Un sinnúmero de enfermedades se pueden evitar cambiando sus hábitos de vida, algunas de estas relacionadas con el corazón, que según la Organización Mundial de la Salud- OMS- son 17,9 millones de personas en el mundo que mueren por infarto.
Conforme a los criterios de
Por otra parte, la Fundación Española del Corazón registra que el 50 % de la mortalidad cardiovascular total, se debe a infartos del miocardio, seguido por el ictus que ocasiona aproximadamente un tercio de estas.
A pesar de estas cifras, es posible prevenir las enfermedades cardiovasculares, entre ellas, los infartos, puesto que el 90 % de estos se pueden identificar con anticipación y posiblemente tengan reversa.
Los hábitos que deben evitarse para que no exista un riesgo latente de sufrir un infarto son el tabaquismo, el sedentarismo y la mala alimentación.
¿Porqué es importante cambiar los hábitos?
El dejar a un lado el sedentarismo es una de las primeras acciones que se pueden efectuar para evitar sufrir de infartos, solo con realizar actividad física moderada, como caminar de 30 a 60 minutos diarios.
Con esta simple actividad, la persona puede controlar no solo estas enfermedades, sino también otras como la obesidad, el sobrepeso y la diabetes.
Así mismo, el desarrollo del síndrome metabólico, otras enfermedades cardiovasculares y la acumulación de grasa en el abdomen, que trae como consecuencia presión arterial alta, determinados tipos de cáncer y alta cantidad de grasa en la sangre.
Según un estudio publicado en la revista British Medical Journal, hombres y mujeres que realizaban ejercicios de fuerza y tenían una buena masa muscular tenían hasta un 81 por ciento menos de probabilidades de sufrir un infarto o un derrame cerebral, en comparación con los que tenían una masa muscular baja.
En este estudio se evaluaron a adultos de 45 años en adelante, para determinar si había relación entre la masa muscular esquelética y la incidencia de enfermedad cardiovascular.
Esto evidencia como en otros estudios que los ejercicios de fuerza son importantes para evitar estas afectaciones, además de que también son beneficiosos para las articulaciones y para ir construyendo músculo para la vejez.
Cómo ejercitarse y proteger el corazón
De acuerdo con el cardiólogo José Abellán, cardiólogo intervencionista en el Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena (Murcia), según lo observado en algunos de sus pacientes, lo que podría funcionar en cuanto a actividad física es:
- Hacer de dos a tres días de entrenamiento de fuerza.
- Hacer dos a tres sesiones de ejercicio aeróbico.
Así mismo, es primordial combinar ejercicios de fuerza y aeróbico en las mismas sesiones de entrenamiento, evitar sesiones largas en una misma posición y caminar cada que se pueda durante el día.
Aunque la actividad física es importante, esta debe ir acompañada de una buena alimentación y un descanso pleno, es por ello que la Fundación Española del Corazón recomienda:
- Sustituir los dulces por fruta fresca.
- Incluir en la dieta cinco porciones de frutas y verduras al día.
- Evitar fumar.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y zumos de fruta. Tomar agua.
- Evitar el consumo de sal.
- Retirar de la dieta alimentos ultraprocesados.
Recuerde que si quiere cambiar de hábitos no solo se requiere voluntad, sino también asesorarse con profesionales para que encuentre los hábitos y los alimentos adecuados para su edad y condición de salud.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital