bueno tenerlo”, afirmó. Más allá del dinero, considera que lo que realmente marcó su vida fue la fama. “El dinero no te cambia la vida. Lo que suceda después, sí”, reflexionó.
Hoy, a sus 57 años, tiene más de 3800 seguidores en su cuenta de X, en la que comparte su pasión por la cerveza artesanal. Aunque ya no es una celebridad, aún es recordado como el primer concursante en ganar un millón de dólares en un programa de televisión. Con humor, define su actual notoriedad de una manera sencilla: “Ahora soy como una curiosidad, no una celebridad. Soy como el meteorólogo de la tele”.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.