En todos los relatos, artículos e investigaciones que se han publicado sobre el galeón San José se ha repetido hasta el cansancio que fue hundido por barcos ingleses en 1708, durante un ataque que hizo que explotara y fuera a parar al fondo del mar, frente a las costas de Barú. La historia podría ser otra.
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El equipo investigador de la expedición Hacia el corazón del Galeón San José, que el Estado colombiano adelanta para esclarecer lo que sucedió con la embarcación y con su carga, se ha enfocado en indagar en documentos históricos poco consultados en el pasado o que no habían sido tenidos en cuenta: los de algunos sobrevivientes de la flota de Tierra Firme (los barcos españoles).
Uno de esos documentos es la carta enviada al Consejo de Indias el 31 de julio de 1708 por Pedro García de Asarta, un marinero ascendido a capitán de mar y guerra, en la que afirma que el hundimiento del San José se produjo por una mala reparación del galeón San José, después de un accidente que se dio en el viaje de Cartagena a Portobelo (hoy Panamá).
“Se oyó el sonido del hundimiento de una nave, pero no el estruendo de una explosión masiva”, dice.
“Lo que estamos intentando controvertir es una verdad que se ha dado por sentada sobre la gran explosión y la dispersión de muchos fragmentos del barco por ese motivo en el fondo del mar. Lo que estamos viendo es que varios de esos testimonios que han recogido los historiadores colombianos en su investigación apuntan a que no hubo una carga explosiva, como se sugiere previamente, que la Santa María, que era la parte del buque donde iban los cañones y la pólvora, hubiera sido impactada por los piratas ingleses, y que eso generara el rompimiento y hundimiento del barco”, explica Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Historia y Antropología (Icahn), en charla con EL TIEMPO.
“Eso tendríamos que contrastarlo con los hallazgos del equipo que está investigando a 600 metros de profundidad y ver cómo lo que sucedió el 8 de junio de 1708 quedó reflejado en el fondo marino”.
La historia oficial señala que ese día la embarcación española fue interceptada por barcos ingleses, encabezados por el comodoro inglés Charles Wager, que pretendían quedarse con el rico botín del San José (calculado en 200 toneladas de oro y plata).
Aunque el galeón intentó defenderse, el poderío militar británico los habría vencido, en un hecho que fue conocido como la batalla de Barú, muy cerca de Cartagena.
Surge otra duda: ¿Por qué es tan importante saber la forma en la que se hundió el San José? Caicedo asegura que "las hipótesis sobre el hundimiento permiten entender la forma en la que está dispuesto el yacimiento arqueológico (…) lo que nos muestran estos primeros indicios del trabajo conjunto entre historiadores y arqueólogos es que el área de dispersión no es tan grande como si hubiera habido una explosión enorme. Y lo mismo pasa con la integridad del barco, que de acuerdo con la evidencia arqueológica, está depositado en un área pequeña, tampoco concordante con una explosión que habría fragmentado en varias partes el barco por lo que la deposición del mismo en lecho marino sería distinta”, agrega.
¿Una nueva historia?
Aunque no hay nada concluyente, las nuevas hipótesis del grupo investigador colombiano cambiaría una historia que durante más de 300 años ha sido contada desde una sola perspectiva.
Para lograrlo, el equipo ha identificado más de 3.000 evidencias materiales y ha prospectado más de 400.000 metros cuadrados en el fondo del mar, equivalentes a 40 canchas de fútbol profesional.
En simultánea, los historiadores han revisado más de 250 expedientes, provenientes del Archivo General de Indias de Sevilla, el Archivo General de la Nación en Colombia y Perú, y National Archives de Londres.
“A partir de ahí se ha logrado nutrir una base de datos de personas que estuvieron presentes durante la batalla, sea del lado inglés o del español, en los 15 barcos que tenía la Flota de Tierra Firme en ese trayecto. Esas versiones también fueron recogidas en los procesos judiciales de la época que buscaban aclarar lo que había sucedido”, dice Caicedo.
La versión de la explosión de grandes magnitudes del San José se estableció a partir de los testimonios de los capitanes ingleses Wager, Bridge y Windsor, que fueron juzgados en una corte marcial en Port Royal (antigua capital de Jamaica), dos meses después del naufragio, ya que su misión era interceptar los galeones y tomar su carga, no hundirlos. En su defensa, los capitanes dijeron que el Galeón San José explotó de repente. Esa versión se oficializó y masificó con la impresión de mapas, la elaboración de obras de arte y de narraciones escritas, que crearon el imaginario que todos conocemos.
“El levantamiento juicioso de datos no solo busca establecer las razones del hundimiento, sino que puede modificar la verdad que se ha contado hasta ahora. Eso impacta en la forma cómo comprendemos el acontecimiento, cómo quedaron los restos en el fondo del mar, además, qué cargamentos iban y venían en esos barcos es una información que solo se podrá establecer por el estudio de estos equipos de historia y arqueología, que son complementarios (…) Las maneras de contar la historia podrán ser revaluadas, tener unas nuevas narrativas que, sin duda, van a cambiar la historia que conocemos de Colombia”, completó la funcionaria.
Hacia el corazón del Galeón San José avanza con profesionales en ciencias sociales, físicas y biológicas, además de ingenieros, y que es cuenta con la participación del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes; la Armada Nacional, la Dirección General Marítima (Dimar) y el Icahn.
SOFÍA GÓMEZ - REDACCIÓN CULTURA